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Como cada semana, nos toca echar la vista atrás en el tiempo televisivo y rescatar del recuerdo alguno de esas series o programas que en su día nos llamaban a encender la pequeña pantalla y nos tenían pegados al sofá para ver qué nos contaban. Esto es nuestro Nostalgia TV y esta semana le ha tocado el turno a una serie de la FOX de la década de los ’90, ‘Melrose Place‘.
La serie nació como un spin-off de ‘Beverly Hills, 90210’ (conocida en España como ‘Sensación de Vivir’), siendo creada también por la factoría de ese tiburón televisivo que fue el productor Aaron Spelling, padre de otros títulos míticos como ‘Los Ángeles de Charlie’, ‘Starsky y Hutch’, ‘Hotel’ o ‘Dinastía’. No obstante, aunque ‘Melrose Place’ fuese de su productora, quien realmente estuvo a cargo de la ficción como productor ejecutivo fue Darren Star, quien años después nos maravilló con ‘Sexo en Nueva York’. Así, aunque Melrose nace la versión treintañera de la serie anteriormente mencionada, e incluso vemos en los primeros episodios aparecer al personaje de Kelly, pronto toma un tono propio, quitándose de encima las moralejas y buenas intenciones y haciéndose menos aburrida.
Donde residen la locura y la pasión
Lo mejor de ‘Melrose Place’ es que, aunque comenzó de una forma suave, a medida que avanzaron los episodios la historia dio un giro hacia la locura y se quedó asentada en ese estadio. La serie tuvo la suerte de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, y aquella historia de unos chicos treintañeros bienavenidos que convivían en un recinto de apartamentos de Los Angeles, pasó a ser un torrente de pasiones y amoríos con giros enrevesados, rocambolescos y con mucho zorrerío.
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Cada vez más, las tramas contaban historias inverosímiles con cegueras temporales, hijos robados, hermanos malvados o periodos en silla de ruedas. No obstante, aclaremos que aquello tenía sentido dentro de la lógica interna de la serie, y aunque las tramas tenían su punto de disparatado, los personajes estaban bien cogidos a su propia realidad. Esto hacía que no quede como una cutre parodia salida de madre, sino como un culebrón desatado y, lo que es mejor, entretenido y altamente adictivo.
Y sí, no es que la locura y la pasión se pasasen por la serie, sino es que literalmente vivían allí. Porque ‘Melrose Place’ toma su título de la calle en la que estaba aquel edificio de apartamentos en el que vivían sus protagonistas, aquel sitio que tanto molaba. ¿Quién de los que haya visto la serie no ha querido vivir allí, en el número 4616? Todos los espectadores nos imaginábamos cómo decoraríamos nuestro pequeño apartamento de Melrose con barra americana, qué tipo de macetas colgaríamos de la baranda o qué bañador luciríamos para salir a la piscina del patio central.
La triada de perras del infierno y otros personajes
Si hay algo que nos ataba a la pantalla para ver Melrose, es eso precisamente que decía, sus personajes. Y aunque a lo largo de sus siete temporadas hubo bastantes personajes recordables, destacan por encima de todo un trío de perras del infierno que dominaron la situación con sus planes malvados, siempre en torno a los hombres y al poder. Hablo de Amanda Woodward, Sydney Andrews y Kimberly Shaw.
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Ellas tres tuvieron la serie en sus manos y nos mostraron tres formas distintas de maldad. Amanda era la alta ejecutiva, y desde sus taconazos y sus trajes de falda y chaqueta atemorizaba a los empleados de la agencia publicitaria D&D a la vez que aplastaba a sus rivales con una inteligencia brutal que desembocaba en una lengua viperina. Sydney era la pobre chica, la ingenua, una jovencita llena de ilusiones y deseos que, lejos de dejarse vencer por las adversidades sacaba a la luz su lado más pérfido y orquestaba planes que, desgraciadamente, se le solían volver en contra. Y finalmente Kimberly, era la propia personificación de la locura, quien se dejaba llevar más básicamente por sus instintos pero a la vez sabía ser fría como nadie.
Y lo mejor es que todas ellas se vieron tocadas en un momento u otro de la serie, o en muchos, pero otra perra de igual o mayor calibre, el Doctor Michael Mancini. Él hacía lo que quería con ellas, o lo intentaba, y se enamoraba y desenamoraba de ellas sin ton ni son provocando siempre grandes pasiones, rechazos repugnantes y venganzas memorables. Mancini era un liante, el mal hecho truhán pero en el fondo, un cabrón encantador y querible. Su relación con todas removía los pilares de Melrose (y de la casa de la playa), siendo siempre objeto de las tramas principales.
