La segunda de nuestras paradas por la ciencia ficción televisiva no es una serie, sino un nombre propio: Gene Roddenberry es uno de los hombres más importantes para la historia del género en la pequeña pantalla, el que consiguió algunos de los más grandes éxitos y el que creó varias de las series que, sin duda, entrarían en el top de los 30 mejores. Lo curioso es que la mayoría se han producido tras su muerte.
Roddenberry nació en El Paso, pero vivió desde su infancia en Los Angeles, lo que le permitió estar cerca de la industria televisiva y cinematográfica, aunque el gusanillo de escribir guiones no le entraría hasta que tuvo 35 años, después de haber sido piloto de aviones comerciales y policía. Su extraña trayectoria vital no anticipaba el éxito que iba a tener en el mundo de la televisión. Claro que éste tardaría en llegar: hasta que no tuvo más de 43 años, al guionista no se le ocurrió la idea para fabricar su serie más famosa, Star Trek. Era 1964.
Ese año, Roddenberry quiso crear una historia que pudiese batirse el cobre con producciones como Buck Rogers o Flash Gordon, que adaptaban el estilo de las novelas pulp de ciencia ficción a la pequeña pantalla. Su idea era hacer algo diferente, una especie de Viajes de Gulliver en el espacio exterior: por un lado, aventuras; por el otro, historias más profundas sobre la moral y los comportamientos del ser humano.
NBC produjo el piloto y, finalmente, dio el visto bueno a la serie. Sólo duró tres temporadas en antena, pero tras su cancelación por las bajas cifras de audiencia, comenzó a darse de manera sindicada y cosechó un éxito arrollador, logrando lo más difícil para cualquier serie: ganarse un público tan fiel que había creado un gran culto en torno a ella.
Pese al éxito, los años 70 no fueron buenos para Roddenberry: varias de sus ideas para nuevas series se quedaron en el limbo antes de comenzar a rodarse e incluso una secuela de Star Trek, destinada a encabezar un nuevo proyecto de cadena, no llegó a ver la luz. Para solventar sus problemas económicos, Roddenberry hizo de los fans su forma de vida: acudió a todas las convenciones posibles sobre Star Trek, haciendo de ello su forma de vida.
Hollywood le dio la oportunidad de retirarse de manera dorada: compró los derechos de Star trek e hizo una película basada en la creación de Roddenberry. A éste se le permitió participar en la escritura del guión, pero sólo en el primer film de la saga. En aquel momento, para aprovechar el tirón, el creador de la serie escribió también la primera de las novela en las que salía la nave Enterprise.
El cine tampoco permitió relanzar la carrera de Gene como él esperaba aunque sí tuvo una participación decisiva en Star Trek: The Next Generation, con la que también consiguió un gran éxito en los 80.
Lo más curioso de su vida como guionista es que dos de sus mejores series no se produjeron hasta después de su muerte. En 1991, poco después de ver en primicia la sexta película basada en las andanzas de la nave Enterprise, Gene Roddenberry murió de un ataque al corazón. Tierra: Conflicto Final y Andromeda, dos estupendas series de ciencia ficción de los 90, fueron producidas bajo la supervisión de su viuda. La primera duró siete cinco temporadas (1997-2002), mientras que la segunda nació en el año 2000 y estuvo hasta 2005 en el aire.
Es tal su importancia en nuestra visión del espacio que hasta la NASA le ha rendido homenaje: un asteroide y un cráter de la superficie de Marte llevan su nombre. Es más, Sus cenizas estuvieron orbitando durante seis años alrededor de la tierra. Después, ardieron en su reentrada, en el último guiño de Roddenberry a todos los fans de Star Trek, de la que hablaremos otro día.
Actualizado: Al poco de publicar este post, leo el obituario de la viuda de Gene Roddenberry, Majel Barrett-Roddenberry (1932-2008) Fatídica coincidencia. Descanse en paz.
En ¡Vaya Tele! | Mitos de la Ciencia Ficción (I): The Twilight Zone