La ficción española fuera de la gran ciudad

Estamos acostumbrados a que nuestras series nacionales transcurran en una gran ciudad que, normalmente, suele identificarse con la capital, es decir, Madrid. Ojo, no se trata de que sólo en esta ciudad puedan pasar cosas emocionantes o intrigantes, sino que, más bien, las historias parecen tener mayor facilidad de desarrollo en un universo urbano, que permite muchas posibilidades de acción.

Pero también existen un grupo de ficciones, de buenas historias, que no suceden en un gran núcleo urbano, sino que se centran en otros espacios y localizaciones para aprovechar las posibilidades que una zona rural, costera o más recóndita puede otorgarle. A continuación, un repaso por algunas de las ficciones que han girado sus ojos hacia núcleos de población un poquito diferentes.

'El príncipe'

'El príncipe' es la última gran apuesta de Telecinco y una serie que, de momento, le está dando unos buenos frutos que la ficción de Mediaset recibe como agua de mayo. Esta producción nos lleva hasta el barrio de Ceuta El Príncipe Alfonso, un lugar situado cerca de la frontera con Marruecos, lo que le carga inmediatamente de unas connotaciones sociales y políticas muy complejas e interesantes para ser tratadas por una ficción. Eso sí, la mayoría de las secuencias no han sido rodadas en este lugar, sino en localizaciones que para la productora resultaban más sencillas de abordar.

'Gran Hotel'

El maravilloso Palacio de la Magdalena, en la ciudad de Santander, fue la fachada y emblema más reconocible de una de las series españolas más populares de los últimos años. 'Gran Hotel' la serie de Bambú Producciones para Antena 3, se hacía fuerte en este espacio, cuyos secretos y recovecos lo convertían en un personaje más. Una ficción que se llevaba a un entorno más rural y que tenía a la ficticia Cantaloa, el pueblo más cercano al hotel, como protagonista de otros momentos de la historia.

'La señora'

Esta serie de Diagonal TV para TVE, uno de sus primeros éxitos a nivel nacional, nos trajo una historia que se grabó en Asturias. Con los pozos mineros siempre como telón de fondo, con estupendos paisajes y el bravo mar adornando los momentos más carismáticos, para no pillarse los dedos, se hablaba de una pequeña ciudad de provincias del norte, en el que todo el encanto del lugar se usaba magistralmente para crear un universo realista pero lleno de romanticismo.

'El secreto de Puente Viejo'

Una de las series de mayor éxito en la actualidad, a la que tal vez muchos no prestan atención por tratarse de una ficción de tardes, como si esto no significara precisamente que es mucho más compleja de escribir y rodar, nos trae un pequeño pueblo llamado Puente Viejo, una localización ficticia que se encontraría en el interior del país. Cuando se habla de los pueblos de alrededor se nombran tanto localidades de Castilla y León como poblaciones de Albacete u otros lugares de Castilla-La Mancha. En fin, el encanto de este pueblecito está por encima de una localización certera.

'Luna, el misterio de Calenda'

Otra ficción que nos llevaba a una pequeña localidad que, aunque con nombre ficticio, parecía que nos situaba en la mitad norte de la península. Y es que, aunque no se quiera hablar claramente de una localización, cuando sabemos que los rodajes se han producido en lugares como Salamanca, Segovia o Ávila, es difícil que no asociemos los paisajes y la arquitectura del lugar con esas localidades que nosotros mismos seguramente hemos visitado en alguna que otra ocasión.

'Gran Reserva'

Muchos hablaban de ella como de la 'Falcon Crest' española. Sus referencias a la cultura del vino y la importancia de esta industria en cada una de las tramas de 'Gran Reserva' nos situaban en La Rioja, y la importancia de los paisajes, con esas "cortinillas" que nos mostraban partes del proceso de producción del vino, marcaron enormemente el carácter de la serie. El lugar era nombrado por los personajes como La Siesta, un nombre sugerente y evocador que podría hacer referencia al verdadero Briones, la localidad en la que se grabaron muchas secuencias.

'Tierra de lobos'

El tiempo y el espacio jugaban "mágicamente" en esta serie que parecía un western pero que transcurría en un lugar de nuestro país en pleno siglo XIX. Y, de nuevo, la pregunta es, ¿dónde se supone que estamos? Los hermanos Bravo venían desde Portugal y se hablaban de otras localizaciones como Toledo. El aspecto terroso y dorado de la serie, su interés por mostrar espacios "desérticos" han inducido a muchos a pensar que la acción se situaba en el sudoeste de nuestro país, eso sí, muy alejado de las localizaciones más verdes y del norte que hemos visto en otras series de las que ya hemos hablado.

'El internado'

¿Dónde estaba el internado Laguna Negra, fantasmal escenario en el que sucedían tantos fenómenos paranormales? Precisamente, la no-identificación de un espacio concreto se hacía en esta serie más importante que en muchas otras, para que la sensación de desubicación y pérdida llegara también al espectador. Pero, como en tantas ficciones, los creadores nos dejaron pequeñas pistas sobre cuál podría haber sido la localización real de un lugar como éste. El dato más claro es que en la provincia de Soria existe efectivamente una laguna Negra, aunque periódicos salmantinos y referencias a la Comunidad de Madrid, ayudarían a que este misterio nunca pudiese aclararse del todo.

'Punta escarlata'

'Punta escarlata' fue una serie que tal vez no tuvo la repercusión que merecía y que finalizó después de su primera temporada. Se trataba de una producción de Telecinco que tenía a Carles Francino y Antonio Hortelano como protagonistas. Es de esas series que comienzan a anunciarse con un "próximamente" que se convierte en una palabra un tanto descorazonadora, pues tarda demasiado en materializarse. La historia, un thriller bastante interesante, sucedía en un pueblo costero llamado Punta Escarlata, en el que sus habitantes formaban una curiosa comunidad que guardaba muchos secretos.

Bonus: 'Verano azul'

Me permito girar la vista bastante atrás para hablar de una serie que ha marcado para siempre a generaciones de televidentes y que ha introducido numerosos elementos en la cultura popular de nuestro país. Hablamos de la pandilla de chicos que vivían un verano inolvidable en el que la transición a la edad adulta resultaba estimulante pero también traumática. De la misma forma, el pueblo de Nerja, en Málaga, pasó a ser un lugar enormemente turístico. La población, marcada para siempre por el rodaje de la mítica serie, le ha rendido homenaje en numerosas ocasiones. Existen rutas para conocer los lugares más famosos, calles con los nombres de Chanquete o Antonio Mercero, e incluso una reproducción del barco 'La Dorada'.

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