Cuando hace poco más de un año, tras la final de ‘American Idol‘ Fox programó, para aprovechar el tirón de audiencia, el primer episodio (a modo de adelanto) de una serie adolescente con tintes musicales nos extrañó. A esas alturas sabíamos más bien poco de la serie, practicamente las palabras comedia musical teen estaban por toda nota de prensa que Fox distribuía.
Vi el primer episodio y me gustó, es más me encantó y parece que no fui el único porque de repente y antes de su estreno oficial en otoño ya se había convertido en un fenómeno de masas. Había llegado la Gleemanía, ‘Glee‘ había aterrizado en nuestras vidas televisivas.
Resumamos: Will Shuester (Matthew Morrison) es un profesor de español en el instituto McKinley de Lima, Ohio. Es un nostálgico de su época como estudiante en ese mismo instituto y cuando se le presenta la oportunidad no duda en ofrecerse como director del Glee Club para intentar devolverlo a sus buenos tiempos y tendrá unos comienzos difíciles ya que pertenecer a este club es estar fuera de toda escala de popularidad. Y esto es todo lo que necesitas saber de ‘Glee’.
“Así es como Sue lo ve”
El leit motiv principal de la serie es el intento de un grupo de gente que es marginada en el instituto por triunfar y lograr integrarse en la ya mencionada escala social escolar. Y claro si ya es difícil de por sí estar en New Directions imaginaos si encima hay una profesora del insitituto que se dedica a intentar cerrar por todos los medios el club pues peor todavía.
Estoy hablando, claramente de Sue Sylvester (Jane Lynch) entrenadora del laureado equipo de animadoras que empleará mil y una argucias para desmantelar el club de Will Shuester. Sue es mala de cuento, cruel y despiadada… pero a pesar de ser el arquetipo de mala nos encontramos que es un personaje con muchos matices y que, sobre todo en la segunda tanda de la temporada, estamos asistiendo a la evolución a pasos agigantados.
¿Quiere decir que en un futuro nos encontraremos con una Sue buena? No, y tampoco creo que pasemos a ver a una Sue descafeinada simplemente creo que a lo largo de la próxima temporada veremos como, salvo hecatombe, a la entrenadora le cuesta más y más hacer perrerías a los coristas. Por lo menos creo que es la evolución lógica que parece tener el personaje.
La música de ‘Glee’, un aspecto delicado
A ‘Glee’ se le puede achacar mil defectos pero es con los números musicales con lo que, probablemente, más división hay a la hora de opinar sobre la serie. Y es que más de uno ha afirmado que han destrozado más de un tema musical.
La verdad es que yo no diría tanto, pero hay que reconocer que unos temas son mejor ejecutados que otros y que no siempre quien canta está a la altura de lo cantado. Por un lado, y rompiendo una lanza a favor, es algo difícil realizar arreglos para varias voces de temas pensados para una o dos como mucho y teniendo en cuenta el ritmo de trabajo de las series en general es comprensible que nos encontremos con algún que otro arreglo mediocre.
Eso sí, las carencias de los arreglos deberían ser suplidas en la medida de lo posible por la actuación de los muchachos, que para algo son profesionales del sector. A mí me da la impresión que a la hora de grabar las actuaciones que cierran el episodio les falta algo de motivación que repercute en el resultado final.
¿Renovarse o morir?
Cada vez que nos enfrentamos a una serie “revelación” nos asalta la misma duda. ‘Glee’ se ha caracterizado por tener un carácter fresco y por combinar los factores del drama teen con algo de música y un toque de comedia que han creado una serie para disfrutar. Pero una vez pasada la novedad, la serie deja de ser revelación por lo que ¿sobrevivirá a una segunda temporada, es más, a una tercera sin caer en la rutina y en el aburrimiento?
Personalmente lo dudo mucho y es que haciendo un balance general de la temporada creo que a ‘Glee’ le vienen grandes los cuarenta minutos por episodio. De hecho hay muchos episodios regulares cuyo mayor problema es que la trama no da más de sí. Aunque sea arriesgado creo que un formato de media hora le viene mejor a la serie o eso o que los guionistas se pongan las pilas para poder lograr que en los cuarenta minutos no caigamos en el desinterés.
La verdad es que metiéndome un poco en los guiones, por lo general creo que la mezcla de comedia y drama no la están haciendo bien. No sé, pero muchas veces tengo la impresión de que me río mucho más con un dramón como ‘Breaking Bad’. Y también creo que mientras la comedia es (o parece ser) la nota dominante, parece que relegan el drama para el momento “moralina” o momento tierno del episodio. Una tónica que se notó sobre todo en la segunda tanda de la temporada (la que comenzó en abril). Hasta que no encuentren un equilibrio adecuado creo que la serie cojeará.
En definitiva creo que ‘Glee’ es buena serie, ni es la mejor serie del mundo ni lo peor que se ha hecho en mucho tiempo. Es una serie bien producida y sobre todo bien vendida que es, definitivamente, lo que importa a la cadena que no dudará en alargar ‘Glee’ cuantas temporadas haga falta mientras le salga rentable. Y es que sí, la serie comenzó muy bien, pero sin embargo el conjunto de la temporada ha quedado irregular, con episodios míticos y otros más bien aburridos. Ryan Murphy y compañía tienen que tomar nota de bastantes cosas.