Una de esas series que dejé para el verano pasado por falta de tiempo fue 'iZombie', la adaptación del cómic homónimo de Chris Robertson y Michael Allred que lleva a cabo The CW. Bueno, en realidad no fue tan "la dejo para el verano", sino más bien "hago maratón pre temporada". Así llegué a la segunda temporada con el final de la primera muy (¿demasiado?) reciente en la retina. Y la respuesta es sí: 'iZombie' ha regresado en muy buena forma.
Es curioso cómo una serie que tiene un claro protagonista va tomando derroteros en los que dicho personaje se ve relegado a un segundo plano, por lo menos a un nivel del argumento "horizontal" de la serie. Algo parecido pasaba en el segundo tramo de la primera temporada y esa tendencia sigue en vigor en lo que llevamos de la segunda de 'iZombie'.
Sí, sigue habiendo casos que Liv (Rose McIver) debe resolver junto con Babineaux (Malcolm Goodwin) intentando "sobrevivir" al nuevo cerebro ingestado. El aspecto procedimental sigue siendo un peso pesado de la serie pero en cuanto a la trama horizontal, el misterio en torno al utopium y la "zombiecidad", son los secundarios/coprotagonistas los que llevan la voz cantante.
Tras el explosivo final de la primera temporada Liv vive con las consecuencias de sus actos. La negativa de donar sangre a su hermano la ha distanciado de su familia y el convertir a Major (Robert Buckley) en zombi ha hecho lo mismo con su ex. Ravi (Rahul Kohli) sigue investigando la "patología" y el utopium; Blaine (David Anders) ha montado su negocio de funerarias y desde las oficinas de Max Ranger han decidido "limpiar" todo rastro del "problema zombi".
'iZombie' ha regresado con muy buena salud. Eso sí, quizás haya sido el regreso menos "explosivo" y estimulante de los que hemos podido ver por parte de las series "de nuevo cuño" de The CW. Si comparamos con 'Flash' o 'Jane The Virgin', queda como algo muy soso, pero es que en este sentido juegan en ligas distintas.
La segunda temporada de 'iZombie' ha regresado centrándose, o llevando el foco más aún a los que rodean a Liv, que se encuentra actualmente algo aislada y cuyo único incentivo es su trabajo de "asesora psíquica", dando ese toque de procedimental que le queda muy bien a la serie.
El resto de personajes es quien está llevando el peso de la serie. Evoluciones de la trama aparte parece claro que Liv sigue siendo una chica a la que le ha caído el marrón de ser zombi, y es el resto quién está más fascinado por la presencia de estos seres que ella misma.
Una Liv en la inopia funciona, pero una Liv "a tope" lo hace todavía más. En esta segunda temporada parece que al equipo de guionistas liderado por Michael Fields le interesa tratar a una protagonista lidiando con una pequeña depresión, y creo que les está yendo bien. De momento esta segunda temporada tiene bastante potencial y no me cabe duda de que lograrán realizar algo muy disfrutable.
En ¡Vaya Tele! | 'iZombie' nos pone los dientes largos con el tráiler de la segunda temporada
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