Los fans. Esos devotos absolutos de una serie, de un personaje, de un actor. No son un fenómeno nuevo, eso está claro. Pero ahora disponen de nuevas herramientas para expresarse, para comunicarse, para organizarse... y para meter presión. Cuando uno es fan, tiene su propia opinión de cómo debería transcurrir el argumento de la serie, de cómo deberían evolucionar los personajes, de a qué actores habría que incluir en un reparto. Pero... ¿hasta qué punto habría que hacerles caso?
En Mi Caja Tonta reflexionan al respecto con un "No, por favor, ¡basta de fans!".
Y es que la presión de los fans puede hacer que, si los guionistas ceden a sus deseos (o mejor dicho, los ejecutivos presionen a los guionistas para que cedan a sus deseos "no siendo que los fans dejen de serlo"), determinadas tramas empiecen a perder sentido.
Los fans son importantes, sin duda. Y sus opiniones pueden aportar ideas interesantes, aunque no hay que olvidar que los que hacen más ruido suelen ser una minoría que no tiene por qué representar al conjunto de seguidores de una serie. Pero creo que los guionistas de una serie deberían ser los que mantuviesen las riendas respecto a las tramas de acuerdo a su concepto creativo, sin ceder a presiones de fans (ni tampoco de los ejecutivos) para modificar esas tramas más allá de lo razonable.
Pero soy un iluso :)
Foto | ctsnow