Venderle una serie a una cadena de televisión es bastante difícil, pero si te llamas Matthew, te apellidas Perry y has trabajado durante diez años en la mejor comedia de todos los tiempos, el camino se allana bastante. Sólo así se explica que ABC diera luz verde a esta serie que no hace justicia a las capacidades de los secundarios, ni mucho menos de su actor principal. Lo vimos en ‘Friends’, lo aseguramos en la tempranamente fallecida ‘Studio 60’, pero se ha escapado en una ‘Mr. Sunshine’ que cae en picado tras su capítulo piloto.
‘Mr. Sunshine‘ es la historia de Ben Donovan (Matthew Perry) y su crisis de mediana edad. Se enmarca en un estadio deportivo que puede servir para cualquier tipo de exhibición, y tiene como trasfondo la vida sentimental de su protagonista y su relación con los empleados y la jefa. Premisa simple, que da para mucho al poder cambiar su telón de fondo en cada capítulo, y secundarios interpretados por actores ya conocidos de los que sabemos que son capaces de darlo todo. Y aun así, el bodrio en ‘Mr. Sunshine’ es la tónica general.
Al abordar la serie, lo hice con un poquito de nostalgia; no ya por el recuerdo de Chandler, sino porque hasta cuatro de los actores ya aparecieron en la inconmensurable ‘Studio 60‘. Tenemos a Matthew Perry, que en la comedia de la NBC comandaba efectivamente la trama como el productor de ‘Studio 60 on the Sunset Strip’; por otro lado, Nate Torrence (Roman), que interpretaba a uno de los actores del programa. Y finalmente, Allison Janney (Crystal) y James Lesure (Alonzo), que tuvieron un arco argumental en los últimos capítulos de ‘Studio 60’; la primera, como presentadora invitada, y el segundo, como militar del ejército. Con este curriculum, se esperaba algo medianamente coherente por parte de ‘Mr. Sunshine’.
Pero sin la genialidad de los guiones de Aaron Sorkin, la historia se diluye como un azucarillo en el café. Aunque en realidad yo me pregunto: ¿Qué historia? ¿Acaso hemos tenido una trama medianamente coherente que le diera forma a la serie? Rotundamente no. Entre las excentricidades de los secundarios, nos han querido meter la crisis sentimental de Ben Donovan (Perry) y sus intentos por salir adelante en el amor, pero nada de lo expuesto puede calificarse de divertido.
Personalmente, esperaba mucho más después del piloto de la serie. Yo fui uno de los pocos que consiguió reír a carcajadas en el primer capítulo, pero pasada la novedad no hay que ser muy listo para darse cuenta de que no hay nada en el horizonte, y que el talento interpretativo no sirve de nada si no tienes un guión que te lo sustente. Lo único medianamente destacable es el papel de loca desquiciada de Allison Janney, protagonista de los pocos grandes momentos de la serie, pero que en su excentricidad puede llegar a cansar. Y cansa, que es lo peor.
En ¡Vaya Tele! | ‘Mr. Sunshine’ no brilla demasiado