"La venganza es una virtud si se practica con exactitud". El arranque de una canción de Obús podría ser, perfectamente, la banda sonora del último episodio de la sexta temporada de 'Juego de tronos'. Y la frase que mejor lo resume también podría ser otra: ten cuidado con lo que deseas.
Varios personajes consiguen algo que llevaban persiguiendo y deseando mucho, mucho tiempo. Cersei derrota a todos sus enemigos y se sienta en el Trono de Hierro; Daenerys logra sus barcos y parte rumbo a Poniente, dispuesta a recuperar ese Trono para su familia, y Arya logra su ansiada venganza contra Walder Frey por haber masacrado a su familia en la Boda Roja. La venganza, la satisfacción de tomarse la justicia por su mano es demasiado tentadora para que Cersei y Arya no la elijan. La cuestión es qué van a hacer ahora.
El Invierno llega a 'Juego de tronos'
El tremendo episodio que cierra esta temporada se titula 'Vientos de invierno' (como el próximo libro de 'Canción de Hielo y Fuego'), y su nombre es, en parte, muy literal, porque el invierno sobre el que advierte constantemente el lema de la Casa Stark ya está aquí. Y con él, los terrores para los que Jon quiere empezar a prepararse. Y un posible enfrentamiento con su hermana Sansa sobre el señorío de Invernalia.
Porque no es que Jon sea un bastardo, que lo es, sino que su sangre Stark no proviene de Ned (como la de Sansa), sino de su hermana Lyanna. Las visiones de Bran confirman esa teoría de los fans de que Jon es el hijo que Lyanna tuvo con Rhaegar Targaryen, lo que lo convertiría en una de las tres cabezas del Dragón, pero no en el señor de Invernalia, y tampoco en el Rey en el Norte. Y que Meñique esté allí con sus maquinaciones variadas no augura nada bueno.
Petyr Baelish ha proyectado desde el principio en Sansa sus sentimientos y sus aspiraciones hacia Catelyn Stark. Sansa es consciente de ello y es consciente de que, aunque Jon considere que ella es la verdadera señora de Invernalia, es a su hermano al que seguirán las demás casas del Norte. Ambos tienen una conversación en las almenas en la que prometen confiar más el uno en el otro para poder sobrevivir a ese invierno, y a los muertos que vienen con él, ¿pero acabará Meñique empozoñando también eso para lograr su propósito de sentarse en el Trono de Hierro?
La proclamación de Jon como Rey en el Norte (que recuerda mucho la de Robb Stark en la segunda temporada, como se apunta en el especial 'Inside the episode') nos devuelve a un personaje que se ha convertido en un favorito de los fans en apenas diez minutos de presencia a lo largo de tres capítulos, Lady Lyanna Mormont. Representa a esas nuevas generaciones que tienen ahora en sus manos el destino de Poniente, y que tienen que decidir si repiten los errores de sus padres, como comentaban Daenerys y Yara en el episodio anterior, o siguen su propio camino.
La amarga victoria de Cersei
De todos modos, es el arranque de 'Winds of winter' lo que va a ser lo más comentado de esta temporada, eso y la última escena. Esos minutos en los que vemos los preparativos para los juicios de Loras Tyrell y Cersei Lannister en el Gran Septo de Baelor (que en Forbes apuntan que parecen sacados de 'El padrino', con Qyburn asesinando al Gran Maestre Pycelle), esa preparación de la propia Cersei con un vestido que casi parece una armadura, ese Tommen encerrado a la fuerza en sus habitaciones, esa Margaery dándose cuenta de que las cosas acaban de torcerse mucho y de que deberían huir lo más rápido que pudieran, esas tomas del fuego valyrio que el rey Aerys enterró por toda la ciudad...
En 'Juego de tronos', todas las conversaciones son importantes. Varias veces se nos ha contado ya que Jaime Lannister mató a Aerys II porque pretendía quemar toda Desembarco del Rey utilizando ese fuego valyrio. Le parecía tal monstruosidad, que prefirió romper su juramento como Guardia Real y asesinarlo. Su cara al ver, primero, el Gran Septo de Baelor destruido a su llegada a Desembarco del Rey y, después, a su hermana en el trono ya lo dice todo sobre el punto en el que se encuentra la relación entre estos dos hermanos-amantes.
Porque Cersei ha cometido la mayor de las monstruosidades para vengarse de los Tyrell y del Gorrión Supremo, alguien que entra en el patrón de muchas de las muertes de la serie: los poderosos que se vuelven demasiado seguros de sí mismos, y subestimando a sus rivales, duran poco. Y subestimar a Cersei es sumamente peligroso. Incluso para ella misma. Está tan ensimismada por ese olor matutino a napalm, tan centrada en sus propios deseos, que no se da cuenta de que hay otro elemento con el que no ha contado del todo: los sentimientos de Tommen.