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Pero aparte de esas perras del infierno, también hubo otros personajes en la serie que eran menos malos, o que al menos no sabían serlo igual de bien. Sería imperdonable no dedicarle unas palabras a Allison, la encarnación del bien de la serie. Yo nunca logro empatizar con los personajes que nos venden como buenos, pero Allison siempre me ganó aunque fuese una pesada y a veces algo cargante, lo compensaba con sus épocas de borracha. Tampoco podemos pasar por alto a la encantadora y arisca Jo Reynolds, al macho alpha de la serie, Jake Hanson o a la pesada de Jane Andrews.
¿Qué fue de…?
De todos actores que encarnaron a los habitantes del complejo de apartamentos de Melrose Place, algunos desaparecieron para siempre y otros lograron mantenerse con relativo éxito en otras producciones sin caer en el olvido. Incluso algunos se hicieron todavía más famosos después por otras series, mientras que otros sólo dieron que hablar por sus avatares fuera de la pantalla.
Sin duda alguna, la que más éxito tiene hoy día es Marcia Cross. La actriz que en su día encarnó a la desquiciada Doctora Shaw es hoy día la más desesperada de las amas de casa de Wisteria Lane. Efectivamente, Cross no es otra que la Bree Van de Kamp de ‘Mujeres Desesperadas’. Con ella comparte cartel en la serie de la ABC otro actor que en su día vivió en Melrose, Doug Savant, quien interpretó al chico gay de la serie, Matt, y que ahora encarna al marido de Lynette, Tom Scavo.
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Otra que consiguió mucha popularidad fue Kristin Davis, quien tras interpretar durante 30 episodios a Brooke Armstrong, fue vista años después como la mojigata de la pandilla de ‘Sexo en Nueva York’, Charlotte. La gran Heather Locklear sólo tuvo éxito después de Melrose con ‘Spin City’, porque más tarde intentó triunfar al frente de la serie ‘LAX’ y se la pegó bien fuerte. Eso sí, sus líos amorosos siguen siendo objetivo de la prensa rosa. Tampoco ha tenido mucha suerte Thomas Calabro, que no ha tenido más que papeles episódicos desde entonces.
Con respecto al dúo que más momentos de tensión sexual no resuelta produjo, Billy y Allison, él se retiró de la interpretación y ella, Courtney Thorne-Smith, estuvo mucho tiempo siendo la madre de la familia de la casposa sitcom ‘According to Jim’. Daphne Zuniga además de participar recientemente en ‘One Tree Hill’, fue la madre protagonista de la fallida ‘Beautiful People’ que en España emitió Cosmopolitan. Y en “madre de” en una serie también se ha convertido Laura Leighton, quien interpreta a la madre de Hanna en ‘Pretty Little Liars’.
Y no podemos olvidar que también estuvo allí Alyssa Milano encarnando a Jennifer Mancini antes de hacerse famosa por ‘Embrujadas’. Ella además convivió con Megan Lewis Mancini, interpretada por Kelly Rutherford, es decir, la actriz que hoy día da vida a Lily van der Woodsen, la madre de Serena en ‘Gossip Girl’.
Un remake de poco éxito
La cadena The CW lanzó una nueva versión de ‘Melrose Place’ motivada por la aceptación de la que hizo el anterior con ‘Sensación de Vivir’, su serie hermana. No se trataba exactamente de un remake, sino más bien de una continuación. Volvíamos a ver la vida en los apartamentos de Melrose Place donde había nuevos habitantes, pero también donde volvieron los antiguos inquilinos para continuar con sus vidas, años después del final de la serie original. Esta nueva ‘Melrose Place’ no tuvo demasiado éxito, y tras una única temporada la cadena decidió no renovarla.
La intro
Para terminar este repaso por el recuerdo de la serie, aquí os dejo la cabecera de la serie. Acompañados de esa música instrumental ya mítica, siempre en orden alfabético veíamos pasar a los actores de la serie ante la pantalla, a veces sonriendo directamente a cámara, otras distraídos y en algunas ocasiones como extractos de la ficción.
Pero siempre veíamos en último lugar a Heather Locklear, porque aunque ella era la absoluta estrella de la serie siempre apareció como Special Guest Star. Ella y su divismo. Siete temporadas y 226 episodios después, la serie concluyó y nosotros podemos agradecérselo a la factoría Spelling y la pluma de Darren Star que nos regalaron esta delicia del entretenimiento más mundano.
Ficha Técnica: Melrose Place
Como cada semana, nos toca echar la vista atrás en el tiempo televisivo y rescatar del recuerdo alguno de esas series o programas que en su día nos llamaban a encender la pequeña pantalla y nos tenían pegados al sofá para ver qué nos contaban. Esto es nuestro Nostalgia TV y esta semana le ha tocado el turno a una serie de la FOX de la década de los ’90, ‘Melrose Place‘.
