Las series de televisión nacieron con la tecnología misma en los años 30 y 40 del siglo pasado. Al principio eran meras adptaciones de los populares seriales radiofónicos. Pronto adquirieron un lenguaje y mecanismos propios que se ha mantenido, más o menos, hasta nuestros días.
Como la misma televisión, las series fueron durante mucho tiempo tratadas como algo menor, arte de segunda fila, mero entretenimiento para las masas. Con la llegada del siglo XXI se produjeron dos hechos que lo cambiaron todo: la popularización definitiva de Internet y el nacimiento de los blogs por un lado y la aparición de series como 'Los Soprano', 'El ala oeste de la Casa Blanca' o 'Perdidos'. De aquella sinergia en los albores de nuestra era proviene la fiebre actual.
Cientos de series de todo el mundo a nuestra disposición, grandes presupuestos, grandes estrellas, grandes historias... muchos llevan hablando de "La Edad de Oro de la TV" una década. También son muchas las voces que hablan de "la burbuja de las series". Mucho ruido, muchas prisas, mejor nos paramos un momento y echamos la vista atrás durante unos minutos.
Para esta semana de puesta de largo de Espinof hemos decidido seleccionar 63 series imprescindibles de la segunda mitad del siglo XX. Seguramente habrá ausencias sangrantes pero creemos que todas las que están, lo son, bien por su calidad, bien por su impacto o bien por las dos cosas.
Disclaimer: no hemos tenido en cuenta series de animación ni programas de sketches ni series que, aún habiendo nacido a finales de los 90, se desarrollaron principalmente en el siglo XXI. También hemos limitado la presencia de miniseries a aquellas que fueron auténticos fenómenos globales.
Disclaimer 2: el orden es simplemente cronológico ascendente.
Perry Mason (USA, 1957-1966)
Posiblemente Raymond Burr fuera la primera gran estrella de la televisión a nivel mundial. La culpa de esto la tuvo Perry Mason, el personaje que interpretaba en la serie homónima, un implacable abogado que se ganó por derecho propio un rincón en la imaginería popular occidental del siglo XX. Todas las series de abogados posteriores (pero todas de verdad) siguen el esquema presentado y pulido en 'Perry Mason'.
Posteriormente Burr encarnó a otro personaje inolvidable que también dio nombre a una serie de nueve temporadas: 'Ironside', el detective en silla de ruedas. Otro clásico imperecedero.
Bonanza (USA, 1959-1973)
Ese caballo que viene de Bonanzaaaaaa
Los Cartwright y su rancho de La Ponderosa. Poco más que añadir. El gran western "clásico" y de buenas intenciones de la televisión (con permiso de la eterna 'La ley del revolver') realizado mientras en el cine Leone y Peckinpah cambiaban el género para siempre.
Michael Landon, el más joven de los Cartwright, luego protagonizaría otras dos series míticas: 'La casa de la pradera' y 'Autopista hacia el Cielo'. Sí, encasillado como decían en 'El Informal' pero 28 temporadas de dramas en prime time protagonizadas... y eso que murió con 54 años.
Dimensión desconocida (USA, 1959-1964)
Los cómics y pulps de antologías de historias de terror, fantasía y ciencia ficción tenían gran popularidad en USA en los años 40 y 50. Rod Serling, grande entre los grandes, llevó el concepto a la televisión (siguiendo los preceptos de 'Alfred Hitchcock presenta...' eso si) y el resto es historia: imaginación a raudales, trampolín de estrellas y una de las series más influyentes de siempre.
Los Vengadores (Reino Unido, 1961-1969)
Déjate de Hulk, Iron Man, Thor y demás empijamados de Marvel porque si hablamos de televisión el vengador por antonomasia es John Steed. Un dandy experto en desfacer entuertos estrafalarios que tuvo sus mejores momentos junto a la señorita Emma Peel (Diana Rigg, que 50 años después revivió popularidad gracias a 'Juego de Tronos'). Sólo uno de los ejemplos de lo que ofreció la televisión inglesa en su época dorada, los coloridos años 60. En esta lista encontrarás alguno más, que duda cabe.
Tráiler de la psicotrópica versión cinematográfica noventera
El santo (Reino Unido, 1962-1969)
Simon Templar, conocido como El Santo, el ladrón y aventurero más elegante del mundo gracias a la flema y estilazo de Roger Moore, que en la gloria esté. Primorosa serie de aventuras que es otro gran ejemplo de la gran tele inglesa sesentera.
Entre el final de 'El Santo' en 1969 y hacerse con el papel de James Bond, el recientemente malogrado Roger Moore se hizo las américas y protagonizó junto a Tony Curtis otra serie mítica, 'Los Persuasores'.
Doctor Who (Reino Unido, 1963-1989)
Más que una serie 'Doctor Who' es una institución británica al nivel de la reina Isabel, el té con pastas y el balconing en Mallorca. Su segunda etapa todavía sigue en plena forma mientras que la primera, terminada en 1989, 26 años después de su estreno, llenó las tardes de los sábados de los jóvenes ingleses (y de todo el mundo) de fantasía, humor y sentido de la maravilla. Clásico ineludible.
