'Las 4 estaciones de las chicas Gilmore', siempre está bien volver a Stars Hollow

Nueve años después de que 'Las chicas Gilmore' emitiera su último episodio en The CW, Netflix las recupera con una temporada especial, compuesta por cuatro episodios de una hora y media cada uno, que recorren las cuatro estaciones de un año en la vida de Lorelai, Rory y Emily Gilmore. Es un regreso no sólo a ese Stars Hollow tan particular, sino que también es la vuelta de Amy Sherman-Palladino a la serie que creó, después de haberla abandonado en la penúltima temporada por problemas con el estudio para renovar su contrato.

Eso quiere decir que, si nos parece que estas nuevas 'Las chicas Gilmore' aplican fanesia con la séptima temporada, no es nada extraño, y que tendremos, por fin, aquellas últimas cuatro palabras que Sherman-Palladino dijo que siempre había tenido en mente para cerrar la serie. Las escucharemos en el episodio dedicado al otoño, el último de este revival, uno que disfrutarán mucho más los que sean más fans de las Gilmore y sus pequeñas excentricidades.

La sombra de Richard

No es ningún spoiler, ni ningún secreto, señalar que 'Las 4 estaciones de las chicas Gilmore' está dominada por la sombra de Richard Gilmore, o lo que es lo mismo, del actor Edward Herrmann, que falleció en 2014. Su recuerdo incluso era muy importante en la reunión por el 15º aniversario del estreno que se celebró en el Festival ATX, el año pasado, y en toda la promoción del revival, tanto Lauren Graham, Alexis Bledel y Kelly Bishop como la propia Sherman-Palladino han expresado siempre lo mucho que se echa de menos su presencia.

Esa sensación queda también clara en los nuevos episodios (de los que hemos podido ver los dos primeros, correspondientes al invierno y la primavera). Richard era muy importante en la dinámica familiar de los Gilmore, funcionando en ocasiones como un nexo de unión entre Lorelai y Emily cuando atravesaban sus momentos más complicados. Su muerte, precisamente, añade una nueva dificultad en esa relación maternofilial, y también ejemplifica los momentos vitales de las tres protagonistas.

Porque son las mujeres Gilmore, como siempre, las que centran la historia. Las tres se encuentran en una encrucijada emocional que adquiere una índole diferente para cada una de ellas. Rory ya ha pasado la treintena pero no acaba de encontrarse a gusto consigo misma, Lorelai está más cerca de los 50 y empieza a replantearse algunas cosas, y para Emily, quedarse viuda sacude hasta los cimientos todo su mundo. Esa crisis de Rory y el serio conflicto entre Lorelai y Emily impulsan estos dos primeros capítulos.

Stars Hollow sigue como siempre

La primera mitad de 'Las 4 estaciones de las chicas Gilmore' funciona a rachas. Hay cosas que no terminan de encajar del todo en la trama de Rory, por ejemplo, y la voluntad por recuperar todos los guiños posibles a la serie original provoca a veces apariciones de personajes un poco forzadas. Cuando el revival apela a la nostalgia sólo por sí misma, cojea ligeramente, pero sí acierta al tratar cómo el paso del tiempo afecta a su trío protagonista.

Los fans más entregados a Stars Hollow disfrutarán bastante este regreso al pueblo, porque no ha perdido ni un ápice de sus costumbres peculiares ni de su encanto. Si no se ha visto la serie, quizás cueste más entrar en la propuesta de diálogos veloces y ligera excentricidad de 'Las chicas Gilmore', y se perderá ese componente de "¿qué he hecho con mi vida en todos estos años?" que resulta muy importante para el punto de partida de esta temporada especial.

Pero para los fans es una experiencia muy disfrutable. Reencontrarse con las referencias pop de Lorelai, con las absurdeces de Kirk, con la relación especial entre Lorelai y Rory, con Paul Anka... Incluso aunque algunos cameos se vean metidos con calzador, y otros los veamos mucho menos de lo que nos gustaría, el regreso Stars Hollow no es un tiempo perdido. 'Las 4 estaciones de las chicas Gilmore' es más como aquellas tv movies de reunión de series de éxito, pero consiguiendo transmitir parte de la magia de la serie original.

El ritmo de los diálogos se mantiene, por ejemplo, y Lauren Graham vuelve a enfundarse el traje de Lorelai como si no hubiera dejado de hacerlo en la última década. Su química con Alexis Bledel también sigue ahí, como su dinámica con Kelly Bishop, y lo que sí puede distraer es cómo ha pasado el tiempo por Scott Patterson o Sean Gunn. Y, aunque los capítulos duren una hora y media, para los fans no se hacen largos.

En ¡Vaya Tele! | Así se ven las nuevas 'Las chicas Gilmore' en Netflix