La serie nació como un spin-off de ‘Beverly Hills, 90210’ (conocida en España como ‘Sensación de Vivir’), siendo creada también por la factoría de ese tiburón televisivo que fue el productor Aaron Spelling, padre de otros títulos míticos como ‘Los Ángeles de Charlie’, ‘Starsky y Hutch’, ‘Hotel’ o ‘Dinastía’. No obstante, aunque ‘Melrose Place’ fuese de su productora, quien realmente estuvo a cargo de la ficción como productor ejecutivo fue Darren Star, quien años después nos maravilló con ‘Sexo en Nueva York’. Así, aunque Melrose nace la versión treintañera de la serie anteriormente mencionada, e incluso vemos en los primeros episodios aparecer al personaje de Kelly, pronto toma un tono propio, quitándose de encima las moralejas y buenas intenciones y haciéndose menos aburrida.
Donde residen la locura y la pasión
Lo mejor de ‘Melrose Place’ es que, aunque comenzó de una forma suave, a medida que avanzaron los episodios la historia dio un giro hacia la locura y se quedó asentada en ese estadio. La serie tuvo la suerte de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, y aquella historia de unos chicos treintañeros bienavenidos que convivían en un recinto de apartamentos de Los Angeles, pasó a ser un torrente de pasiones y amoríos con giros enrevesados, rocambolescos y con mucho zorrerío.
Cada vez más, las tramas contaban historias inverosímiles con cegueras temporales, hijos robados, hermanos malvados o periodos en silla de ruedas. No obstante, aclaremos que aquello tenía sentido dentro de la lógica interna de la serie, y aunque las tramas tenían su punto de disparatado, los personajes estaban bien cogidos a su propia realidad. Esto hacía que no quede como una cutre parodia salida de madre, sino como un culebrón desatado y, lo que es mejor, entretenido y altamente adictivo.
Y sí, no es que la locura y la pasión se pasasen por la serie, sino es que literalmente vivían allí. Porque ‘Melrose Place’ toma su título de la calle en la que estaba aquel edificio de apartamentos en el que vivían sus protagonistas, aquel sitio que tanto molaba. ¿Quién de los que haya visto la serie no ha querido vivir allí, en el número 4616? Todos los espectadores nos imaginábamos cómo decoraríamos nuestro pequeño apartamento de Melrose con barra americana, qué tipo de macetas colgaríamos de la baranda o qué bañador luciríamos para salir a la piscina del patio central.
La triada de perras del infierno y otros personajes
Si hay algo que nos ataba a la pantalla para ver Melrose, es eso precisamente que decía, sus personajes. Y aunque a lo largo de sus siete temporadas hubo bastantes personajes recordables, destacan por encima de todo un trío de perras del infierno que dominaron la situación con sus planes malvados, siempre en torno a los hombres y al poder. Hablo de Amanda Woodward, Sydney Andrews y Kimberly Shaw.
Ellas tres tuvieron la serie en sus manos y nos mostraron tres formas distintas de maldad. Amanda era la alta ejecutiva, y desde sus taconazos y sus trajes de falda y chaqueta atemorizaba a los empleados de la agencia publicitaria D&D a la vez que aplastaba a sus rivales con una inteligencia brutal que desembocaba en una lengua viperina. Sydney era la pobre chica, la ingenua, una jovencita llena de ilusiones y deseos que, lejos de dejarse vencer por las adversidades sacaba a la luz su lado más pérfido y orquestaba planes que, desgraciadamente, se le solían volver en contra. Y finalmente Kimberly, era la propia personificación de la locura, quien se dejaba llevar más básicamente por sus instintos pero a la vez sabía ser fría como nadie.
Y lo mejor es que todas ellas se vieron tocadas en un momento u otro de la serie, o en muchos, pero otra perra de igual o mayor calibre, el Doctor Michael Mancini. Él hacía lo que quería con ellas, o lo intentaba, y se enamoraba y desenamoraba de ellas sin ton ni son provocando siempre grandes pasiones, rechazos repugnantes y venganzas memorables. Mancini era un liante, el mal hecho truhán pero en el fondo, un cabrón encantador y querible. Su relación con todas removía los pilares de Melrose (y de la casa de la playa), siendo siempre objeto de las tramas principales.