La familia Addams (USA, 1964-1966)
En la misma semana de septiembre de 1964 se estrenaron dos series con muchos puntos en común: eran sendas sitcoms centradas en familias bastante creepy y sobrenaturales. Por un lado estaba 'La Familia Adams' y por el otro 'La Familia Monster'. Ríete tú de las contra-programaciones de Telecinco y Antena 3.
Para culminar las similitudes las dos fueron canceladas después de tres temporadas. Podíamos haber elegido cualquiera de las dos pero nos quedamos finalmente con los Adams. Gómez, Miércoles, Morticia, Fétido y demás son mucha tela.
Historias para no dormir (España, 1964-1982)
La televisión en España no se puede entender sin Chicho Ibáñez Serrador. El 'Un, dos, tres' es EL PROGRAMA, claro. Pero antes estuvo 'Historias para no dormir'. Mucho más que una 'Dimensión desconocida'. Si no me crees a mi, lo mismo creerás a tus ojos.
Batman (USA, 1966-1968)
El Cruzado Enmascarado y El Chico Maravilla defendiendo Ciudad Gótica de El Guasón, Gatubela, El Pingüino y demás malosos mientras hacen el baile del Batusi y dan porrazos onomatopéyicos en la cumbre de lo camp, los colores chillones y el delirium tremens. ¿Hortera? Seguro. ¿Clásico básico? Ni lo dudes.
Star Trek (USA, 1966-1968)
El espacio, la última frontera
La serie con la que empezó todo, el germen de una de las sagas de ciencia-ficción más importantes de todos los tiempos. No había mucho dinero ni muchos espectadores y terminó siendo cancelada en la tercera temporada pero los primeros vuelos de la Enterprise con Kirk, Spock, Scottie y demás a bordo son un clásico por si mismos más allá de todo lo que supusieron.
En Espinof los 7 episodios con que iniciarte en Star Trek
Misión imposible (USA, 1966-1973)
Este mensaje se auto destruirá en cinco segundos
La Fuerza Misión Imposible es una organización de inteligencia cuyos abnegados agentes luchan cada semana para que la (tensa) paz mundial se mantenga. Y así durante siete exitosas temporadas repletas de buenas historias de espías. El de espías fue, precisamente y al calor del éxito del agente al servicio de su majestad, uno de los géneros estrella de los 60: 'Superagente 86', 'El agente de CIPOL', 'Soy espía'...
En los 90 Tom Cruise y Brian de Palma resucitarían la FMI (no confundir con el mucho más diabólico FMI) y, aunque Ethan Hunt es un gran agente, nunca les perdonaremos el convertir a Jim Phelps en un traidor. Así no, Tom, así no.
El prisionero (Reino Unido, 1967-1968)
Un ex-espía es secuestrado y llevado a una insólita cárcel llamada La Villa. Lo que pasó después te sorprenderá. No, no es clickbait, es la pura realidad. 'El prisionero' es una serie única a la que le bastó tan sólo una temporada para permanecer en el imaginario colectivo aún a día de hoy.
La tribu de los Brady (USA, 1969-974)
Señor con tres hijos se casa con señora con tres hijas y los nueve (que hay que contar con asistenta, que no recuerdo quien la ponía) viven simpáticas y aleccionadoras peripecias. ¿'Los Serrano'? No, hombre, no. Mucho antes de que Globomedia cogiera el concepto y le añadiera a Antonio Resines y la guitarrita de Fran Perea ya existía 'La tribu de los Brady', epítome de la sitcom de buenas intenciones y que contaba con uno de los openings más míticos, homenajeados y parodiados de la historia.
La chica de la tele (USA, 1970-1976)
Como a Roger Moore o Adam West, el 2017 se ha llevado por delante a Mary Tyler Moore. Primero junto a Dick Van Dyke y luego volando en solitario en una serie con su nombre (aunque en España se llamara 'La chica de la Tele'), Tyler Moore se convirtió en toda una leyenda televisiva coronada hasta en siete ocasiones con un premio Emmy. Por su parte, la serie creada por James L. Brooks y centrada en las aventuras del equipo de una televisión local de Minnesota, obtuvo en tan sólo 7 temporadas, 29 premios Emmy. Todo un récord que tardó más de 25 años en ser superado.
Colombo (USA, 1971-2003)
Una serie peculiar 'Colombo', desde luego. Empezando por su personaje protagonista siempre con una vieja gabardina (en Los Ángeles) y un puro apagado y sin decir nunca su nombre de pila. Siguiendo con su estructura: nosotros sabemos quien es el culpable desde el principio y seguimos al teniente Colombo en sus pesquisas para llegar a conocer lo que nosotros ya sabemos.
Y terminando por el mero formato de la serie, más bien una sucesión de largometrajes independientes a lo largo de los años que una serie al uso. De todos modos imposible dejarla fuera de una selección como esta.
