Un fenómeno prácticamente irrepetible hoy día
Hay series evento todo el rato, pero ya parece más imposible que todos acabemos viendo una misma serie como antaño. Una experiencia colectiva tan marcada que hasta favorecía cambios en la programación de las televisiones, para incrementar la sensación de fenómeno. La proliferación de oferta nos ha hecho tender a buscar zona de conforts que ya no necesariamente conectan con las del resto, y nos llevan más directamente a buscar cosas distintas del medio.
Tampoco es que hubieran consensos sobre qué esperar de determinadas series cuando no dominaba el streaming. En la considerada edad de oro de este arte podíamos encontrar maneras diferentes de experimentar la misma serie del momento, desde los sectores metidos constantemente en Internet para debatir y tratar de resolver misterios hasta aquellos que sólo buscaban seguir las vivencias de un grupo de personajes de los que se encariñó. Una disparidad de experiencias que marcó el fenómeno de ‘Perdidos’.
Tenemos que volver
Una de las series más seguidas y comentadas de este siglo, a menudo por motivos polémicos, y todavía una gran serie de aventuras y suspense con una interesante aproximación. Sus seis temporadas, plagadas de personajes interesantes y varias promesas que no pocos sienten como incumplidas, se pueden ver en streaming a través Disney+, tanto para aquellos más jóvenes que quieran saber a qué venía tanto alboroto como para los que buscan hacer un revisionado que, dicho sea de paso, le sienta mejor de lo que muchos creen.
Un avión comercial vuela sobre el océano Pacífico hasta que una repentina avería provoca un accidente bastante catastrófico. Los supervivientes terminan en una misteriosa isla en la que, poco a poco, van apareciendo fenómenos de difícil explicación. La experiencia de estos personajes estarán marcadas también por sus vidas anteriores al desastre.
La serie une las particulares y casi dispares visiones artísticas de J.J. Abrams y Damon Lindelof, conjuntando el espectáculo ambicioso equilibrado en temporadas de más de 20 episodios del primero con las inquietudes antropológicas y casi espirituales del segundo. Por supuesto también mezcla sus dos tendencias que pueden resultar más irritantes, siendo en el caso del primero la obsesión por los mcguffins y en el segundo la obstinación en dejar que los misterios permanezcan como tales.
‘Perdidos’ y las cosas importantes
Aunque ‘Perdidos’ terminó resolviendo muchos misterios que muchos aseguran que quedaron sin resolver (y hasta hubo capítulos exclusivamente centrados en eso), no faltaron reproches por hacer mucha bola con ellos para luego darles poca importancia al final. Muchos lo defendieron alegando que la serie siempre fue de personajes, que no es del todo incorrecto ya que sus decisiones más interesantes han ido siempre en servicio de desarrollarlos.
Los flashbacks que se terminan convirtiendo en flashforwards y luego en ventanas a otro plano de realidad, los conflictos entre sectores que marcaban capítulos o temporadas enteras. Sus temporadas finales (que cada uno ponga el corte donde quiera, yo lo dejo en las dos últimas) dejan cierta frustración, y no tanto por los misterios como por una apreciable tensión en ir encaminando un clímax que no tienen del todo claro que puedan aterrizar.
Sin crear la catástrofe que muchos aseguraron que fue, ese final deja una sensación mucho más agridulce que el sensacional viaje que fueron las temporadas buenas, todavía esenciales y ejemplo de buena televisión. Con capítulos que siguen siendo emocionantes e imprescindibles y un reparto que igual nunca estuvo más en su sitio que ahí.
En Espinof | Las mejores series de 2024
En Espinof | Las mejores series de Disney+
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 5 Comentarios