Las chicas de oro, Nostalgia TV


“Imaginad. Sicilia, 1940.” Sólo esa frase es suficiente para recordar Las chicas de oro, una de las mejores telecomedias que se han hecho nunca y todo un hito de la televisión de los 80. Emitida por la NBC entre 1985 y 1992 (en España, la estrenó TVE y hace unos años la repitió la ya difunta Localia), seguía a cuatro mujeres que pasaban de los 50 y compartían casa en Miami. La idea, que a priori no parecía la más apropiada para triunfar, fue recompensada con multitud de premios, incluyendo dos Emmy a la mejor comedia (en 1986 y 1987).

Es, también, la única sitcom, junto con Will & Grace y All in the family, en la que todos sus intérpretes han ganado el Emmy a mejor actor (actriz en este caso) cómico. ¿Qué era lo que tenía para triunfar? Cuatro actrices con un dominio del ritmo de la comedia insuperable y unos diálogos inteligentes y muy divertidos que son la principal razón por la que ‘Las chicas de oro’ ha envejecido con mucha más dignidad que otros emblemas de la tele de los 80, como Luz de luna.

La responsable de poner en pie el proyecto, que se le ocurrió a un ejecutivo de la NBC al ir a visitar a una anciana tía suya, fue la experta guionista de comedia Susan Harris, que creó a cuatro mujeres mayores solteras (Sofía, Blance y Rose eran viudas, y Dorothy estaba divorciada) para las que hablar sobre sexo, sus relaciones con los hombres, el trabajo o la familia no era nada extraño, aunque sí era revolucionario en un panorama televisivo en el que las mujeres en la tercera edad no podían ser otra cosa que abnegadas abuelas (no es que haya cambiado mucho el asunto). Las cuatro se presentaban en unos títulos de crédito ya históricos.

Cada tenía una característica que las definía, y por la que son recordadas, desde las tácticas para ligar de Blanche (que recordaba su juventud como si fuera una obra de Tennessee Williams), a las discusiones entre Dorothy y Sofía (completadas con la amenaza de que Sofía iba a acabar en Prados Soleados) a las absurdas historias de Rose y St. Olaf. Tal vez sean ésas historias y el sarcasmo de Sofía lo más recordado de una serie cuyos diálogos funcionaban casi siempre con precisión matemática.

A lo largo de sus siete temporadas, las discusiones y las charlas de Beatrice Arthur, Rue McClanahan, Betty White y la ya fallecida Estelle Getty fueron escritas por guionistas que luego se harían conocidos por sus propias series. De ‘Las chicas de oro’ salieron Marc Cherry, creador de Mujeres desesperadas y Mitch Hurwitz, creador de Arrested development, y el padre de Joss Whedon, Tom, escribió también unos cuantos capítulos. Entre todos lograron momentos como los de este recopilatorio que emitó TVE en La imagen de tu vida, el programa que recordaba sus 50 años de vida.

La serie finalizó en 1992, después de que Beatrice Arthur, que interpretaba a Dorothy, pidiera dejar el programa. Llegó a tener un spin off, Nido vacío, que siguió durante siete temporadas las evoluciones de un pediatra viudo y sus hijos, vecino de las chicas de oro, y en la que participaba de vez en cuando Estelle Getty. Y también vio varias adaptaciones internacionales, incluyendo Juntas, pero no revueltas, la versión de TVE puesta en pie por Antonio del Real y con Kiti Manver, Mónica Randall, Mercedes Sampietro y Amparo Baró en la versión patria de Sofia Petrillo. Sólo duró 12 capítulos. Pero es que tenían difícil superar diálogos como éstos. “¿Quién es la más golfa?”

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