La madeja de Perdidos se empieza a desenredar

¡Peligro Spoiler!: Esta entrada puede contener spoilers (revelaciones de la trama) de la cuarta temporada de Perdidos. Léela bajo tu propia responsabilidad.

Esta noche, la cadena ABC emite el cuarto episodio de la cuarta temporada de Perdidos, que al parecer estará centrado en Kate, por lo que a lo mejor nos dan alguna pista sobre quién es ese "él" que ella le menciona a Jack al final de la tercera temporada. En lo poco que hemos visto hasta ahora, está claro que haber fijado una fecha definitiva para el final de la serie le ha sentado muy bien, lo mismo que las temporadas acortadas de 16 episodios. Perdidos siempre ha sido una serie cuyas temporadas empiezan despacio, para pisar el acelerador a partir del capítulo 13 ó 14 y terminar por todo lo alto en el 24. Con 16 capítulos, no hay tiempo para presentaciones tan largas, y entramos directamente al meollo de la cuestión.

Uno de los lugares comunes que más persistentemente se asocian con la serie y que, a mi entender, está resultando menos cierto es ése de que sólo se plantean preguntas y no hay ninguna respuesta. ¿A qué tipo de preguntas nos estamos refiriendo? ¿A que nos cuenten directamente el final? Sí, hay un montón de pequeños detallitos que aparecen un momento y luego parece que los guionistas se olvidan de ellos (¿recordáis a Adán y Eva?), pero se están ofreciendo respuestas o, al menos, indicios de dichas respuestas. El mejor ejemplo de esto es el experimento de Daniel Faraday y el cohete que llega a la isla con 31 minutos de retraso.

Ya en la segunda temporada, cuando Sayid y Jack empiezan a estudiar la escotilla, Sayid se da cuenta de que hay zonas con una fuerte atracción magnética (si yo no recuerdo mal, la llave del maletín de las pistolas, que Jack lleva al cuello, es atraída enseguida por las paredes). Desde el principio también son constantes las referencias a barcos y aviones que se desvían de su rumbo (al fin y al cabo, las brújulas se guían por el polo norte magnético) y Ben es muy claro en ese aspecto con Michael cuando le cede el barco para que escape con Walt.

El experimento de Faraday no hace sino confirmar definitivamente que la isla es una anomalía electromagnética en la que, de algún modo, el tiempo discurre más lento que en el mundo exterior y que constituye en sí misma una suerte de "universo paralelo" con unas capacidades tales, que personajes de muy diversa condición quieren dominarla y utilizarla en su provecho. No olvidemos tampoco lo que le dice a Rose el curandero australiano al que visita con la esperanza de que cure su cáncer; que en el mundo hay determinadas zonas que son "lugares geológicos de poder".

En Perdidos hay que dejarse llevar, disfrutar de la montaña rusa que nos propone. No se le pueden pedir soluciones a una serie cuya razón de ser es el enigma. Por otro lado, tengo mis dudas de que el tema esté ahora más embrollado que al principio. Ahora es cuando estamos empezando a ver pinceladas del gran cuadro, de lo que está pasando en realidad.

En ¡Vaya Tele! | Perdidos... en el tiempo

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