Pero aparte de esas perras del infierno, también hubo otros personajes en la serie que eran menos malos, o que al menos no sabían serlo igual de bien. Sería imperdonable no dedicarle unas palabras a Allison, la encarnación del bien de la serie. Yo nunca logro empatizar con los personajes que nos venden como buenos, pero Allison siempre me ganó aunque fuese una pesada y a veces algo cargante, lo compensaba con sus épocas de borracha. Tampoco podemos pasar por alto a la encantadora y arisca Jo Reynolds, al macho alpha de la serie, Jake Hanson o a la pesada de Jane Andrews.
¿Qué fue de…?
De todos actores que encarnaron a los habitantes del complejo de apartamentos de Melrose Place, algunos desaparecieron para siempre y otros lograron mantenerse con relativo éxito en otras producciones sin caer en el olvido. Incluso algunos se hicieron todavía más famosos después por otras series, mientras que otros sólo dieron que hablar por sus avatares fuera de la pantalla.
Sin duda alguna, la que más éxito tiene hoy día es Marcia Cross. La actriz que en su día encarnó a la desquiciada Doctora Shaw es hoy día la más desesperada de las amas de casa de Wisteria Lane. Efectivamente, Cross no es otra que la Bree Van de Kamp de ‘Mujeres Desesperadas’. Con ella comparte cartel en la serie de la ABC otro actor que en su día vivió en Melrose, Doug Savant, quien interpretó al chico gay de la serie, Matt, y que ahora encarna al marido de Lynette, Tom Scavo.
Otra que consiguió mucha popularidad fue Kristin Davis, quien tras interpretar durante 30 episodios a Brooke Armstrong, fue vista años después como la mojigata de la pandilla de ‘Sexo en Nueva York’, Charlotte. La gran Heather Locklear sólo tuvo éxito después de Melrose con ‘Spin City’, porque más tarde intentó triunfar al frente de la serie ‘LAX’ y se la pegó bien fuerte. Eso sí, sus líos amorosos siguen siendo objetivo de la prensa rosa. Tampoco ha tenido mucha suerte Thomas Calabro, que no ha tenido más que papeles episódicos desde entonces.
Con respecto al dúo que más momentos de tensión sexual no resuelta produjo, Billy y Allison, él se retiró de la interpretación y ella, Courtney Thorne-Smith, estuvo mucho tiempo siendo la madre de la familia de la casposa sitcom ‘According to Jim’. Daphne Zuniga además de participar recientemente en ‘One Tree Hill’, fue la madre protagonista de la fallida ‘Beautiful People’ que en España emitió Cosmopolitan. Y en “madre de” en una serie también se ha convertido Laura Leighton, quien interpreta a la madre de Hanna en ‘Pretty Little Liars’.
Y no podemos olvidar que también estuvo allí Alyssa Milano encarnando a Jennifer Mancini antes de hacerse famosa por ‘Embrujadas’. Ella además convivió con Megan Lewis Mancini, interpretada por Kelly Rutherford, es decir, la actriz que hoy día da vida a Lily van der Woodsen, la madre de Serena en ‘Gossip Girl’.
Un remake de poco éxito
La cadena The CW lanzó una nueva versión de ‘Melrose Place’ motivada por la aceptación de la que hizo el anterior con ‘Sensación de Vivir’, su serie hermana. No se trataba exactamente de un remake, sino más bien de una continuación. Volvíamos a ver la vida en los apartamentos de Melrose Place donde había nuevos habitantes, pero también donde volvieron los antiguos inquilinos para continuar con sus vidas, años después del final de la serie original. Esta nueva ‘Melrose Place’ no tuvo demasiado éxito, y tras una única temporada la cadena decidió no renovarla.
La intro
Para terminar este repaso por el recuerdo de la serie, aquí os dejo la cabecera de la serie. Acompañados de esa música instrumental ya mítica, siempre en orden alfabético veíamos pasar a los actores de la serie ante la pantalla, a veces sonriendo directamente a cámara, otras distraídos y en algunas ocasiones como extractos de la ficción.
Pero siempre veíamos en último lugar a Heather Locklear, porque aunque ella era la absoluta estrella de la serie siempre apareció como Special Guest Star. Ella y su divismo. Siete temporadas y 226 episodios después, la serie concluyó y nosotros podemos agradecérselo a la factoría Spelling y la pluma de Darren Star que nos regalaron esta delicia del entretenimiento más mundano.
Donde residen la locura y la pasión
- Género: Drama
- Cadena: FOX (1992-1999)
- Emitida en España: Telecinco (1993-2000), Cuatro (2005-2006)
- Disponibilidad DVD: No en España. Sí en EEUU.
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Género: Drama
Cadena: FOX (1992-1999)
Emitida en España: Telecinco (1993-2000), Cuatro (2005-2006)
Disponibilidad DVD: No en España. Sí en EEUU.
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