Las calles de San Francisco (USA, 1972-1977)
Un policía veterano y con el culo pelado (Karl Madden), otro policía joven e idealista (Michael Douglas) y una ciudad en plena ebullición, una San Francisco cuyas cuestas y vitalidad habían puesto en el mapa 'Bullit' y Steve McQueen pocos años antes. Un policiaco repleto de testosterona que sirvió de base al género durante toda la década de los 70 y parte de los 80 además de ser una justa reivindicación de Madden y el lanzamiento al estrellato de Douglas.
M.A.S.H. (USA, 1972-1983)
De una popular cinta de Robert Altman a una todavía más popular serie que dominó a su antojo las audiencias durante nada más y nada menos que 11 años hasta una series finale, de título 'Goodbye, Farewell and Amen', que junto a 125 millones de personas en los Estados Unidos con más de un 60% de share. Ni la Superbowl ni el hombre en la Luna ni nada. Un maravilloso alegato antibelicista en forma de sitcom. Imprescindible de manera irrebatible.
Días felices (USA, 1974-1984)
Los felices 50, los Cunningham, Fonzie, el Arnold's, el primer y original salto del tiburón... la serie creada por Garry Marshall (sí, el director de 'Pretty Woman') y protagonizada por Ron Howard (sí, ese Ron Howard) es toda una institución de la tele americana. Conforme Fonzie se fue haciendo con el show, como le pasó a 'Cosas de Casa' con Urkel, la serie fue perdiendo calidad pero es imposible no meter 'Días felices' en este listado.
El videoclip de 'Buddy Holly' de Weezer, ambientado en el Arnold's y dirigido por Spike Jonze
Hotel Fawlty (Reino Unido, 1975-1979)
Basil Fawlty era lo peor de lo peor: machista, xenófobo, avaro, faltón, sociopata... y dueño de un hotel de pueblo. Toda una alhaja creada por el gran John Cleese junto a su esposa Claire Booth y protagonista de una de las comedias más incómodas y geniales entre las comedias incómodas y geniales generadas en la Pérfida Albión, que no son pocas, por cierto. Lástima que sólo fueran 12 episodios.
Curiosidad: en su primera emisión en España el inepto camarero Pepe paso de ser de Barcelona a llamarse Paolo y ser italiano... con lo que la mitad de los chistes dejaban de tener sentido.
Yo, Claudio (Reino Unido, 1976)
Los mejores actores de teatro ingleses, esos que se saben de pe a pa toda la obra de Shakespeare, juntos en un plató de televisión de la BBC para dar vida a un peculiar y longevo emperador romano, su terrible familia y sus intrigas palaciegas según nos lo contó Robert Graves en el best-seller. Mejor que 'Roma' aunque no lleve el logo de la HBO ni el chasquido característico. Mejor que prácticamente cualquier cosa, la verdad. Y antecesor incidental de los grandes culebrones de familias que poblaron los 80 en todo el mundo.
Imposible destacar a alguno de los maravillosos actores y actrices pero como el pérfido 2017 también se lo ha llevado, hagámoslo con John Hurt y su controvertido e hiriente Calígula.
Curro Jiménez (España, 1976-1978)
Españoles, Franco ha muerto. Y España le sobrevivió como, por ejemplo, sobrevivió a Napoleón. No fue nada casual que un año después de la muerte del dictador de El Ferrol una libertaria cuadrilla de bandoleros andaluces se las tuviera tiesas con las tropas bonapartianas. Después de tantos años de oscuridad nos venía bien un poco de orgullo patrio.
Más allá del contexto político 'Curro Jiménez' fue una serie de excelente factura (no en vano dirigieron capítulos Pilar Miró o Mario Camus), con grandes actores y tramas bien desarrolladas. Nunca bien ponderada, merece mucho más reconocimiento crítico del que siempre ha tenido.
Apartamento para tres (USA, 1976-1984)
El recordado John Ritter se encumbró gracias a esta comedia de enredo repleta de equívocos y humor algo grueso (lo más parecido que hay ahora es 'Dos chicas sin blanca', por ejemplo). Su personaje, el cocinero Jack Tripper, se tiene que hacer pasar por gay para que los caseros, los Roper, dejen que pueda compartir piso con dos amigas. Era un remake de una serie inglesa pero pronto superó a la original. Un despiporre.
Lou Grant (USA, 1977-1982)
Primer spin-off (o Espinof, como os de más rabia) de la lista... y no será el último. Lou Grant, el jefe de 'La chica de la tele' deja Minnesota por Los Ángeles y la tele por el puesto de director de periódico. Además James L. Brooks, también creador de esta 'Lou Grant', deja de lado la comedia simpática y se mete de lleno en el drama. No es de extrañar: eran tiempos de Watergate y 'Todos los hombres del presidente' y el de periodista era la profesión de moda. Una profesión que 'Lou Grant' ayudo a dignificar y glorificar durante seis años.
Raíces (USA, 1977)
Una épica miniserie basada en la obra del afro-americano Alex Haley sobre la esclavitud en América a través de su propia familia (es descendiente de novena generación de Kunta Kinte, el esclavo que se reveló) que fue emitida, en un movimiento sin precedentes, por la ABC durante ocho noches consecutivas de enero de 1977. Un rotundo shock para un país entero. Una serie mítica y recordada como pocas.
