¿Ha jugado 'Mad Men' con nuestra mente conspiranoica?

Hay series, como 'Mad Men', que se viven en primera persona. Series en las que implicarse con las tramas y personajes; que crean una atmósfera con varias capas, en las que el espectador ve los símbolos, intuye las metáforas y cae de lleno en las teorías de la conspiración, porque sabe que la presencia de tal objeto no es inocente y quiere decir algo, y si eres un espectador avispado puedes hacer una segunda lectura. Vivir ese juego engancha mucho.

El público de 'Mad Men' está acostumbrado a los mensajes ocultos de la serie: la obsesión con la muerte, las relaciones familiares, los asuntos laborales... incluso hay cierta tendencia a lanzar teorías sobre qué ha querido significar tal o cual réplica. Esta afición se ha convertido en determinante para muchos espectadores y esta sexta temporada que acabamos de despedir ha sido un buen ejemplo de ello. Parecía que las imágenes pretendían ir más allá y un público entrenado podría descifrar los enigmas... Pero, ¿acaso el señor Matthew Weiner, conocedor de esta pequeña debilidad no se ha aprovechado de ello, potenciándolo, sembrando pistas y haciéndonos delirar en busca de la conspiración perdida? ¿Acaso no es una forma de llamar nuestra atención y conseguir que se hable de ti?

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

Todo empezó con el póster que anunciaba la temporada. Los dibujos de ese cartel parecían encerrar varios mensajes ocultos: ese Draper que se cruzaba consigo mismo, la presencia femenina, la señal de STOP, la policía, un avión que surcaba los aires... Las teorías sobre lo que podía significar cada objeto no se hicieron esperar, la leyenda no hacía más que crecer.

Pero casi podríamos decir que todo ha explotado con las teorías referidas a Megan, la esposa de Don Draper. El deterioro del matrimonio, el hecho de que sus secuencias las viviera en gran medida en el hogar, esa alucinación en la que se "manifiesta" ante Don como un espectro, embarazada, por cierto y, desde luego, la famosa camiseta de la estrella roja, hicieron que las mentes de los espectadores giraran sobre sí mismas para determinar que probablemente el personaje estaba muerto y Don hablaba con su recuerdo. Al final de la temporada, esta teoría ha parecido quedar atrás pero, ¿acaso desde la misma serie no se ha potenciado ese "falso" mensaje y se ha tendido una especie de trampa al espectador?

Comparar a Megan con Sharon Tate resulta tan suculento que es casi imposible resistirse a ello. Y yo creo firmemente que, desde guion, se ha jugado con esa expectativa, sabiendo que los espectadores entraríamos a saco. Megan lleva la misma camiseta que una vez vistió Sharon Tate, la esposa asesinada de Roman Polanski. Megan viste de rojo y negro, colores de violencia y muerte. Megan no abre la puerta de casa, señal ¿inequívoca? de que Don está solo. Sally lee 'Rosemary's baby', la novela que inspiró la película de Polanski. Megan y Don van al cine a ver 'La semilla del diablo'... ¿Qué quieren decir tantas coincidencias? ¿Realmente Weiner está tramando algo o quiere hacernos caer en nuestra propia trampa mortal? Tal vez haya una resolución para todo ello en la próxima temporada...

Si la "muerte de Megan" ha podido resultar una teoría con más o menos fundamento, para mí, lanzada conscientemente desde la producción de la serie, me resulta un tanto diferente la que ha venido acompañada del personaje de Bob Benson, el otro gran "conspirador". Aquí sí creo que la mente de los espectadores estaba tratando de ver más allá de lo que la serie en realidad mostraba. La presencia de Benson, que de la noche a la mañana es un trabajador más de la agencia puede sorprender, pero se trata de una forma muy habitual de los guionistas de arrancar una trama, sin explicar cómo se ha iniciado el proceso, yendo al grano inmediatamente.

Bob Benson es un hombre aparentemente "perfecto". Complaciente, educado, amable, simpático, se gana la amistad de Joan y de Pete, parece que oculta algo tras su sonrisa y los espectadores se han lanzado con mucha alegría a la rica teoría. Que si era un policía que quería descubrir la identidad de Don, que si era el hijo secreto de Roger, que si (cierto que lo han leído estos ojitos que se van a comer los gusanos) venía del futuro y era el hijo de Don Draper. Al final, Bob sí tenía un secreto, y un mayor peso en la trama, pero nada que ver con las teorías locuelas que algunos apuntaban, todo estaba dentro de una lógica mucho más humana y realista.

A todo este gusto por las teorías, hay que sumar las que nacen con la llegada, el año que viene, de la que previsiblemente será la última temporada de la serie. Después del parón del cuarto año y el trato que alcanzó el creador con la cadena, parecieron establecerse ciertas premisas que armaban la serie hasta su final y una de ellas, por supuesto, tenía que ver con su última temporada. ¿Será verdad que veremos un importante paso de tiempo que nos mostrará un funesto futuro para Don Draper? Tendremos que esperar un año para saber cómo se resuelve.

En ¡Vaya Tele! | 'Mad Men', aceptar el pasado para afrontar el futuro

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