La huelga de guionistas ha descafeinado y trastocado la temporada televisiva en Estados Unidos, acortando las temporadas de las series ya establecidas, provocando significativas caídas de audiencia en casi todas las cadenas y deparando una suerte dispar para los estrenos del otoño. Por lo pronto, se rumorea que habrá menos cancelaciones que otros años entre los programas que aún están "en la burbuja", y las cadenas han renovado algunos que, en otras circunstancias, no habrían pasado del quinto capítulo.
Después de haber repasado las decepciones de la temporada, es hora de echar un vistazo a las revelaciones, o mejor dicho, a los pocos éxitos relativos que ha habido en la televisión estadounidense, éxitos que, en bastantes ocasiones, se han medido por criterios que poco tenían que ver con los datos de audiencia. Y entre ellos, la campeona es, sin duda alguna, Gossip Girl.
La serie de Josh Schwartz sobre un grupo de adolescentes ricos de Nueva York no ha tenido una audiencia espectacular, pero ha salido en cualquier revista de televisión, moda o tendencias de EE.UU. que se precie de ese nombre, además de ser más vista por Internet que en su emisión en directo tradicional. Los blogs de televisión hablan sin parar sobre sus actores, los trapitos que lucen sus actores y las sorpresas que depara el final de temporada, y su cadena, The CW, se ha marcado una campaña publicitaria que ha puesto la serie en boca de todo el mundo.
Además de este The OC a la neoyorquina, Josh Schwartz ha conseguido que su otra serie, Chuck, sea otra de las revelaciones del año. La comedia de acción no ha destacado por su audiencia en la NBC, pero entre el público más goloso para los anunciantes ha tenido buena acogida. Algo más inesperada fue la renovación del drama policial Life, pero ésta fue ganándose el favor de los críticos conforme transcurrían los episodios y tiene potencial para cristalizar en una serie bastante decente en su segunda temporada.
La ABC ha sido, como viene siendo habitual últimamente, una de las que mejores resultados han tenido con los estrenos. A pesar de la radical división de opiniones que ha generado entre público y crítica, Pushing Daisies ha funcionado mucho mejor de lo esperado, y lo mismo puede decirse de Samantha Quién?, la sitcom de Christina Applegate que es de los pocos estrenos del otoño que siguen emitiendo capítulos tras la huelga de guionistas. Muchos de los demás se fueron de vacaciones directamente en diciembre hasta la próxima temporada, como Sexy Money, una de las revelaciones del otoño cuyo rendimiento después del verano es una incógnita.
Finalmente, hay dos series cuyo futuro no parecía nada halagüeño en su debut que, sin embargo, han terminado congraciándose con los jefazos de las cadenas. Una de ellas es Moonlight, la serie del vampiro detective a lo Ángel de la CBS, que se ha hecho un hueco en la tradicionalmente floja noche de los viernes, y la otra es The Sarah Connor Chronicles, la continuación en Fox de la saga de Terminator (que TV3 emite desde hace unas semanas) y que finalmente verá una segunda temporada. Ha sido de los pocos programas de midseason que han sobrevivido a su debut.
En ¡Vaya Tele! | Grandes fracasos televisivos de la temporada en Estados Unidos I, II y III.