Entre las series más vistas del verano en el cable estadounidense se encuentra 'Longmire', la serie policiaca de A&E, que estrenó su segunda temporada con 4,3 millones de espectadores (se puede comparar con los 2,7 millones que vieron el final de temporada de su compañera de cadena, 'Bates Motel'). Su éxito el año pasado fue un poco una sorpresa porque, entonces, A&E todavía estaba dando sus primeros pasos en esto de la ficción de la producción propia, pero parece que va a consolidarse con sus nuevos capítulos, en los que da la sensación de que vamos a conocer mejor no sólo al sheriff Walt Longmire, sino a varios de los personajes secundarios.
Por ejemplo, en estos tres episodios que hemos visto hasta ahora, Walt ha pasado más tiempo con su ayudante, Vic Moretti, con la que mantiene la relación más entretenida de toda la serie. Al final de la temporada anterior descubrimos que Moretti empieza a preocuparse tal vez demasiado por Walt, y es un tema que, aunque no se ha vuelto a tocar, conforma buena parte de las interacciones entre ellos (siempre por parte de ella). Está también sin explorar del todo la complicada situación en la que se encuentra el matrimonio de Vic, algo que parece que veremos más en detalle próximamente. Pero no os preocupéis, 'Longmire' no va a convertirse de repente en 'Castle'. Walt tiene otros demonios con los que lidiar.
El misterio para la temporada
Las dudas sobre lo que Walt y Henry hicieron en Denver después de que la mujer del primero muriera se van a convertir en el principal arco para toda la temporada. Entre las pesquisas de la hija de Walt y la investigación de ese detective que conocimos al final de la primera entrega, parece que el sheriff lo va a tener realmente difícil para evitar que ese aspecto de su pasado salga a la luz. Con ello, resurgirán también sus sentimientos sobre la muerte de su esposa, que son más de rabia que de tristeza. Y no hay que olvidarse que las elecciones a sheriff están a la vuelta de la esquina, y la relación de Walt con Branch, su ayudante y rival, no atraviesa por uno de sus mejores momentos.
Aunque vamos a seguir viendo casos autoconclusivos, el retrato de las relaciones entre todos los personajes se ha vuelto un poco más complejo. Las cosas que les van pasando informan y cambian sus dinámicas; Walt y Branch se comportan de manera educada pero distante y fría después de todas sus confrontaciones anteriores, y está claro que la carrera para ser elegido sheriff todavía va a acarrear más problemas para Longmire. Ser un solitario no le va a ayudar demasiado en ese aspecto. Esas elecciones, la investigación sobre lo que pasó en Denver y como evolucione Vic van a ser las tres 'patas' sobre las que se va a mover el arco serializado de esta temporada. Por supuesto, Walt continúa siendo el centro de toda la serie, pero es interesante que 'Longmire' se haya propuesto profundizar algo más no solamente en él.
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