El rey podrá llevar la corona sobre la cabeza, pero no deja de ser un adolescente fácilmente manipulable, que quiere que las cosas vuelvan a ser como antes. Quiere recuperar a Margaery a su lado, quiere tener a su madre contenta, y no es capaz de ver las fuerzas que tiran de él. Tyrion le dice a Daenerys que el gran juego es aterrador, y la imagen de Tommen tirándose por la ventana es la mejor representación de ello. Además, Cersei lo ha perdido todo y sólo le queda el Trono de Hierro. De algún modo, acaba siendo otra víctima de su propia venganza.
Los Stark mandan saludos
No es sólo el Gorrión Supremo el que muere víctima de su propia arrogancia. Walder Frey se vanagloria de su rastrera manera de vengarse de la afrenta que le hizo Robb Stark y de la toma del castillo de Aguasdulces, y tras la muerte de Ramsay Bolton, probablemente era el personaje más despreciable que quedaba en 'Juego de tronos'. Así que tenía que morir de una manera que estuviera a la altura.
A Arya Stark sólo le falta recitar Ezequiel 25:17 antes de degollar a Walder Frey. Utiliza todo lo que ha aprendido de los Hombres sin Rostro para ejecutar su venganza, y añade un toque aún más cruel, sacado directamente de las historias que la Vieja Tata les contaba a ella y a sus hermanos en Invernalia. Arya está desconectada de todos los juegos de poder de Poniente y no tiene ninguna agenda oculta; lo único que pretende es matar a todos los que han hecho daño a su familia. Y la reina Cersei está en su lista.
Eso sí, al igual que ocurre con la matriarca Lannister, da un poco de miedo ver los ojos de Arya cuando revela su verdadera identidad a Walder Frey y lo ve morir. La joven Stark puede haber caído demasiado profundamente en el Lado Oscuro. ¿Se dedicará a repetir "sabrás que mi nombre es Arya cuando caiga mi venganza sobre ti"?
Sangre y fuego
Dejamos para el final la trama que los espectadores de la serie (y los lectores de los libros) llevamos años esperando: la partida de Daenerys hacia Poniente. Es interesante ver cómo David Benioff y D.B. Weiss han adaptado aquí lo que George R.R. Martin cuenta en 'Danza de dragones' sobre el rol de Dorne para restaurar a un Targaryen en el Trono de Hierro. En 'Juego de tronos' está motivado también por la venganza. Las Serpientes de Arena llevan mucho tiempo queriendo vengarse de los Lannister por la muerta de Elia Martell, la mujer de Rhaegar Targaryen, y sus hijos, y Lady Olenna quiere lo mismo por la muerte de sus nietos y su hijo. Y Varys tiene la oferta que ninguna de las dos puede rechazar.
La flota conjunta de los Greyjoy y los ejércitos de Daenerys, más la visión de sus tres dragones sobrevolándola, es la señal más clara de que 'Juego tronos' está más cerca que nunca del final. En un episodio tan marcado por venganzas viscerales, es curioso ver cómo el personaje que ha demostrado ser temperamental y muy cruel, se comporta de la manera más cerebral posible. Es consciente de que su falta de sentimientos al despedirse de Daario puede ser perturbadora (en los libros, Dany está constantemente preopcupada por la posibilidad de que pueda caer en la locura de su padre) y de que la tarea que tiene por delante va a ser todavía más complicada.
Sin embargo, el dúo que forman Daenerys y Tyrion resulta siempre muy entretenido de ver. La recién nombrada Mano de la Reina es la única persona que le dice las cosas con total honestidad, y también es una de las pocas personas con las que ella se muestra tal y como es. La experiencia de Tyrion en Desembarco del Rey, y con Cersei, va a ser fundamental para Daenerys, ¿pero cómo llegará ella a Poniente? ¿Entrará a sangre y fuego? ¿Probarán sus habitantes de la misma despiadada medicina que los amos esclavistas de Astapor y Meereen? ¿Se hará realidad la visión de Daenerys del salón del trono quemado y nevado?
En este último capítulo no hemos visto a los Caminantes Blancos, pero es la gran amenaza que pende sobre el tramo final de 'Juego de tronos'. El hielo está a punto de descender desde Más Allá del Muro y el fuego está llegando en enormes barcos desde el este. La serie va lanzada hacia esa última gran guerra. ¿Quiénes quedarán en pie para lucharla?
En ¡Vaya Tele! | Todo sobre la sexta temporada de 'Juego de tronos'
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