Galáctica, estrella de combate (USA, 1978-1979)
La Galáctica original. Seguramente no tan buena como el remake siglo XXI de Ronald D. Moore y demasiado hija de su tiempo pero, de todas las space operas que surgieron a raíz del megahit de 'Star Wars', fue la mejor de todas. Eso sí, la epopeya de los restos de la humanidad por sobrevivir al "plan" Cylon (¡con Lorne Greene como el Comandante Adama!) nunca tuvo el favor del público y tras una única temporada fue cancelada. Y claro, tras la cancelación, el culto. El resto es historia.
Curiosidad: en 1980 se estrenó 'Galáctica 1980', una secuela realmente horrible con un presupuesto miserable y en el que sólo seguía Lorne Greene del reparto original. Es mejor que permanezca en el olvido, hacedme caso.
Taxi (USA, 1978-1982)
Modélica y muy divertida sitcom ambientada en una compañía de taxis neoyorquina creada por James L. Brooks (tercera serie en la lista del director de 'La fuerza del cariño', prometo que será la última) y que contaba con un reparto de auténtico lujo: Danny DeVito, Judd Hirsch, Tony Danza, Christopher Lloyd o el genial y recordado Andy Kauffman, el auténtico y genuino man in the moon. Contra esta alineación ni Uber ni Cabify tendrían nada que hacer. Eso es así.
Dallas (USA, 1978-1991)
El culebrón por antonomasia. El villano por antonomasia. El cliffhanger por antonomasia. De 'Dallas' se podrá discutir su calidad pero no su importancia ni su trascendencia. Trece temporadas de petroleo, traiciones, J.R. y, en definitiva, los Ewing desencadenados, what else?. De la resurrección de 2012 haremos como que nunca existió y santas pascuas.
Pd: creo que hemos batido un récord guinness de escribir antonomasia en un párrafo, ¿dónde recogemos nuestro premio?
Canción triste de Hill Street (USA, 1981-1987)
Tengan cuidado ahí afuera
Revolución es una palabra que, de tanto usarse en vano, ha perdido parte de su significado pero con 'Canción triste de Hill Street' se puede emplear con propiedad: coral, humana, pegada a la realidad, dramática... sin ninguna duda la primera gran serie de Steven Bochco fue toda una revolución dentro del género policíaco y de como contar historias en televisión.
Una serie muchas veces copiada (por el propio Bochco, por ejemplo) pero que, aún así, sigue sin haber perdido frescura y verse vieja con los ojos de 2017.
Dinastía (USA, 1981-1989)
De un lado, los Carrington. Del otro, los Colby. En medio, la ciudad de Denver, Colorado. Si algún culebrón se lo podía comparar a 'Dallas', era 'Dinastía'. Si algún villano se podía comparar a J.R. Ewing, era Alexis Carrington (diva Joan Collins). Loquísima y adictiva, el matrimonio Shapiro creó toda una gallina de los huevos de oro que en otoño de 2017 volverá en forma de remake.
Allo! Allo! (Reino Unido, 1982-1992)
La París ocupada. En el café de René se reúnen tanto los odiosos y ociosos nazis como los espías ingleses y la algo incompetente Resistencia con divertidísimo resultado. Una pléyade de secundarios geniales pero todos a la sombra de un Gordon Kaye en estado de gracia con ese acento francés tan imposible. 'Allo! Allo!' es la demostración de que se puede hacer humor de casi cualquier tema por duro que sea.
En España fue una de las series estrella de los primeros años de las autonómicas (que rellenaban mucho espacio de programación con series inglesas... alguna más de ellas veremos por aquí en las siguientes líneas) por lo que es muy querida por toda una generación de telespectadores españoles.
Remington Steele (USA, 1982-1987)
Laura Holt es una brillante detective pero su condición de mujer hace que no la tomen demasiado en serio. Por eso se inventa un jefe ficticio, Remington Steele. Las cosas le van genial hasta que aparece un tipo que dice ser el inventado Steele forzando a Holt a colaborar con él.
Premisa rocambolesca para una entretenida serie que lanzó a la fama a Pierce Brosnan (segundo 007 de la lista) y que tenía su punto fuerte en la estupenda química entre el propio Brosnan y Stephanie Zimbalist y un humor bastante ácido. Quizás hoy en día parezca algo anticuada pero sigue siendo bastante recomendable.
Cheers (USA, 1982-1993)
La versión española era mejor. ¡Salía Resines!
Que no, que no, tranquilidad. Olvidemos la nefasta y tardía adaptación española y centrémonos en una de las mejores y más exitosas comedias de la historia. Once temporadas (a cada cual más exitosa y con mayor audiencia, todo un rara avis) visitando cada semana el bar Cheers en Boston que sirvieron para dar a conocer a Ted Danson, Kristie Alley, Woody Harrelson y, por supuesto, para presentarnos al gran Frasie Crane... aunque de él hablaremos largo y tendido más tarde.
