'La peluquería' no arriesga: humor costumbrista y familiar para la nueva serie de TVE

El verano es una época rara para la televisión. Se consumen menos programas y series y las cadenas guardan sus armas más fuertes en espera de la competitividad máxima que llegará en septiembre. Pero no es así en todos los casos. También es momento para probar productos nuevos, que quieren hacerse un hueco. Ése es el caso de 'La peluquería', la nueva oferta de TVE.

La nueva serie de humor se estrenó con un dato no demasiado halagueño, un 8,5% que baja hasta casi un punto los registros del programa de Javier Cárdenas, 'Hora punta', que se despidió el pasado jueves con un 9,2%, precisamente, para dar paso a este nuevo contenido que quiere casar con lo que la audiencia busca en verano (supuestamente). Eso sí, en su segunda emisión, 'La peluquería' bajó un punto, hasta el 7,3%, lo que no son muy buenas noticias para la ficción.

El target familiar de la serie

El humor en el access prime time tuvo su época dorada en nuestra tele. 'Camera café' era un espacio que hacía muy buenas audiencias. Pero que además, tenía el apoyo de la crítica. Algo que no consiguió otro espacio de éxito como fueron 'Escenas de matrimonio'. Apostar por una comedia parece, a priori, una buena idea, sobre todo para la tele pública.

Se trata de un contenido relajado, familiar, con un tono blanco, que quiere ser divertido, que no busca alardes de guión o realización, sino un entretenimiento sin muchas complicaciones. Ahora bien, ¿es esto suficiente para enganchar a la audiencia? La complejidad de la parrilla española está siempre presente en estas cuestiones. La obligatoriedad de salir de las series nicho para llegar a un amplio target encorseta a muchas ficciones. Sin permitirle traspasar ciertos límites.

Un escenario único para muchos personajes

En 'La peluquería', nos encontramos una serie en la que el presupuesto está medido y cuantificado. Un espacio único, como es una peluquería de barrio, un punto de encuentro para muchos personajes que quiere ofrecer el contexto necesario para ubicar un universo extenso.

Se trata de un negocio familiar y es en la familia en la que recae el peso esencial de los conflictos. Una familia a la que se unen las vicisitudes de sus trabajadores, que se acaban convirtiendo en miembros más de la manada. Uno de los puntos fuertes de la serie es precisamente, un casting que nos trae a algunos de los actores de comedia que más conocemos.

Los caracteres y personalidades de cada uno se mostraron desde el minuto uno, queriendo marcar el conflicto, sin dudas sobre qué papel va a jugar cada uno en el marco de la serie. Tenemos a Juanjo Cucalón como el malhumorado padre de familia al que le será imposible controlar el gasto del negocio. Y a Chiqui Fernández como la emprendedora ilusionada en su nuevo proyecto.

Los estereotipos usados sirven para colocar las piezas rápidamente y que no haya género de duda sobre lo que vamos a encontrarnos. Aunque, personalmente, un punto más de sorpresa y acidez sí me gustaría para esta serie. En la trama de los flyers que vimos en el estreno, por ejemplo, la resolución de la trama era un giro que utilizaba el mismo recurso que ya se había usado como detonante, una redundancia que no aportaba mucho más.

Tramas clásicas en 'La Pelu'

'La peluquería' es una serie de sketches de un estilo muy clásico, quizá demasiado, porque dificulta que los giros acaben de sorprender al espectador. Muchos de sus conflictos se basan en las tramas laborales con los empleados y los clientes. Pero también en la guerra de sexos entre las disputas que protagoniza un matrimonio de esos que, en el fondo, se quiere. Además de otros elementos que sirven para el cliché de lo que es un negocio de este tipo.

El tema de los "cotilleos", una de las referencias del imaginario colectivo de una peluquería, ha estado ya bastante presente con un par de tramas destinadas a ellos. También tenemos las omnipresentes e infalibles tramas amorosas que, de momento, se encauzan en la tensión sexual no resuelta.

Hemos de destacar la presencia de Fernando Gil en el segundo capítulo, que parece actuar como un nuevo catalizador. El potencial cómico del actor es innegable, y las tramas en las que ha participado focalizan en él casi como si no quedara otra opción. Su personaje es un gran peluquero que ha peinado a estrellas de toda índole y que ahora (no queda muy bien justificado por qué) decide comenzar a trabajar en un negocio mucho más modesto.

El futuro de la serie

'La peluquería' tiene un difícil camino en TVE. Hacer humor para todos los públicos es complicado. Aún así, tiene la oportunidad de emitirse en verano, donde competencia muy dura como 'El Hormiguero' se va de vacaciones. Realmente, para TVE resultaría muy positivo encontrar un formato de comedia que le funcionara, después de que otro espacio que también quería ser blanco como 'El hombre de tu vida' no consiguiera enganchar a la audiencia. El verano puede servir para consolidar nuevos formatos, como ya sucedió con 'First Dates' en el access de Cuatro el año pasado.

Sin duda, uno de los referentes con los que se va a comparar esta serie es 'Gym Toni LC', la ficción cancelada y después resucitada gracias a las audiencias logradas en FDF. La idea es similar, un negocio de barrio lo suficientemente popular como para que pueda congregar a todo tipo de personajes. Eso sí, el tono es bastante diferente, pues donde 'Gym Toni' apuesta por ser más irreverente, 'La peluquería' busca conectar con un público de gustos más amables. ¿Conseguirá vencer la batalla por la audiencia?

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