‘Fringe’ vive uno de sus momentos más delicados. En su tercera temporada, la serie creada por J. J. Abrams se encuentra en mitad de un período de incertidumbre, ya que, como hemos comentado y analizado aquí, tras el parón pasará ocupar la franja de la noche del viernes en vez de la del jueves como hasta ahora. Este cambio es el fruto de la progresiva pérdida de audiencia que la ficción ha venido sufriendo desde la segunda temporada.
Es curioso que la serie haya perdido más espectadores cuando su trama ha llegado a su mejor momento. Todo lo que en las dos primeras temporadas nos han mostrado de ‘Fringe‘ parece estar desembocando en la actual, ofreciéndonos lo que creo que es una de las historias más interesantes y originales de todas las que podemos disfrutar en la ficción estadounidense en la actualidad.
Sin duda, lo mejor de esta temporada está siendo cómo nos están mostrando las dos realidades que se dan en la serie. Hasta ahora, los capítulos se han ido alternando con acierto, de manera que unos nos mostraban a BOlivia infiltrada en nuestro mundo mientras que otros se centraban en la huida de Oliva del universo alternativo (Tierra 2). Pero los guionistas de la serie han querido darnos algo más. Afirmaron que enseñarían más de la otra realidad, para que nos identificáramos con los personajes que allí viven y no tuviéramos tan clara la línea que separa el bien del mal. Y lo han logrado.
Es verdad que conocemos mucho más de los personajes de nuestro mundo y que estamos más implicados con ellos que con el resto. Además, en el otro lado está WalternateWalternative, el personaje malvado de la serie y el único que tiene una intención clara de eliminar uno de los dos universos. Pero también es cierto que gracias a los primeros capítulos de esta tercera temporada sabemos que los personajes de Tierra 2 no son tan malos ni tienen las cosas tan claras como en un principio pudimos pensar. Incluso en el noveno episodio de la tercera temporada vimos a Broyles 2 ayudando a escapar a nuestra Olivia, acción que le costó la vida y acabó con uno de los personajes que resultaban más atractivos del otro lado.
Pese a lo interesante de esta trama y a su originalidad en la forma de contarla, me ha desconcertado lo pronto que, al parecer, ha concluido. Después de que las dos Olivias volvieran a su lugar de origen, todo ha quedado en una aparente normalidad, algo que parece que se va a mantener de cara al futuro. A priori creo que es un error, pero ya he aprendido a depositar mi total confianza en los guionistas de ‘Fringe’, que siempre han sabido sorprenderme aún cuando sus capítulos han atravesado una mala racha. Además, me gusta que la serie no haya aparcado las tramas autoconclusivas que la han caracterizado desde sus inicios. Son entretenidas y nos permiten descubrir, paso a paso, todo lo que se esconde en el universo de la serie.
La tercera temporada comenzó con un episodio titulado con el nombre de la protagonista, “Olivia”, y el resto de lo que hasta ahora hemos visto está estrictamente vinculado con el nombre de una actriz, Anna Torv. Su personaje no es el que yo destacaría dentro del elenco de la serie (ese puesto lo ocupa desde hace mucho Walter Bishop), pero la actriz esá realizando un trabajo grandioso este año. Ha tenido que defender a dos personajes que han llevado todo el peso de los episodios en los que han aparecido, y esa responsabilidad la ha cumplido con creces en cada gesto, mirada y frase.
Todo lo que nos queda aún por ver de ‘Fringe’ es un misterio, al igual que lo es el hecho de si podremos llegar a verlo. Soy de los que se han tomado el cambio de día de la serie con pesimismo y aunque desde FOX nos quieran hacer ver que la ficción no está en peligro, pienso que si la audiencia le sigue dando la espalda, al final será cancelada. Al fin y al cabo, es lo que siempre hemos visto en la parrilla: si no hay audiencia, no hay serie, por muy buena que esté demostrando ser.
En ¡Vaya tele! | La FOX se toma con humor el cambio de ‘Fringe’ a los viernes
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