El equipo A (USA, 1983-1987)
En 1972 cuatro de los mejores hombres del ejercito americano que formaban un comando, fue-ron encarcelados por un delito que no habían cometido, no tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos, hoy buscados todavía por el gobierno sobreviven como soldados de fortuna, si usted tiene algún problema y se los encuentra quizá pueda contratarlos…
¿La serie estadounidense más famosa de la historia en España? La serie estadounidense más famosa de la historia en España. ¿Qué podemos decir de ella que no lo sepa todo el mundo? Poca cosa salvo que nos encantaba que los planes les salieran bien a Hannibal Smith, Phoenix, Murdoch y M.A. Barracus y que les perdonamos hasta una última temporada bastante deficiente.
Juzgado de guardia (USA, 1984-1992)
Un joven y heterodoxo juez llega a uno de los más conflictivos juzgados de guardia de Nueva York para ponerlo todo patas arriba y depararnos ocho temporadas llenas de risas. La cosa, eso si, pronto se convirtió en el show de Dan Fielding. El crápula y cínico fiscal le dio a John Larroquette cuatro premios Emmy consecutivos... y no fueron más porque el propio Larroquette pidió que no le volvieran a nominar... o por lo menos eso cuenta la leyenda catódica.
Corrupción en Miami (USA, 1984-1989)
Demasiado hija estilísticamente de su época, a 'Corrupción en Miami' se la recuerda más por sus looks horteras que por su tremenda calidad. Sin ser el creador, Michel Mann fue durante sus cinco temporadas la cabeza pensante del show y fue el responsable de sacar a la serie de los platós, llevarla a exteriores reales del condado de Miami-Dade y grabarla usando cámaras de cine. Algo habitual hoy pero que entonces fue bastante disruptivo y el responsable de que 'Corrupción en Miami' tenga un apartado visual tan diferente a todo lo demás que se hacía en la época.
Una serie dura, con grandes actores, personajes carismáticos, tramas exigentes y un gusto para la música realmente glorioso. Imposible confeccionar una lista como esta y pasar por alto a Crockett, Tubbs y el teniente Castillo.
La hora de Bill Cosby (USA, 1984-1992)
Las sitcoms de familias acomodadas afroamericanas fueron bastante exitosas en los 80 y 90. Podíamos haber elegido 'El príncipe de Bel-Air' o 'Cosas de casa' para este listado pero 'La hora de Bill Cosby' fue líder de audiencia durante cinco de sus ocho temporadas. Cosby, afamado monologuista, ya había triunfado en televisión con 'Yo soy Espía' y la serie de dibujos animados 'Fat Albert and the Cosby Kids'. Luego hemos descubierto que el afable Bill Cosby era todo un monstruo pero las andanzas y aventuras "blancas" de los Huxtable bien merecen un puesto en este recordatorio del siglo XX.
Se ha escrito un crimen (USA, 1984-1996)
Angela Lansbury, una de las más reconocidas actrices del Hollywood clásico, vivió una segunda juventud interpretando a Jessica Fletcher, profesora jubilada convertida escritora de misterio y gafe profesional, en 'Se ha escrito un crimen'. Un whodunit modélico que triunfó en todo el mundo, que era todo un imán para las estrellas invitadas y que le supuso a Lansbury 12 nominaciones a los Emmy. Sí, uno por cada temporada de la serie. No ganó ninguno. Ya les vale a los académicos de la tele.
Luz de luna (USA, 1985-1989)
Dicen las malas lenguas que Cybill Sheperd y Bruce Willis se llevaban a matar. Cuesta creérselo porque la química entre los dos protagonistas de 'Luz de luna' es de las mejores vistas nunca en televisión y los cimientos sobre los que se basaba la serie, una alocada mezcla de comedia de enredo y policíaco con unos casos muy imaginativos y una forma de resolverlos siempre peculiar (con números musicales incluidos). Ah, y Agnes la recepcionista. Todos queríamos a Agnes la recepcionista.
Pd: si recuerdas parecidos entre 'Luz de Luna' y 'Remington Steele' no estás loco, su creador fue el mismo: Glenn Gordon Caron.
Norte y sur (USA, 1985-1994)
Otra miniserie de la ABC que paralizó los Estados Unidos y tuvo gran repercusión mundial. Basada en el muy épico best-seller de John Jakes ambientado en la Guerra Civil americana narra la historia de dos íntimos amigos en bandos opuestos y cuenta con un reparto inabarcable en el que no faltaba ni una sólo estrella del Hollywood clásico acompañando a Patrick Swayze y James Read.
Los otros dos libros de la trilogía literaria de Jakes sobre los mismos personajes fueron a su vez adaptados en sendas miniseries de 1986 y 1994. Esta última es un poco inferior pero muy disfrutable también.
