Sorprende en estas nominaciones la ausencia de Los Soprano, cuya temporada final sí estuvo fuertemente representada en los pasados Emmy. Sin embargo, su descarte puede resultar la mejor baza para Mad Men, serie creada por un ex guionista de Los Soprano, Matthew Weiner, y que ha embelesado a todos los críticos del país por su mirada desmitificadora, pero visualmente fascinante, hacia el principio de la década de los 60. El otro estreno veraniego con posibilidades de llevarse el Globo de Oro es Damages, el thriller legal de la cadena FX protagonizado por unos Glenn Close y Ted Danson que despliegan tal arsenal de malas artes, que casi dejan a la marquesa de Merteuil como una mera aprendiz.
HBO está representada en esta categoría por Big Love, las tribulaciones del polígamo Bill Henrickson y sus tres mujeres, que en esta temporada se ha llevado bastantes elogios por parte de la crítica. Y la última serie del cable es Los Tudor, la recreación del principio del reinado de Enrique VIII, que esta Navidad ha podido verse en Canal+. El honor de las cadenas generalistas recae en dos series médicas. Por un lado, la reforma casi total de House en una cuarta temporada que esta semana empezamos a ver en España, y una Anatomía de Grey que aguanta ahí más por la reputación ganada en sus dos primeras temporadas que por los episodios que se han visto en 2007, que han dejado a bastantes fans preguntándose qué está pasando por la cabeza de Shonda Rhimes.
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