Desde hace unos años, estamos viviendo un renacer muy interesante del género fantástico y de ciencia ficción en la televisión. Las nuevas series que se encuadran en dichos géneros no siguen la línea más optimista de la ciencia ficción de los 60, tipo Star Trek, sino que se mueven por los mismos impulsos que provocaron la aparición de las grandes novelas del género a finales del siglo XIX y reflejan la sociedad y el mundo contemporáneo aunque estén ambientadas en el futuro. Este punto de vista sostenido por el diario inglés The Guardian no anda desencaminado, y utiliza tres series actuales para ejemplificarlo.
Tanto Héroes, como Perdidos y Battlestar Galactica son hijas del siglo XXI y reflejan el estado de desconcierto e inseguridad en el que está sumido el mundo (o, más bien, Estados Unidos) desde el 11 de septiembre de 2001. Personas normales desarrollan determinados poderes ante un riesgo inminente, otras se encuentran atrapadas en un mundo con otras reglas en el que su supervivencia depende del grado de confianza que tengan en los otros, y los terceros son perseguidos por unas máquinas que ellos mismos crearon y deben decidir si vivir bajo el miedo y la amenaza justifica saltarse cualquier principio legal y moral.
La próxima temporada, las cadenas estadounidenses estrenaran un buen número de series de este género que abarcan viajes en el tiempo (Journeyman y el remake de Life on Mars, si sale adelante), los temás clásicos del terror, como los vampiros (Moonlight) o los extraterrestres (Them) y los humanos con superpoderes (Bionic Woman). El momento en el que vivimos no se diferencia mucho del final del siglo XIX, en el que las revoluciones y las guerras coloniales "parieron" clásicos como La guerra de los mundos, o de la paranoia de la Guerra Fría, que posibilitó La invasión de los ladrones de cuerpos.
Todas estas series reflejan aspectos de nuestra sociedad, ya sea la desconfianza hacia los que son diferentes, la dificultas por encontrar nuestro lugar en el mundo o esa omnipresente "guerra contra el terror" y, tal vez por eso, y por tratar a sus personajes de una manera realista, han conseguido atraer a un público más amplio. De un modo u otro, el artículo de The Guardian cita, finalmente, cinco series de ciencia ficción y fantasía que se encuadran en esta vertiente más clásica, si queremos llamarla así, del género, y que son la reimaginación de Battlestar Galactica, Buffy, la cazavampiros, Firefly, Expediente X y las últimas encarnaciones de Doctor Who.
Vía | The Guardian