El "culpable" de todo el revuelo ha sido el bloguero de televisión de Los Ángeles Times, Tom O'Neill. A través de Gold Derby, va contando y comentando todo lo que se cuece alrededor de los premios otorgados en la industria del entretenimiento, desde los Oscars a los Grammy. Ha hecho un seguimiento de las campañas de promoción orientadas a los Emmy de las principales cadenas de televisión y, en cuanto empezó el proceso de votación, solicitó formalmente a la Academia que publicara las listas de las series y los actores que pasaban a la fase final. En esa fase final, los académicos se reúnen, durante todo un fin de semana, en un hotel de Los Ángeles. Allí se proyectan los capítulos enviados por cada candidato, en virtud de los que se votan las nominaciones finales.
La Academia desechó la propuesta de O'Neill de abrir ese proceso de votación al público, pero éste se las ingenió para que varios de los académicos que estuvieron presentes en las proyecciones le contaran quiénes habían sido los 10 candidatos en cada categoría. La filtración ha enfurecido a la Academia, pero no así a la industria. Los responsables de las campañas pre-Emmy de las cadenas por cable, por ejemplo, consideran muy interesante que esos pre-nominados sean públicos, porque así saben si sus esfuerzos han resultado, por lo menos, en que sus series pasen el primer corte. La sensación que se extiende entre el sector es que la Academia tiene algo que ocultar, y el hecho de que las cadenas que retransmiten la ceremonia copen las nominaciones no hace más que alimentar esas sospechas.
Vía | Gold Derby En ¡Vaya Tele! | Filtrada la primera lista de candidatos a los Emmy