Da la sensación que ‘Fringe‘ va a terminar su andadura por la parrilla de Fox contándonos un nuevo capítulo de su historia, uno del que, hasta ahora, no teníamos más pistas que el vistazo que nos ofrecieron en ese capítulo 4×19 cuyo final ya estaba indicando que tenía una continuación. Jeff Pinkner y J.H. Wyman, showrunners de la serie, ya comentaron entonces que aquel episodio ofrecería algunas señales de por dónde podía ir la quinta temporada, que pondrá el cierre definitivo a la serie. Pero antes de llegar a ese punto, tenemos que hablar sobre el final de la cuarta temporada, una entrega que ha dividido a los fans por su reseteo de la historia en una línea temporal donde Peter nunca había existido.
Esa nueva línea temporal se ha divertido presentando situaciones que ya habíamos visto en la primera temporada, sobre todo, con un ligero giro que las hacía diferentes, y también ha recuperado a David Robert Jones como gran villano, aunque luego supiéramos que, en realidad, estaba trabajando a las órdenes de otra persona. Jones siempre es un malo muy bienvenido e imprevisible, y uno muy unido a los inicios de la División Fringe, así que era natural que fuera la némesis de Peter, Olivia y Walter en esta temporada. La sorpresa (si no nos habían espoileado las promos de Fox), sin embargo, fue descubrir que todos sus planes para destruir los dos mundos no eran más que la visión de William Bell, el que sí es realmente el gran villano de ‘Fringe’.
El nuevo mundo de Bell
No obstante, Bell siempre ha funcionado como complemento o némesis o acicate de Walter Bishop y, en realidad, es el lado oscuro del propio Walter el enemigo de los protagonistas. Walternate, al principio, era la cristalización de ese lado oscuro en el Otro Lado, y esa creación de un nuevo mundo que Bell quiere ejecutar no era más que una vieja idea de Walter que descartó porque se asustó de sus implicaciones. Walter necesitó que le extirparan trozos de cerebro y pasar 17 largos años en un psiquiátrico para huir de ese complejo de Dios que Bell ha abrazado por completo, lo que no quiere decir que no se atreva a tomar decisiones que le duelen, como ‘matar’ a Olivia para impedir la destrucción de los dos universos.
De Olivia siempre se había dicho que era especial, que Bell y Walter la prepararon específicamente en sus experimentos con Cortexiphan para algo. Teniendo en cuenta que Bell sabe mucho más de los Observadores de lo que parece, ¿puede ser que fuera para esa invasión en 2037 para lo que la estuvieran preparando? ¿Que aquellos seres fantasmales que vendrían a declarar la guerra en nuestro universo, descritos por Walter en el manuscrito ZFT, sean los Observadores, y no los döppelgängers del otro lado? Eso sí, ver a esa Olivia mutante a lo X-Men ha resultado ser muy entretenido. Y no sería extraño que algunos de esos poderes no desaparecieran después del “subidón” de Cortexiphan provocado por Bell.
Hacia el futuro
La sensación que ha dejado este final de temporada es de cierre de una etapa y apertura de un capítulo nuevo; el de la invasión de los Observadores. Las escenas finales tenían, además, todo el aroma más a un final de serie que a cierre de temporada, pero teniendo en cuenta lo que nos contaban en ese ‘Letters from transit‘, lo que estaban haciendo es poner las primeras piedras del camino que debe culminar en ese futuro totalitario. Aquel episodio se quedaba abierto, por lo que está claro que la trama va a continuar en la quinta entrega, pero lo que no sabemos es si irán alternando líneas temporales, como antes alternaban universos, o si nos enseñarán el futuro de otro modo.
Lo que sí se puede decir es que este final doble, ‘Brave new world‘, ha mantenido esa escala mucho mayor, casi cinematográfica, en la que se han movido los finales de temporada de ‘Fringe’ ya desde la primera temporada. Y ha dejado un momento realmente genial e inquietante con la reanimación del cadáver de Rebecca Mader, otra muestra de las cosas que puede hacer el equipo de efectos especiales de la serie con un presupuesto probablemente mucho más ajustado. Porque que las escenas con los dobles tengan un gran nivel técnico ya casi ni es destacable. con el cierre del puente entre los dos universos, parece que dejaremos de ver a Walternate, BOlivia y compañía (y Lincoln), pero tampoco debería de extrañarnos que volvieran a aparecer. ¿Y si Olivia, en ese futuro dominado por los Observadores, fue enviada al Otro Lado, en lugar de ser asesinada?
Lo único cierto es que tendremos ocasión de despedirnos de ‘Fringe’ el próximo otoño, con 13 capítulos que se seguirán viendo los viernes y parece que se emitirán prácticamente sin interrupción. En esos episodios veremos, seguramente, a aquel señor X que se supone que es el hombre que va a matar a Olivia (¿lo recordáis del capítulo animado?), y comprobaremos también si continúan con su esquema de los casos de la semana, aunque estén relacionados con la trama principal, o se lanzan de cabeza a algo directamente serializado. Las posibilidades que se abren en esta nueva etapa son muchas y, por suerte, ‘Fringe’ podrá cerrarlas en sus propios términos y ya sin la presión de las bajas audiencias. ¿Alguien tiene unos regalices rojos para celebrarlo?
En ¡Vaya Tele! | ‘Fringe’ renueva por una quinta y última temporada