Pasado ya el ecuador de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos', la maquinaria va imparable y estamos asistiendo a episodios para el recuerdo. El sexto episodio se empeña en recordarnos lo que es 'Juego de Tronos'. De hecho, al haber cambiado tanto el panorama de la historias en los casi cuarenta episodios que llevamos de serie, podríamos considerar 'Leyes de dioses y hombres' como lo más parecido a un back to the basics que nos ha dado la serie en toda la temporada.
'Juego de Tronos' (4x06): Leyes de dioses y hombres
Así, el sexto episodio de la cuarta temporada de 'Juego de Tronos' arranca con una visita de Stannis Baratheon (Stephen Dillane) y Davos (Liam Cunningham) a la sede central del Banco de Hierro en Braavos, una de las ciudades libres más importantes del Otro Lado del Mar Angosto. Necesitan financiación e intentarán que el Banco les realice un préstamo. Por otro lado, viajaremos a Fuerte Terror, donde Yara (Gemma Whelan) intentará rescatar de las manos de Ramsay Nieve (Iwan Rheon) a su hermano Theon (Alfie Allen). Pero Theon es mucho más Hediondo que Greyjoy, y no se deja rescatar, algo que agrada profundamente al bastardo, quien decide recompensarle y usarle para un pequeño papel.
Posteriormente pasaremos a Meereen, donde veremos una audiencia de Daenerys (Emilia Clarke) que verá de primera mano --primero, la cabra carbonizada y luego el hijo de uno de los Amos de la ciudad-- las consecuencias de su estancia. Pero la parte central del episodio la veremos en, dónde si no, Desembarco del Rey. En la Fortaleza Roja asistimos a una reunión del Consejo, con la incorporación a este de Oberyn (Pedro Pacall), quien intenta plantar semillas de sensatez o, por lo menos, ser la voz que diga "no os confiéis".
Pero el eje central del episodio, ocupando la última media hora, es el juicio a Tyrion (Peter Dinklage), acusado de asesinar a Joffrey. Ya en los episodios anteriores todo parecía indicar que este juicio sería una pantomima organizada por Tywin (Charles Dance), y así ha demostrado ser. Todo el juicio está repleto de testimonios enfocados a machacar al Gnomo ante la mirada preocupada del que parece su único aliado, Jaime (Nikolaj Coster-Walday). Esta pantomima llega al nivel de grotesco cuando asistimos boquiabiertos al testimonio de la testigo estrella, Shae (Sibel Kekilli), tras el cual Tyrion estalla.
De justicia y consecuencias
En muchos sentidos 'The Laws of Gods and Men' es un episodio sobre justicia y consecuencias o, por lo menos, por lo que se entiende por ello en los Siete Reinos. Y es en las figuras de Tyrion y Daeneris donde lo vemos con más claridad. La Khaleesi empieza a ser consciente de que sus dragones suponen un problema para la gente de los alrededores por un lado y se encuentra con un reproche por condenar a todos los Amos de Meereen juzgándolos con la misma vara de medir.
Por su parte Tyrion sufre en sus carnes una dosis acumulada de todo el escarnio que le ha supuesto ser el deforme y el miembro no querido de su familia durante toda su vida. Todo el juicio es consecuencia de ser una anomalía no solo física sino también en todos los aspectos que se nos ocurra. Tyrion representa la nota discordante que incomoda en los esquemas de Tywin. El patriarca de los Lannister quiere a su hijo fuera de escena, y el asesinato de Joffrey es la excusa para librarse de él. Con la "negociación" con Jaime, queda claro el plan de Tywin... librarse del enano y a la vez conseguir que su primogénito querido sea su heredero y perpetuador de la Casa Lannister es una victoria muy jugosa.
Nos hemos encontrado con otro de esos episodios deliciosos que nos ofrece 'Juego de Tronos'. Construido con esta estructura de dos actos que parece funcionarles bastante bien, con el primero con escenas globales sobre la serie y el segundo centrado exclusivamente en un acontecimiento. El resultado es un episodio bastante sólido pero en el que se echa de menos a los que no salen. Es decir, está bien, pero no tiene la fuerza suficiente como para que uno no piense en El Muro o en las hijas de Ned Stark, lo cual indica que falla algo.
Por lo general, el 4x06 de 'Juego de Tronos' es un episodio muy bueno. Bryan Cogman, el guionista, tira por el "estilo clásico" y se encarga de recordarnos la esencia de la serie con sus diálogos sobre poder, las implicaciones de conseguir lo que uno quiere, no hay amigos sino aliados etc... para terminar con un acto final que va in crescendo hasta ofrecernos un cliffhanger que hace que deseemos que llegue ya 'Sinsonte', el próximo episodio. Un episodio que hace que nos preguntemos ¿cómo resultará el órdago de Tyrion?
En ¡Vaya Tele! | Seguimiento de 'Juego de Tronos'
Ver 27 comentarios