Que la NBC no es una de las cadenas punteras, en cuanto a audiencia, de las generalistas estadounidenses no se le escapa a nadie. Porque los números de The CW salvan al canal del pavo de estar el último, que si no, ése sería su lugar sin ninguna duda. Lejos quedan ya los tiempos de aquella programación arrasadora de los jueves por la noche, donde la mera mención de Friends, Frasier, Seinfeld y Urgencias hacía temblar a sus competidores. La decadencia empezó con el final de 'Friends', pero es que, esta temporada, la situación debe ser una de las peores de los últimos tiempos.
Si dejamos de lado la enorme repercusión que están teniendo con las parodias de Sarah Palin, a cargo de Tina Fey, en Saturday Night Live (que podrían dar un necesitado empujón a las audiencias de 30 Rock, que estrena su tercera temporada el próximo 30 de octubre), la NBC tiene muy poco que celebrar. A falta de ver qué tal le fue ayer a My own worst enemy, la serie con Christian Slater que se emitirá después de Héroes, ninguno de sus estrenos ha funcionado bien y, para colmo, se han llevado unos palos de los críticos realmente brutales.
Las nuevas versiones de El coche fantástico y Kath & Kim (remake de una serie australiana) han sido calificadas por los críticos como las dos peores series del año, y la segunda, además, no siquiera logró una audiencia que pueda mantenerla. Los periodistas le recuerdan a Ben Silverman, fichado hace un par de temporadas para que llevara la división de entretenimiento, el fracaso de público y crítica el año pasado de La mujer biónica y su incapacidad para conseguir reflotar el canal después del despido de Kevin Reilly (que está en Fox).
Estos malos resultados de casi todas las series nuevas o con sólo un par de temporadas a sus espaldas (y de Héroes) puede ser la excusa para que programas del pasado otoño, afectados por la huelga de guionistas, tengan todavía algo de esperanza en medio de la bajada generalizada de audiencias. Chuck y Life, por ejemplo, siguen gozando del favor de algunos críticos, y tal vez eso pueda ser su tabla de salvación, a lo Friday Night Lights.
En ¡Vaya Tele! | Las audiencias en EE.UU. se desploman