Cuentos asombrosos (USA, 1985-1987)
Steven Spielberg nunca ha ocultado la admiración que profesa por la 'Dimensión desconocida'. Tanta admiración que en los 80 hizo un remake en forma de película colaborativa y produjo su propia serie de antología. 'Cuentos asombrosos' era menos oscura y tétrica, más familiar y light que la serie de Serling comentada a principios del artículo pero sólo por el factor nostalgia (el título hace referencia a un popular pulp de los años 20 y 30) y los nombres implicados en ella (Scorsese, Zemeckis, Eastwood, Brad Bird, Tobe Hooper y el propio Spielberg dirigieron capítulos) ya merece el reconocimiento de estar aquí. Y porque tenía capítulos muy buenos, claro que sí.
Las chicas de oro (USA, 1985-1992)
Imaginad: Sicilia, 1940
Las andanzas de cuatro señoras divorciadas-viudas que comparten casa en la soleada Miami no parecen a priori muy atrayentes. Nada más lejos de la realidad, 'Las chicas de oro' fue no sólo una de las comedias más populares de finales de los 80 y principios de los 90 si no que su calidad era incuestionable. Divertida, entrañable y brillantemente interpretada, tanto que las cuatro actrices protagonistas consiguieron ganar al menos un premio Emmy. Sólo 'Will y Grace' y 'Todo en familia' pueden decir lo mismo. Todo un hito. Imprescindible.
La ley de Los Ángeles (USA, 1986-1994)
Lo que hizo Steven Bochco con el policíaco con 'Canción de Hill Street' lo repitió luego con el género de abogados con esta 'La ley de Los Ángeles'. Las cuitas personales y profesionales de la plantilla de abogados (Harry Hamlin, Corbin Bernsen, Jimmy Smits, Blair Underwood, Larry Drake...) de uno de los principales bufetes de la ciudad de Los Ángeles. Una serie vertiginosa y muy pegada a la convulsa actualidad californiana del momento. Un clásico de la tele de togas y bufetes. Ni más ni menos
Star Trek: La próxima generación (USA, 1987-1994)
El éxito de 'Star Wars' revitalizó la franquicia 'Star Trek' y mientras unos crepusculares Kirk, Spock, Scottie y demás triunfaban en el cine, Gene Roddennberry lanzó una nueva serie situada cien años después. El capitán Picard podría no ser tan audaz, aventurero y carismático como Kirk pero 'La próxima generación' es para muchos la mejor serie de la franquicia. No seremos nosotros los que lleven la contraria en este tema, no señor.
Colegio Degrassi (Canadá, 1987-1991)
La primera serie de instituto, de high school, moderna tuvo que venir de Canadá, la tierra de Justin Bieber y Pamela Anderson. Convertida en franquicia, la 'Colegio Degrassi' original destacaba por su crudeza, su reparto diverso y su falta total de efectismo. Sida, aborto, bullying, suicidio... pocos temas habitualmente tabú se quedaron sin tocar en una serie que sin ninguna duda fue muy necesaria.
Enano Rojo (Reino Unido, 1988-2012)
Una característica de las series inglesas es su periodicidad disipada, nunca se sabe cuando llegará la siguiente temporada. De hay que proliferen tanto los especiales de Navidad, para que la gente no se olvide de que existe su serie favorita. Un caso paradigmático es 'Enano Rojo': 10 temporadas entre 1988 y 2012.
Quizás esta periodicidad tan random ayudó a que la historia del último hombre vivo y su intento de volver a la Tierra a bordo de su nave (la susodicha Enano Rojo) junto a una tripulación un tanto especial: un holograma, un androide y un gato humanoide. La definición "de culto" se invento para cosas como 'Enano Rojo', eso es así.
Jóvenes jinetes (USA, 1989-1992)
Antes de que el ferrocarril uniera las dos costas estadounidenses, la correspondencia (y por tanto la civilización) corría a cargo del servicio de postas Pony Express. En 1989, en pleno revival del western, la ABC apostó por contar la historia de este mítico servicio. Un alto valor de producción, un grupo de jóvenes y prometedores actores muy apañado y el aroma del western clásico, el de las buenas intenciones y los espacios abiertos, eran los puntos fuertes de 'Jóvenes jinetes' y los que la han llevado a este listado.
Seinfeld (USA, 1989-1998)
Gente miserable haciendo cosas miserables pero terriblemente divertidas. La vida ficcionada de Jerry Seinfeld por él mismo y Larry David no tuvo unos inicios fáciles pero terminó convertida en la serie mas exitosa de los 90. Unos números que lo demuestran:
- 76 millones de espectadores de la series finale
- 5 millones de dólares por capítulo rechazadas por Seinfeld para renovar
- 68 nominaciones a los Emmy (10 victorias)
Una leyenda.
Historias de la cripta (USA, 1989-1996)
Antes de 'Los Soprano' y 'Sexo en Nueva York' la HBO ya hacía series, principalmente de antología como 'El Cuentacuentos' o la mucho más longeva 'Historias de la cripta'. Robert Zemeckis recuperó al Guardian de la Cripta de los cómics de la EC y adaptó sus mejores historias junto a medio Hollywood y la libertad que siempre proporciona la cadena que "no era televisión, era HBO". Precisamente esto último hizo que en España la viéramos fuertemente censurada hasta la llegada de la era de Internet.
