Laura (Joanne Froggatt) es una profesora de un colegio británico que tras romper una relación de varios años decide darse una oportunidad y acepta una cita con Andrew (Ioan Gruffudd), padre de uno de sus alumnos, un cirujano exitoso guapo y elegante. Parece que la cita ha sido perfecta pero a la mañana siguiente la profesora afirma que Andrew la ha violado, con esta premisa se inicia un juego donde tendremos que descubrir quien dice la verdad.
Esta es la sinopsis de 'Liar', la miniserie de seis episodios coproducida por la cadena norteamericana Sundance TV y la británica ITV la cual ha resultado ser un éxito entre los espectadores británicos y en octubre se confirmaba su renovación para una segunda temporada.
Si esta sinopsis os ha resultado atractiva, que no cunda el pánico, si no habéis estado atentos desde el pasado septiembre la podemos encontrar en el catálogo, cada vez más amplio, de HBO España.
En esta producción no vamos a visionar una serie de drama e intriga al uso donde las piezas del puzle se nos presentan casi en su totalidad resueltas y la ficción pueda sorprendernos en su forma pero no en su fondo. En esta ocasión las piezas se encuentran desordenadas desde el inicio y nos va a costar situarlas en el sitio correcto, al menos durante los tres primeros episodios. Además del juego que se nos propone cuenta con elementos novedosos en el ‘qué’ y ‘cómo’ se cuenta la historia.
'Liar': la versatilidad hecha serie
En ‘Liar’ tenemos dos series diferentes, a partir de su ecuador cambia completamente el tono, goza de gran versatilidad pero sin perder nunca su eje, siempre gira en torno al tema central.
En una primera parte se narra ese primer encuentro y la posterior acusación de Laura muy puesta en duda por casi todo su entorno, es casi una lucha titánica para ella recordar todo lo sucedido y poder demostrar su verdad. Si hay un elemento que unifica en su totalidad a todos los sectores de la población sean de la clase que sean es la duda que se cierne sobre cualquier acusación de abuso sexual en cualquier grado.
Los tempos y los episodios dirigidos a desmenuzar la psicología de los dos personajes están tratados de una manera idónea y en las primeras fases de la serie se traslada al espectador esa duda, dónde en un mismo episodio puedes cambiar tu percepción varias veces sobre quien está contando el relato verídico.
A partir de aquí... SPOILERS
Una vez se confirma quién miente la serie cambia de tercio y nos empieza a contar algo diferente.
A lo largo de los primeros episodios encontramos pinceladas de la perfección impostada de Andrew, ciertas miradas o actitudes que le delatan, sobre todo en su figura como padre, por mucho que se lo proponga para no levantar ninguna sospecha no puede ser tan perfecto en todos los ámbitos de su vida.
La sutileza en el tratamiento del personaje masculino en los primeros episodios con la histeria y casi neurosis de Laura acentuada se elimina y ese cambio radical demostrando la naturaleza de depredador sexual de Andrew juega a favor de obra, la necesidad de mostrar mucha información y tramas no son un lastre para el desarrollo del argumento si no que lo enriquece.
El núcleo y el punto más interesante de la serie es la representación de la mujer, mostrando de una manera muy potente la necesidad de venganza y justicia de Laura, es una ficción con tintes en muchas ocasiones excesivos pero que ayudan a transmitir un mensaje claro; lucha por tu testimonio y por defenderte.
No trata de hacer hincapié en el dolor ni en la debilidad, ni en lo relevante de pasar página si no de demostrar la verdad, en una sociedad que juzga solo con mirar y aun más al género femenino.
Gracias a esa búsqueda de justicia nos encontramos con un final de temporada que plantea la trama principal para una segunda entrega donde esperemos que no pierda su esencia y no caiga en los tópicos del thriller.
