La segunda temporada de ‘Gossip Girl‘ ha acabado con un nivel de audiencia considerablemente inferior a lo esperado, pero se trata de algo que no nos sorprende puesto que esta temporada la serie se ha desarrollado de manera irregular y por debajo del nivel que marcó la primera, aunque en su conjunto haya sido satisfactoria.
Durante toda la temporada he tenido la sensación de que los personajes giraban sobre la misma historia, con sus parejas que se deshacen y rehacen constantemente y que dejan un cierto regusto a culebrón. Es posible que todos esperásemos más del drama adolescente con más mala leche del momento.
Seguramente uno de los capítulos más esperados fue el que introducía el spin-off ‘Valley Girls’, en el que se narran las aventuras de Ruffus y Lily, los padres de Serena y Dan. El capítulo fue interesante como presentación de personajes pero detuvo totalmente la trama de ‘Gossip Girl‘, algo que personalmente me parece un error.
La temporada que viene veremos a la ‘élite de Manhattan’ empezar su primer año de universidad, pero lo que tenía que ser el gran cliffhanger de la temporada – la llegada del hermano de Dan y Serena – tuvo poca relevancia en el capítulo final. En cualquier caso todo augura un otoño cargado de emociones fuertes, aunque quizá tendría más morbo que Dan y Serena siguieran juntos, lo que al parecer no es descartable del todo. La aparición del padre de Serena, que vimos fugazmente en el flash back que supuso el capítulo del spin-off, también promete devolverle el protagonismo a Serena cuyas tramas habían perdido relevancia.
Por otro lado, el regreso de Georgina es un poco desconcertante. Para empezar ¿cómo puede compartir dormitorio con Blair en la universidad? Blair nunca haría algo tan plebeyo como compartir cuarto. Es de esperar que, ahora que le ha dejado su trono en el instituto a la pequeña Jenny, se alce, no sin un poco de sudor, como la reina de la universidad haciendo gala de su saber estar y su lengua viperina.
La evolución de Chuck es un tanto desconcertante; ha pasado de ser un chulo violador en la primera temporada a ser casi dulce y tímido con Blair. Pero la peor parte se la lleva el personaje de Vanessa, que es totalmente prescindible y sólo tiene sentido mantenerlo si es ella la autentica ‘Gossip Girl‘.
En resumidas cuentas, la pasada ha sido una buena temporada no exenta de altibajos en su ejecución, pero que ha sabido mantener las dosis necesarias de drama adolescente y acritud, sello indiscutible de la casa.
Y como no se puede hablar de ‘Gossip Girl‘ sin hablar de moda, he de confesar que cada día me fascinan más las diademas de Blair, sobre todo por su inmensa variedad.
En ¡Vaya Tele! | Gossip Girl