Quién me iba a decir a mí que una serie con unas características como las de ‘Limitless’ se iba a convertir en uno de los mejores estrenos de la temporada. Y es que son malos tiempos para el procedimental (en cuanto a consideración crítica, claro; los audímetros y este formato son amiguísimos de la vida). Personalmente nunca los he rechazado por defecto, pero incluso los que he comenzado disfrutando acaban aburriéndome tarde o temprano.
Pero no ‘Limitless’. Ya apunté en mis impresiones iniciales allá por octubre que la serie destacaba en varios aspectos como el trato visual de la narración, el tono cómico de su desarrollo de los casos y el equilibrio entre éstos y la trama principal. Ahora, 22 capítulos después, ya tenemos una visión global y más completa de el buen hacer de Alex Kurtzman, Roberto Orci (ambos de ‘Fringe’) y el showrunner Craig Sweeny (‘Los 4400’).
Cuidar a TODOS los personajes
Brian Finch, como centro absoluto, era el gran pilar sobre el que se sostendría la serie y tanto el personaje como Jake McDorman han estado a la altura. No sólo es que sea divertido y carismático, sino que consigue tener química con prácticamente todos los personajes. Eso unido a lo ingenioso de sus formas cuando está colocado de NZT, a sus horripilantes jerséis y a la naturaleza buena que domina todos sus conflictos internos, hacen que sea un gran protagonista al que seguir.
Pero no sólo Brian es el gran acierto. Los guionistas se han tomado su tiempo para que conozcamos a todos los personajes, para darles entidad, para mostrar que tienen vida más allá de lo que les ocurre en relación a Brian. Les han dado motivaciones, pasado, familia, impulsos, deseos, poco a poco pero de forma constante. Destacaría aquel episodio en el que nos narran desde sus puntos de vista cómo se sienten cuando Brian está bajo los efectos de la droga, pero ha sido una constante en la temporada.
Decía que Brian tenía química con todos los personajes, y me gustaría destacar su relación con Rebecca Harris. Ha sido un soplo de aire fresco que la relación entre ambos sea puramente de amistad, sin forzar otro tipo de química, y ha inyectado mucha verdad a ambos personajes y a lo que su relación suponía en la trama principal.
Morra – Sands – Brian – Rebecca
El esquema de la historia seriada de la temporada ha colocado a Brian en el medio de las dos partes de su vida, haciendo que todo tuviese una dimensión con la que era fácil conectar. Brian y sus dudas, Brian y su dolor por estar mintiendo a su amiga, Brian y su frustración al depender de la inmunidad que le otorgaba Morra, Brian y su desconcierto por lo que realmente quería el senador de él. Eso es el pilar de todos los episodios de la temporada, favoreciendo así al equilibrio conclusivo-seriado del conjunto a la vez que todo el conflicto nace de los personajes y no de los giros argumentales.
Incluso en los capítulos finales, con la trama principal en pleno clímax y llegando a su fin, el foco está en Brian y en el peligro al que decide exponerse tomando la droga para derrocar a Sands y recuperar a Piper. La cosa se ha precipitado mucho al final con todo lo de The Legion of Whom, y personalmente creo que se habría beneficiado de adelantar algo este conflicto y el cambio y traición de Sands.
También me ha chirriado la aparición de Piper con la inyección en la mano. Entiendo y comparto que el dilema de Brian con la inmunidad estaba contado y había que neutralizarlo, pero se me ha antojado algo forzado. Por otro lado, he echado de menos la presencia de Morra en el final, ya que toda la trama principal ha estado siempre referida a él y su presencia habría aportado mucho al cierre del arco de Brian.
Sin embargo, los motivos que comentaba Craig Sweeny en una entrevista con TV Insider me han convencido. Decía que sentían que para que ‘Limitless’ terminase de conseguir una entidad propia al margen de Bradley Cooper y la película, era mejor prescindir de la presencia de Morra en el final. Era nuestra forma de decir: Ey, ahora vamos a nuestra bola.
Los casos, de otra forma
Aunque el desarrollo de personajes sea un gran fuerte de ‘Limitless’, el otro factor esencial es la originalidad con la que abordan los casos semanales en cada capítulo. Nos han sorprendido una y otra vez con formas diferentes de plantear los crímenes y la resolución, todo gracias a pasarlo por el filtro tripi de Brian y su verborrea. Y lo sorprendente es que no ha bajado el nivel de ocurrencia en ningún momento de los 22 episodios de la temporada.
De alguna forma, sea con fantasías en la cabeza de Brian, con homenajes a películas (memorable el de ‘Todo en un día’) o códigos visuales diferentes, cada capítulo consigue tener entidad propia y destacar sobre todo lo anterior (y lo siguiente). Y, sobre todo, destacar en comparación con otros procedimentales criminales más tradicionales.
Hasta la chorrada más chorra (aquello de cambiar los datos desagradables por nombres cuquis es un ejemplo) inyecta ese punto de ocurrencia y diversión al capítulo. Este elemento del formato tiene otra ventaja y es que favorece que el espectador se involucre. Juegan con nosotros constantemente y sentirse parte de algo es muy valioso para seguirlo con interés.
En fin, queda claro que ‘Limitless’ es uno de los estrenos que más he disfrutado esta temporada y que está entre mis favoritas actuales por méritos propios. Por sus estupendos personajes, guiones juguetones y la relación tan equilibrada entre lo conclusivo y lo seriado. Aunque empezó fuerte, los datos de audiencia se fueron desinflando y CBS aún no ha anunciado su renovación. Crucemos los dedos.
En ¡Vaya Tele! | Nuestros 17 estrenos favoritos de la temporada 2015/16
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