Desde el nacimiento de 'Isabel', ya no como serie, sino todavía como un proyecto que quería ser puesto en marcha, se supo que la verdadera protagonista de la ficción sería la reina católica y que la figura de Fernando quedaría un tanto eclipsada por la arrolladora presencia de su mujer. No sería una ficción sobre los Reyes Católicos sino sobre uno de los iconos femeninos más importantes de la historia de este país. Parecía que sus circunstancias, su llegada al trono, su reinado, los acontecimientos de 1492... ofrecían un combinado perfecto para que Isabel resultara una gran protagonista.
Pero durante el desarrollo de los primeros capítulos de la serie se está reflejando aquello que verdaderamente se "coció" durante esos años: intrigas palaciegas, luchas por la sucesión, afán de poder... elementos todos en los que las presencias masculinas tuvieron un protagonismo apabullante, aunque los nombres de aquellos individuos se hayan diluido después un tanto en la historia. La preponderancia masculina en la historia de la humanidad es un hecho y los tejemanejes que los personajes de 'Isabel' muestran nos traen una serie verdaderamente muy masculina.
Durante estos primeros capítulos, en los que Isabel aún es muy joven, la hemos podido ver demostrando su fuerza y su personalidad, tratando de que sus ideas prevalecieran, pero, en mi opinión, no deja de ser una niña que vira a merced de intereses de otros individuos, hombres, claro está, y se la reviste de cierta inocencia y candor que la mantiene al margen de las tramas políticas.
La lucha por el poder
El reinado de Enrique IV, el hermano por parte de padre de Isabel, nos presenta una corte muy animada en cuanto a intrigas por el poder. La serie está sirviendo para dar a conocer la figura de este rey, y presentarlo como un hombre débil pero no malvado. Conocido con el malnombre de "El Impotente", el punto de partida del conflicto es la duda respecto a si es el verdadero padre de la princesa Juana a la que, para más inri, llamaban la Beltraneja.
Las simpatías del rey por Beltrán de la Cueva, al que se le atribuía la paternidad de la niña, son una de las causas que le llevan a enfrentarse con los nobles que siempre le han apoyado, siendo la figura más destacable de este núcleo opositor la del marqués de Villena, Juan Pacheco, interpretado de manera magistral por Ginés García Millán. A lo largo de la serie se está desmarcando como uno de los hombres clave en ese período histórico. Manipulador e interesado, es capaz de cambiar de bando y apoyar a diferentes candidatos cuantas veces se le antoje.
Junto a él y sus intereses, tenemos a Pedro Girón, su hermano, y a su tío, Alfonso Carrillo de Acuña, que llegó a ser arzobispo de Toledo. En frente de Pacheco, se alza la figura de Diego Hurtado de Mendoza, otro noble de la época que casó a su hija con el favorito del rey, esto es, con Beltrán de la Cueva. Otros personajes masculinos importantísimos, en espera de la llegada de Rodolfo Sancho interpretando a Fernando, son Alfonso, el hermano de Isabel, víctima de los anhelos de poder de Pacheco; y Chacón, que actúa como un segundo padre de Isabel, ayudando y protegiendo sus intereses.
Mucho se ha hablado de las series históricas y del deseo porque éstas atraigan al público masculino. La llegada de 'Águila Roja' a nuestras pantallas abrió un nuevo melón en el que un héroe con capa y espada protagonizaba combates, batallas y aventuras peligrosas. En 'Isabel', estamos viendo escenas de lucha, duelos, traiciones políticas, conjuras... todas ellas, de la mano de ardorosos personajes masculinos. El deseo de presentar una serie que cuente algo más que "las cosas de una princesa" parece estar presente en cada una de las tramas. ¿Conseguirá convencer al público masculino?
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