Curiosamente, 'Historias de la cripta' supuso un canto de cisne de las series de antología, que hasta bien entrado el siglo XXI no volvieron a tener mucha incidencia en la televisión norteamericana.
Twin Peaks (USA, 1990-1992)
¿Quién mató a Laura Palmer?
De la recientemente resucitada 'Twin Peaks' poco más se puede añadir a lo ya dicho durante estos casi treinta años. La influencia de la serie de David Lynch y Mark Frost, alucinada y entretenida como pocas, es a todas luces innegable en casi toda la ficción televisiva posterior. Lo cambió todo. Vale, desde que descubrimos quién mató a Laura Palmer la serie se volvió bastante infumable y todo lo de la Logia Negra es muy inaccesible (a ver si en la nueva temporada terminan de explicarlo... aunque va a ser que no) pero que le quiten lo bailao, un producto cultural totalmente imprescindible del siglo XX.
Parker Lewis nunca pierde (USA, 1990-1993)
Casi una versión apócrifa de 'Todo en un día'. Comparte con la mítica cinta de John Hughes un protagonista carismático y holgazán experto en meterse en multitud de líos y en contárnoslos en primera persona rompiendo la cuarta pared. A eso hay que sumarle un gusto por el slapstick y un curioso uso de los efectos visuales que le daba un aspecto de cartoon muy característico.
Si 'Colegio Degrassi' era el high school naturalista y doloroso, 'Parker Lewis nunca pierde' era el high school surrealista, hortera y endiabladamente divertido.
Búscate la vida (USA, 1990-1992)
Chris Peterson es un treintañero de muy pocas luces que reparte periódicos en bicicleta y vive sobre el garaje de sus padres. Esto daría para una sitcom simpática pero en manos de Chris Elliot se convirtió en una oda al surrealismo, lo absurdo y la escatología. Además destacaba su tremenda banda sonora de éxitos pop y rock y que Chris, mucho antes que Kenny de 'South Park', moría de formas rocambolescas en muchos capítulos.
La Fox la canceló después de dos temporadas lo que alimentó todavía más su estatus de obra de culto. También en España donde 'Búscate la vida' fue de las primeras series en emitir Canal+.
Doctor en Alaska (USA, 1990-1995)
Cicely, Alaska. El otro gran pueblo inventado de la televisión norteamericana de la primera mitad de los 90 (el otro es Twin Peaks, Washington, claro). Hasta allí llega el urbanita doctor Fleischman a ejercer la medicina y conocer a sus peculiares habitantes en este dramedia entrañable, exitoso, multipremiado (57 nominaciones a los Emmys) y muy recordado.
La salida de su protagonista, Rob Morrow, terminó precipitando su fin pero el gran personaje siempre fue Maggie O'Connell, la independiente piloto de avioneta interpretada a las mil maravillas por Janine Turner.
Farmacia de guardia (España, 1991-1995)
¡Para dentro, Romerales!
Antonio Mercero esm junto al ya mencionado Chicho Ibáñez Serrador, el gran creador televisivo español y por eso no podía dejar de estar en este listado. Hemos pasado de su mayor éxito 'Verano azul' pero de ninguna manera podíamos hacer lo mismo con 'Farmacia de guardia'. La fauna que frecuentaba la farmacia de Lourdes Cueto se convirtió casi en familia para todos los españoles.
Una serie divertida, entrañable... y pedagógica. Por ejemplo, mucha gente en España descubrió que el sida no se contagiaba por contacto físico gracias a un capítulo de 'Farmacia de guardia'. Impagable.
Expediente X (USA, 1993-2002)
La verdad está ahí fuera
Chris Carter devolvió las teorías de la conspiración, la ufología y el monstruo de la semana al prime time y con un éxito arrollador, poniendo en el mapa de las networks definitivamente a la Fox. Mulder, el hombre de fe. Scully, la mujer de ciencia. Dos caras de la misma moneda en una serie que fue todo un icono del cambio de siglo que volvió en 2016 con una décima temporada algo peculiar (y habrá una undécima).
Frasier (USA, 1993-2004)
Segundo spin-off de la lista... ¡y menudo spin-off! Si 'Cheers' era buena, 'Frasier' era todavía mejor. Nuestro psiquiatra radiofónico favorito dejaba Boston y volvía a su Seattle natal, lo que nos permitía conocer a su hermano Niles, a su padre ex-policía y a tantos otros grandes personajes. Audiencias gigantes, volquetes de premios... los 90 no acabaron el año 2000, lo hicieron el 2004 cuando 'Frasier' terminó y Kelsey Grammer, después de 20 años, dejó el personaje de toda una vida.
Es mi vida (USA, 1994-1995)
Tercera serie de instituto del listado (y ya adelanto que última) y bien diferente a las otras dos al centrarse en las cuitas interiores de Angela Chase en busca de su verdadero yo. A pesar de ser una serie más personalista, los secundarios, sobre todo los compañeros de instituto, fueron ganando mucho terreno y visibilidad. En especial el Jordan Catalano de Jared Leto, convertido en todo un icono.
