Levantemos la copa, que hoy hace una semana que ‘Cougar Town’ despidió su cuarta temporada en Estados Unidos. Una cuarta temporada que estuvo a punto de no existir cuando el canal ABC decidió no renovar la serie porque no aspiraban a un público más amplio. Pero, como era de la misma productora del canal, le buscaron un nuevo hogar, el más cómico TBS, y hemos podido tener nuevas entregas.
A grandes rasgos, el cambio de hogar le sentó bien. A sabiendas que no tenían que reunir unas audiencias tan multitudinarias y que les querían por su nicho, este año se han dedicado a cultivar aquello que les ha conseguido una parroquia legal: la relación de amistad de un grupo encabezado por Courteney Cox.
El happy place de Jules
La pandilla del ‘cul-de-sac’, como se llaman a veces ellos mismos (y como se rumoreó que podía denominarse la serie en su segundo año), se ha confirmado otra vez como un ‘happy place’. Con esto quiero decir que es un lugar feliz para su público y han seguido incluyendo al espectador con sus referencias y bromas internas, y desarrollando todavía más sus códigos propios.
Puede que se hayan disputado menos torneos de 'penny can', pero Jules Cobb se lo pasó en grande cambiando el significado de expresiones comunes y emborrachándose como de costumbre. ‘Cougar Town’ no sería ‘Cougar Town’ sin las copas de vino y las excusas baratas de todos ellos para beber a cualquier hora.
Esto ha sido un alivio porque Bill Lawrence, creador y responsable desde el estreno, dejó su labor de showrunner para perseguir otros proyectos. Pero, como él prometió vía Twitter, lo dejó en buenas manos, las de Ric Swartzlander (‘Gary Unmarried’). Al fin y al cabo, no iba a perjudicar a su propia mujer, Christa Miller, que sigue interpretando a la viperina Ellie y mejor amiga de la protagonista.
Una 'season finale' floja
El elemento criticable, sin embargo, fue el final de temporada que vimos hace siete días. Como ocurrió otras veces, quisieron dotar el desenlace de cierta carga dramática para recalcar los avances de los protagonistas y almibararon demasiado las tramas.
El alzheimer del padre de Jules no era necesario y, si bien fue gracioso que fueran a Los Angeles de vacaciones (porque ruedan allí y era un chiste interno sobre cómo ya no tienen presupuesto para irse a Hawaii), no aprovecharon el nuevo escenario. Al contrario, fue menos gracioso y la emotividad algo forzada. Les funciona mejor el absurdo y sus lugares comunes.
Pero por lo menos sirvió para poner la guinda a la relación entre Laurie y Travis, el único arco serializado de este cuarto tomo de las aventuras de Jules y compañía. Allá cada uno a la hora de valorar si merece la pena unirles, pero se forzó demasiado el tira y afloja. Lo dicho, que a ‘Cougar Town’ le sientan mejor las tonterías y no darle más vueltas al asunto.
Divertida y con futuro
Estos pequeños defectos no deben enturbiar una (subjetiva) realidad: esta pueda que haya sido la mejor temporada hasta la fecha. Estuvo calmada, sabiendo que ya vivía de prestado, y más divertida que nunca. Todavía no me quito de la cabeza este falso adelante del primer episodio con un loco cameo de Michelle Williams, mejor amiga de Busy Phillips en la vida real:
¿Y lo mejor de todo? Que también tendremos ‘Cougar Town’ en 2014. Puede que no tuviera unas audiencias estelares en TBS, pero sí fueron suficiente para que renovara para una quinta temporada. Así que ya os podéis servir otra copa, que tenemos otra razón para darnos al vino tinto.
En ¡Vaya Tele! | Penny can! TBS renueva 'Cougar Town' por una quinta temporada
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