El título de esta entrada tenía, en un principio, un doble objetivo: en primer lugar, comentar la evolución de la tercera temporada de ‘Fringe‘, que por primera vez en su historia está dividiendo a todos los fans de la serie; y en segundo lugar, para comentar el precipicio en el que se encontraba hasta hace unos días, debatiéndose entre la cancelación y la renovación. Pero con una cuarta temporada completa asegurada, podemos acomodarnos en el sillón y divagar con lo que está por venir. Que según lo que nos han enseñado en los últimos 18 episodios, aquí hay mucha tela que cortar.
En esta tercera temporada queda claro que ‘Fringe‘ se ha pasado definitivamente al territorio de la ciencia ficción; no es que antes fuese una serie demasiado realista, pero los casos semanales que nos proporcionaba al principio siempre recibían una explicación más o menos creíble por parte de Walter, y cuando aquello no tenía ni pies ni cabeza, se achacaba a cualquier experimento del pasado y santas pascuas. Con la teoría de los universos de la segunda temporada, ‘Fringe’ dio un gran paso, que ha terminado de consolidarse en esta tercera temporada donde los casos semanales han sido la excepción. Eso sí, brillando cada vez más.
Hasta ahora se han dedicado a ir poniendo piezas sobre la mesa, como preámbulo al gran evento que está por venir en el capítulo final de la temporada. Tenemos dos variables: por un lado, está la máquina creada por los “First People” o “Primeras Personas”, esa civilización antigua y probablemente más avanzada que nosotros que construyó este elemento capaz de crear y destruir universos; y por otro lado, tenemos a Peter Bishop, el único capaz de hacer funcionar la máquina. La pregunta es: ¿De qué lado se posicionará Peter? No ha negado que todavía siente algo por la Olivia del otro lado, y en cuanto se entere de que tiene allí a su retoño, las cosas se van a poner aún más calentitas. Como dicen las promos del final de temporada: “¿Dónde estarás tú cuándo ocurra?“ Tengamos en cuenta que la máquina también puede fusionar universos, y es algo que los creadores no descartan.
En el terreno de lo interpretativo, Anna Torv (Olivia/Altivia/William Bell) es la que se está llevando la palma este año, porque como le sigan dando más personajes va a superar en breve a Toni Collette en ‘United States of Tara’ (ya hemos tenido algún déjà-vu en este sentido), pero lo mejor es que lo está bordando con todos ellos. La primera vez que la oímos hablar con la voz de “Belly” fue probablemente el mayor “What the Fuck?” de toda la serie, aunque no todo el mundo se ha tomado demasiado bien esta parte de la trama. Algunos piensan que la serie ha saltado el tiburón con la introducción de este elemento, y no están demasiado emocionados con que Olivia ahora sea un viejo verde. Opiniones hay para todos los gustos, a mí concretamente me encanta ese acentillo en Anna Torv. Ahora bien, ¿cuál es el propósito de traer de nuevo a Belly? Hace ya varios meses que Leonard Nimoy confirmó su regreso a ‘Fringe’, pero de momento no se sabe nada más.
El último aspecto que me gustaría comentar de cara al final de temporada es el efecto que podría tener la tardía renovación en dejar un final casi cerrado. La noticia ha llegado a tiempo, cuando aún no se ha rodado el final de temporada, lo que habrá dado tiempo a los guionistas a cambiar sus planes y la cantidad de información que nos proporcionan, pero en “Bloodline”, con ese embarazo acelerado, se ha notado mucho el temor a una cancelación prematura, y han querido dar salida a tramas que quedarían inconclusas. Sea como sea, sentémonos a disfrutar, que la semana que viene vuelve ‘Fringe’ y a partir de ahí es un no parar hasta el final de temporada; un final que promete ser aún más épico que el anterior. ¡Y ya es decir!
En ¡Vaya Tele! | ‘Fringe’, dos realidades de una misma historia
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