Cuatro capítulos llevamos ya de la quinta temporada de ‘Perdidos’ y empieza a quedar claro que, esta vez, los incrédulos van a tener que pensárselo dos veces. Por el momento, cada nuevo episodio de la serie (excepto quizás el segundo, donde hubo más repaso que avances narrativos) está dejando momentos para el recuerdo y apenas hay espacio para el relleno.
No sé si, al término de la serie, los guionistas será capaces de dar una resolución que esté acorde con todas las expectativas creadas, pero, en el fondo, me he dado cuenta de que tampoco me importa. Aunque el final demuestre que ha habido más fuegos de artificio que otra cosa, el trayecto está siendo lo suficientemente divertido, emocionante, sorprendente y digno de comentarse al día siguiente que eso no podrá quitárnoslo nadie.
Está claro que, una vez que se ha cortado de raíz cualquier trama que hiciese divagar la trama general, las piezas que los guionistas van encajando en el puzzle inmenso de ‘Lost’ son para disfrutar. Con la espita de los viajes en el tiempo abierta, empiezan a cobrar sentido muchas cosas de anteriores temporadas y, además, los propios creadores de la serie se divierten jugando a explicar. Sí, digo “jugando a explicar” que no “explicando”, porque, realmente, nos falta tanto por comprender que sólo creemos entender ciertas lagunas.
En estos cuatro capítulos está habiendo muchas escenas ante las que el espectador no puede hacer otra cosa que parafrasear a Sawyer y dedicarle a los responsables de la serie un sonoro y cariñoso “son of a…”. Están jugando con nosotros, claro, pero ya no sólo se contentan con marearnos: ahora nos hacen creer que nosotros también podemos formar parte del juego.
De momento, además los ya habituales guiños premeditados y los cientos de detalles que quedan en segundo plano, cada capítulo de ‘Lost’ deja pistas obvias (o, al menos, lo parecen). Ahora que ya tenemos de vuelta a personajes que habían muerto, ahora que no saber “cuándo” estamos es divertidísimo (aunque a ratos desconcertante) y que incluso podemos intuir de dónde venían las misteriosas voces y susurros que se oían en la isla; ahora, en definitiva, que seguimos tan perdidos como siempre aunque creamos que no, es cuando ‘Lost’ vuelve a ser un hito televisivo absoluto.
En ¡Vaya Tele! | Lost y la vuelta del hijo pródigo