La serie fue cancelada después de tan sólo una temporada (y un tremendo cliffhanger) a raiz de que Claire Danes, que llegó a ganar el Globo de Oro y estar nominada el Emmy, abandonara la serie para rodar 'Romeo + Julieta' e iniciar su carrera cinematográfica.
Friends (USA, 1994-2004)
'Friends' puede que no sea la sitcom más inteligente, provocadora y fina de la historia pero consigue algo casi directamente de ciencia-ficción: la química entre sus seis protagonistas es absolutamente perfecta (entre todos ellos y en cualquier subconjunto de los mismos). Hay muchos ejemplos de químicas estupendas entre dos personajes, menos entre tres y cuatro ('Will y Grace' por ejemplo) pero, ¿entre seis? Eso es todo un hito y la piedra angular de que las peripecias de Monica, Rachel, Phoebe, Ross, Chandler y Joey sean totalmente atemporales a pesar de ser tan noventeras en su concepción y hechuras. Inolvidable.
Urgencias (USA, 1994-2009)
Vale, 'Urgencias' terminó en 2009. Podríamos haber elegido otro drama médico que se ajustara más a la descripción de "siglo XX". ¿'Chicago Hope'? ¿'St. Elsewhere'? Muy buenos pero la serie creada por Michael Crichton es más representativa y es indiscutible que sus mejores momentos están en las primeras temporadas, las circunscritas en el siglo pasado. Además los doctores Greene, Ross, Carter, Weaver, la enfermera Hathaway y demás moradores de la sala de urgencias del County General de Chicago bien que se lo merecen.
Murder One (USA, 1995-1997)
A Steven Bochco (tercera vez del amigo Bochco por aquí, un titán) se le ocurrió algo que hoy es muy normal pero hasta entonces no se le había ocurrido a nadie: en vez de un caso por capítulo, un caso por temporada. Y mezclando trabajo policial y judicial. Así surgía 'Murder One', una serie adelantada a su tiempo que sólo duro dos temporadas (en la segunda había tres casos en vez de uno, pequeña concesión de Bochco a la cadena) pero cuya influencia en la ficción posterior es amplia e innegable.
Orgullo y prejuicio (Reino Unido, 1995)
En los 90 la BBC intentó reverdecer sus laureadas miniseries de época de los 60 y 70. Así se produjeron entre otras 'Rojo y negro' (basada en la novela de Stendhal) o, sobre todo, este 'Orgullo y prejuicio' que es la versión definitiva de la obra magna de Jane Austen. Fue un pelotazo a nivel internacional como hacía mucho tiempo que no conseguía ninguna serie inglesa (presencia en los Emmys incluida) y contaba con unos perfectos Jennifer Ehle y Colin Firth como Elizabeth y Darcy. Memorable.
Cosas de marcianos (USA, 1996-2001)
'Cosas de marcianos'. Así es como se titulo en España '3rd Rock from the Sun', una de las más irreverentes y absurdas comedias de los 90, que contaba como un escuadrón de cuatro soldados alienígenas llegan a la Tierra para estudiar a los humanos y se tienen que hacer pasar por una familia a todas luces disfuncional, caótica y genial. El gran John Lithgow estaba memorable como el comandante Dick Solomon (tres Emmys nada menos)y nos descubrió a un puber Joseph Gordon-Levitt.
Buffy, cazavampiros (USA, 1997-2003)
Joss Whedon es un tipo tozudo, eso está claro. Tuvo una idea sobre una adolescente que después de clase combate vampiros y demás seres del averno en una pequeña localidad californiana. Con ella hicieron una película horrible. ¿Qué hizo entonces? Luchar por conseguir una serie de televisión para su idea. El resto es historia: 'Buffy cazavampiros', a pesar de que algunas veces su escaso presupuesto le daba un look algo amateur y los actores no fueran precisamente top, es una de las series más inteligentes, mejor planteadas y más influyentes de los últimos veinte años.
Clásico moderno que merece estar en esta lista aunque la mitad de su trayectoria fuera ya en el nuevo siglo.
Ally McBeal (USA, 1997-2003)
Empezamos con un abogado y terminamos con una abogada... aunque 'Ally McBeal' era de todo menos una serie de abogados convencional. El bufete Cage & Fish estaba repleto de personajes al límite con multitud de traumas, pulsiones y obsesiones pero por encima de todo (del bebé bailón, de Barry White, de Vonda Shepard, de "Bizcochito", de las coreografías en el baño unisex, de Lucy Liu, de Robert Downey Jr., de los cameos famosos, de los casos imposibles...) estaba una Calista Flockhart maravillosa que lo bordaba capítulo a capítulo. Lástima que se haya prodigado tan poco.
Reseña en Espinof
Videoclip Searching my soul de Vonda Shepard
Y hasta aquí este eterno repaso a las series imprescindibles del siglo XX. Ahora es el momento de quejarse amargamente. Abiertos quedan los comentarios para tal efecto.
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