Muy poco entusiasmada se ha mostrado la audiencia ante la segunda temporada de 'Frágiles'. La ficción de Telecinco se ha sumado a la senda de las series españolas que en su mayoría no han conseguido levantar la expectación del público en los últimos meses. Como consecuencia, 'Frágiles' ha empeorado los datos que ya cosechó en su primera temporada y Telecinco no ha dudado en dar por finalizada la serie, dejando que la despedida que vivimos ayer sea el cierre definitivo de la ficción.
Aunque no podemos ver esta decisión con malos ojos, sobre todo si somos conscientes del paso que ha tenido 'Frágiles' con su segunda temporada, una trayectoria que no ha hecho justicia a lo que fue la ficción el año pasado. Si en la primera temporada ya teníamos indicios para dudar de la estabilidad de 'Frágiles', el lío amoroso en el que se ha convertido esta segunda trama de episodios no ha hecho más que alejarnos de ella, por lo que podríamos considerar como acertada la decisión de la cadena de terminar con su camino.
Teniendo en cuenta que hablo desde la posición de quien nunca ha conectado con el personaje protagonista, todo lo que ha rodeado la vida de Pablo me ha provocado una tremenda pereza, sobre todo tras comprobar que 'Frágiles' había evolucionado hasta transformarse en una ficción llena de múltiples enredos amorosos. Todas las tramas de largo recorrido han perdido parte de la magia que tenían el año pasado, viciadas por ese afán de que cada personaje tuviera sus dilemas de pareja al margen de sus problemas personales.
El ejemplo de Lola es el que mejor evidencia el tipo de ficción en el que se ha convertido 'Frágiles' con el desarrollo de esta nueva temporada. Su personaje ha quedado en la sombra, haciendo frente a una nueva vida con Jorge después de que apareciera embarazada. Nunca se dio una explicación sobre cómo había sido capaz de dar ese paso, algo que también le restó credibilidad como personaje. Ella, que fue lo más destacado de la primera temporada de 'Frágiles', ha quedado simplificada, obviándose algunos de los elementos más enriquecedores de su personalidad que habrían dado mucho más juego esta temporada.
Pablo y sus amores
Pero ni Lola ni su asperger, ni siquiera las tramas episódicas, han hecho que los guionistas se desviaran de la intención de recopilar las idas y venidas que Pablo ha tenido en medio de ese triángulo amoroso al que a veces se ha sumado la hermana de su ex mujer o su mejor amigo. Los que más han salido perdiendo son los casos en los que se debían centrar cada episodio, que han perdido toda la fuerza que presentaron el año pasado. En ellos encontrábamos pinceladas interesantes por las que 'Frágiles' merecía la pena, pero a cambio este año parece que incluso han tenido menos tiempo para desarrollarse en la pantalla.
Puede que esa falta de tiempo (es solo una impresión mía, quizá debido al hecho de que el resto de tramas de largo recorrido me ha provocado mucha pereza) llevara a encumbrar a Pablo como ese superhombre capaz de encontrar los problemas de cada paciente tras una sesión de masajes. Las habilidades de Pablo han rozado lo absurdo en varias ocasiones, demostrando que el regreso de 'Frágiles' había perdido cualquier tipo de delicadeza que se hubiera tomado en el pasado.
Un desenlace abierto
A cambio, muchas idas y venidas que, como pudimos ver en el último capítulo (que finalizó en torno a las dos de la madrugada), no nos llevó a ningún sitio. De nuevo nos encontramos ante un final abierto, emitido ante la falta de previsión de que la nueva temporada no alcanzara el objetivo de renovar en la cadena. Por ese motivo, vimos a Pablo en quirófano luchando por sobrevivir, a Lola en mitad de un parto que se avecinaba complicado y a Teresa teniendo un nuevo encuentro con Jose. Todo ello mientras el espectador se quedaba con cara de bobo cuando aparecían los rótulos finales sabiendo que no habría continuación.
Cuidar la manera en la que una ficción se va a despedir de sus espectadores debería ser importante, tanto si la serie tiene éxito como si no. Porque, si tiene una legión de seguidores, el cierre pondrá la puntilla a la manera en la que esta será recordara. Pero, si como en el caso de 'Frágiles', tiene un final abierto en el que las tramas de cada personaje quedan en el aire, demuestra una falta de respeto ante los pocos espectadores que han decidido mantenerse en la ficción y seguir pegado a ella sin importar la hora en la que acabe. En el caso de 'Frágiles' fue la guinda a una temporada que no había cumplido con las expectativas.
En ¡Vaya tele! | 'Frágiles', enredada en su trama amorosa
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