Resulta curioso que la última temporada de ‘House‘, en la que supuestamente deberíamos ver una mayor evolución del personaje principal, esté siendo también la más procedimental. Exceptuando los dos primeros episodios, con House en la cárcel y su adaptación de nuevo a la vida del hospital, la trama de cada capítulo apenas se ha desviado del caso médico semanal, dejando completamente de lado al médico más carga de la televisión. No es algo que no haya pasado también en otras temporadas, pero que esté ocurriendo en su temporada final escama un poco.
El año pasado, en la séptima, ‘House‘ tuvo un matiz muchísimo más serializado (dentro de las posibilidades de una serie como ésta). El paso definitivo que llegó a dar con Cuddy al final de la sexta nos dejó más de media temporada con un House diferente, afectivo, y con una meta en la vida. Nos lo quitaron en el capítulo 15 y todo volvió a ser como era, vale, pero fue probablemente la temporada más atípica de la serie y quizá reflejaba el cambio que muchos seguidores de la serie esperaban.
Entiendo que el tono mucho más procedimental de esta primera mitad de temporada se debe a que durante la grabación de esos capítulos aún no sabían que ésta iba a ser también la del final de la serie. Al fin y al cabo, en la gira del TCA del pasado verano comentaron que no se tomaría ninguna decisión hasta finales de 2011, decisión que se retrasó hasta este mes de febrero. Y casi podemos dar gracias por haber dejado unos cuantos capítulos de margen para darle un final acorde, sea cual sea el que tengan pensado.
La principal novedad de esta temporada ha sido la Dra. Park (Charline Yi), pequeñita pero matona, un personaje al que no le encontraba ningún sentido al comienzo de la serie (y realmente veía comprometidas las dotes interpretativas de la actriz y hasta su dicción) pero que poco a poco se ha ido adaptando y, personalmente, yo ya la he acogido. Me gustaba mucho más el carácter de Masters y el contrapunto que suponía a la forma de actuar de Greg, pero no voy a quejarme.
La otra novedad ha sido Jessica Adams, la doctora de la cárcel que viene a cubrir descaradamente el hueco que dejaron Cameron (Jennifer Morrison), primero, y Trece (Olivia Wilde), más tarde. Lástima que ella no tenga un trasfondo tan interesante como el de sus predecesoras; eso sí, me juego el cuello a que antes o después tendrá más que palabras con Chase. ¿Apostamos?
La temporada se ha centrado, hasta ahora, muchísimo más en los secundarios que en el propio House, sin que ninguna de las historias sea demasiado interesante. Ni las niñas homónimas de Taub, los padres de Parks o el pasado de Adams me interesan lo más mínimo; sólo el apuñalamiento de Chase en uno de los últimos capítulos ha sido de verdad impactante, y el capítulo dedicado a él (el 8×12 si mal no recuerdo), bien podría ser el mejor de lo que llevamos de temporada. Quizá me esté dejando llevar por las hormonas, pero yo vería un spin-off de Chase.
Por el momento sólo podemos esperar unas cuantas semanas hasta que lleguemos al punto de corte, ése en el que se empiece a notar que ‘House’ acabará ya dentro de tres meses. Será ahí cuando saquen la artillería pesada, y durante ocho años hemos comprobado que cuando la serie se lo propone, puede mearse encima de cualquier otro drama de la televisión. Paciencia.
En ¡Vaya Tele! | ‘House’ vuelve a perder otra oportunidad