Todo lo que ‘Fringe’ ha venido contando desde el principio culmina, de algún modo, en el inicio de esta tercera temporada. El Patrón, el manuscrito ZFT, los experimentos de Belly y Walter, el rapto de Peter, las habilidades de Olivia, las consecuencias de que Walter cruzara al otro universo… Todo se encamina a la guerra entre las dos realidades, la guerra que Walternate lleva planeando mucho tiempo y que está desarrollándose aunque nuestros protagonistas no se den cuenta, por ahora. Tras habernos introducido al final de la segunda temporada en el otro universo (Tierra 2), ahora vamos a alternar uno y otro porque, no nos olvidemos, nuestra Olivia se quedó atrapada allí y BOlivia se infiltró en nuestro mundo con una agenda que, de momento, no está clara.
Solamente con ese intercambio, todo lo que nos vayan a mostrar en la pantalla a partir de ahora cambia radicalmente. Aparte de Walternate y Broyles 2, nadie más sabe que la Olivia con la que están tratando no es la que ellos conocen, pero nosotros sí estamos al tanto, así que las historias autoconclusivas que cuenten a partir de ahora van a estar revestidas de ese conocimiento, de esa tensión por saber si las van a descubrir, si Charlie 2 o Peter se darán cuenta del engaño. Los guionistas han afirmado que, contando historias de uno y orro lado, pretenden conseguir que nos identifiquemos también con los personajes de Tierra 2 y que llegue un punto en que nuestras lealtades no sean tan claras, que empiezo a sospechar que les va a pasar también a los personajes de ambos universos tarde o temprano.
Estos dos primeros episodios se han centrado en mostrarnos qué está haciendo cada una de las Olivias, algo que también forma parte del plan de Walternate. Se dedica a experimentar con Olivia, a convertirla en BOlivia para, seguramente, intentar aprovechar sus habilidades, pues sabe que ella consiguió cruzar de un universo a otro sin haber averiguado aún cómo. Fue un inicio de temporada tenso, emocionante y que nos dejó con ganas de ver más del otro lado, de ver qué se propone Walternate y si conseguirá mantener en secreto que las Olivias intercambiaron sus lugares. Desde luego, nuestra Olivia va a pasarlo mal allí, y de momento parece haber “desaparecido”, convertida en otra persona. ¿Podrá aquel taxista (que para mí siempre será Bubbles en ‘The Wire’) rescatarla?
Pero claro, si pasamos más tiempo en Tierra 2, nos perdemos el doble juego que se trae BOlivia entre manos. Intenta comportarse igual que Olivia, estudiando grabaciones suyas para copiar su modo de hablar y de moverse, porque parece que su objetivo es, de algún modo, convencer a todo el equipo de que estudie las piezas de la máquina del Juicio Final de Walternate que están ocultas en nuestro Universo. ¿Por qué? Ya sabremos la respuesta a esa pregunta. Mientras Olivia está siendo manipulada en Tierra 2, BOlivia controla perfectamente todos los hilos de la operación en nuestro lado, sirviéndose de Newton para conseguir sus propósitos y reunir las piezas que faltan. Da la sensación de que va a manipular al equipo (a Peter ya lo tiene en el bote) para que hagan lo que ella quiera. Qué es eso, ya se verá.
Eso sí, ver las sutiles diferencias entre las dos Olivias está siendo realmente interesante de ver (y aquí hay que darle crédito a Anna Torv por hacerlas fácilmente reconocibles sólo por el modo en el que se mantienen erguidas). Olivia es más seria, más reservada y contenida hasta el punto de nunca haberle dicho a Peter, por ejemplo, que le gustaba una determinada canción, mientras BOlivia es un poco más abierta, más segura, no tiene miedo de reafirmarse como la persona que tiene la autoridad y se divierte genuinamente con lo que hace. Seguramente, es como habría sido Olivia si Walter y Belly no hubieran experimentado con ella, y si su madre no hubiera muerto y si John Scott no la hubiera traicionado. Es algo parecido a lo que ocurre con Walternate, que es como habría sido Walter si no hubiera acabado internado en el psiquiátrico.
Las decisiones que no se toman, las oportunidades que se pierden, las lealtades personales, la fidelidad a la identidad propia o su descubrimiento van a ser temas que esta tercera temporada de ‘Fringe’ va a tocar a veces, es cierto, recordando un poco a ‘Alias’ (no en vano, medio equipo trabajó antes en esa serie). La telaraña tejida en la serie, y la continua evolución de sus personajes, le ha dado un salto cualitativo importante desde sus inicios, cuando las quejas de que era demasiado fría y grandilocuente eran comunes. Si la estratagema de alternar un universo y otro les sale bien, volverá a dar otro salto importante, y yo tengo mucha curiosidad por ver hasta dónde puede llegar. Promete ser un viaje de todo menos aburrido.
P.D.: Sé que ya hay gente preocupada porque la audiencia de los dos primeros episodios no fue buena. Con ‘Fringe’, hacer estas cábalas tan pronto no conduce a nada. El año pasado tuvo audiencias bastante preocupantes hasta después del parón que Fox hace por los playoffs de la liga de béisbol, a mediados de este mes, y después empezó a recuperarse lentamente y acabó renovada. Aún es muy pronto.
En ¡Vaya Tele! | La tercera temporada de ‘Fringe’ llega este domingo a Canal+ Acción
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