Si por algo se está caracterizando esta temporada televisiva es por la tibieza de los resultados de audiencia de los estrenos de ficción. De ninguno de ellos se puede hablar como un éxito, aunque tampoco haya habido fracasos estrepitosos. Eso no ha impedido que alguno haya renovado por una segunda temporada a pesar de no superar la media de la cadena.
Sin embargo, las series asentadas continúan en plena forma. Aunque alguna de ellas haya experimentado un descenso de audiencia esta temporada, siguen estando muy por encima de los nuevos estrenos. Tanto Hospital Central (26,1% de share) como El Comisario (23,4%), Cuentame (21,5%) o El Internado (18%) se han asentado con shares superiores a los medios de sus respectivas cadenas (si tomamos como referencia los datos de octubre). Por el contrario, entre las nuevas series, sólo Cuestión de sexo (10,3%) supera claramente la media la cadena que la emite (7,4%). De Gominolas es pronto para hablar, ya que en sus tres emisiones ha tenido resultados muy dispares. El resto (Desaparecida, Herederos, La familia Mata, El síndrome de Ulises y Hermanos y detectives) sólo igualan o se sitúan ligeramente por debajo de la media de sus cadenas. Por último tenemos el caso de RIS, el único en el que puede hablarse de fracaso, ya que con su 15,3% se queda muy lejos del 21,5% que promedia la cadena.
Curiosamente en Estados Unidos se está produciendo un fenómeno parecido, ninguna de las nuevas series puede consierarse un éxito rotundo de audiencia pero, a pesar de ello, muchas de ellas están consiguiendo la renovación por una temporada completa. Los rankings semanales de espacios más vistos siguen ocupados por los consolidados éxitos de siempre: CSI, Anatomía de Grey, Mujeres Desesperadas o House.
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