Ya han pasado un par de días desde que el panorama televisivo se pusiera patas arriba con la llegada del primer episodio de la octava y última temporada de 'Juego de tronos' a HBO, pero el impacto ha sido tal que el flamante estreno continúa generando comentarios de todo tipo y un runrún que, salvo sorpresa, nos seguirá acompañando hasta que el show de el carpetazo definitivo a finales del próximo mes de mayo.
Pero dejando a un lado teorías y evaluaciones sobre 'Invernalia' —así se titula el capítulo de marras—, hoy venimos a hablar de los entresijos de su producción y de los puntos clave que lo han hecho funcionar como un reloj suizo. Elementos que podéis disfrutar con mayor detalle en el breve making of que la gente de Home Box Office ha compartido en su canal de YouTube y que tenéis bajo estas líneas.
El tamaño sí importa
Huelga decir que las dimensiones logísticas y técnicas de un episodio de 'Juego de tronos' son titánicas, pero en el caso de 'Invernalia', HBO ha ido un paso más allá, y para hacernos una idea de ello sólo es necesario hacer alusión a la duración de su rodaje: mientras un episodio corriente suele rodarse en unos siete días, con un par de preparación, el director David Nutter ha llegado a filmar durante unas nueve semanas.
Esto queda reflejado en la gigantesca escala del capítulo, patente desde esos primeros compases centrados en la llegada del ejército de Daenerys a la capital del norte en un desfile que atraviesa un set exterior construido para la ocasión. Un pasaje que contó con el asesoramiento de expertos militares para dar mayor sensación de credibilidad a los movimientos de los Inmaculados durante su marcha.
El corazón de 'Invernalia'
Si el anuncio decía aquello de "la potencia sin control no sirve de nada", en este caso podríamos concluir que la gran escala, sin emoción, tampoco. Y tanto los showrunners de 'Juego de tronos' como los guionistas, conscientes de ello, volcaron gran parte de sus esfuerzos en el verdadero corazón del piloto de la octava temporada: los personajes y sus dinámicas.
David Benioff, D. B. Weiss y Dave Hill, así como el director David Nutter, pusieron especial empeño en evitar que 'Invernalia' transmitiese la sensación de ser una simple reunión de protagonistas concebida para satisfacer al fandom, dando a cada personaje su lugar en el nuevo tablero de Poniente y potenciando relaciones e implicaciones emocionales.
El buen resultado ha quedado claro en escenas como las protagonizadas por Sansa y Tyrion, en los encuentros de Arya con Jon o Sandor Clegane y, por supuesto, en la trascendental conversación entre Sam y Nieve —ahora Targaryen— en las criptas de la capital norteña.
Hay vida más allá del CGI
Aunque hayamos alucinado en múltiples ocasiones con la magia digital desplegada en escenarios y efectos varios de 'Juego de tronos', los SFX —efectos especiales de toda la vida, vamos— y su extra de realismo y tangibilidad están a la orden del día, y en 'Invernalia' ha podido comprobarse en varios momentos.
Para empezar, su uso más evidente está en el asalto de Theon al barco de su tío Euron para rescatar a Yara; más concretamente en el flechazo en el ojo que se lleva uno de los soldados Greyjoy y en el hachazo en la cabeza del guardián de la hermana del ahora eunuco. Efectos de lo más resultones que implicó moldes de látex y sesiones de varias horas en la sala de maquillaje.
Pero no todo es violencia, porque los sets de 'Juego de tronos' también ocultan grandes trabajos por parte del equipo de efectos prácticos. Buena muestra de ello es el Arciano de Invernalia; un arbol real pintado de blanco y recubierto por una capa de latex sobre la que se esculpe su característico rostro. A esto añadimos unas cuantas ramas artificiales y colorante rojo sobre las hojas, y el efecto final es maravilloso.
Para terminar, no podemos pasar por alto la terrorífica secuencia ambientada en los restos del Muro, donde Tollet, Torumund y Beric se topan con un mandala de extremidades cercenadas presidido por el cadáver revivido de Ned Umber. Un fragmento en el que un especialista adulto de la misma estatura que el niño a quien se ve en primera instancia fue equipado con una máscara ignífuga e incendiado para lograr un efecto auténtico y grotesco.
Escenarios naturales y dragones mecánicos
Es bien conocido por todos los implicados en el mundo de la realización que contar con escenarios reales es de gran ayuda para obtener la reacción más genuina posible de los actores. En 'Invernalia', el equipo se trasladó a Islandia para filmar la secuencia más espectacular en términos visuales del episodio, en la que Jon y Daenerys sobrevuelan un escenario helado para aterrizar frente a una idílica cascada que fue añadida en post-producción.
Aunque la secuencia aérea sea algo rancia y edulcorada, hay que reconocer que los planos de dron son de una belleza sobrecogedora, y cuadran a la perfección con la interacción de actores y dragones digitales, rodada en una sala repleta de chromas en la que Kit Harington y Emilia Clarke cabalgaron una suerte de toros mecánicos mientras eran grabados por un rig motorizado que cubría sus posicion 360º. Tecnología punta para un fantástico episodio.
Veremos qué tienen que ofrecernos los próximos episodios de 'Juego de tronos'. Si un capítulo tan comedido como el que nos ha ocupado ya hace gala de un despliegue de semejante nivel, no puedo esperar a ver qué tiene guardado Miguel Sapochnik bajo la manga para rodar sus batallas en el tercer y el quinto capítulo.
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