Se estrena el inicio de 'La fortuna', la nueva serie de Movistar+ en la que Alejandro Amenábar se mete por primera vez en el formato de episodios, logrando llevar sus particulares obsesiones a una narrativa cristalina y clásica que habla del antes de ayer en España. Reseñamos los dos primeros episodios, que narran el inicio del conflicto internacional que llevó a España a los tribunales estadounidenses en defensa de su patrimonio cultural.
En 2007, la compañía estadounidense Odyssey Marine Exploration, una suerte de empresa de piratas de guante blanco que lleva a cabo la explotación de barcos hundidos halló unas 600.000 monedas de oro y plata de un buque descubierto en el fondo marino. Una expedición que puso en marcha una investigación del Gobierno español para descubrir si el tesoro pertenecía al navío Nuestra Señora de las Mercedes, propiedad de la Corona española, lo que vino a ser conocido en todos los medios de comunicación como el "caso Odyssey".
Un retrato de España en crisis
'La fortuna' adapta la novela gráfica 'El tesoro del cisne negro', de Paco Roca, autor y dibujante español de prestigio internacional, que retrataba en viñetas el caso del Odissey en 2018, tomando un episodio de la historia reciente de España como lienzo para un retrato tintinesco (no por casualidad el protagonista es fan de los álbumes de Hergé) de un caso político que es en un corazón muy cinematográfico y aventurero.
La apuesta del reparto de Amenábar tiene su riesgo, al elegir al modelo e influencer Álvaro Mel para interpretar el papel principal, Álex Ventura, un diplomático recién incorporado que se convertirá en el líder de la misión para recuperar el tesoro robado. Es arriesgado porque su físico suave no acaba de ser expresamente convincente en el papel, pero más por falta de costumbre de ver a alguien falto de carácter en este tipo de películas, pero lo cierto es que conforme pasan escenas es creíble como un educado, soñador y maniático aspirante a político a pesar de que su voz a veces tiene poco cuerpo.
Sobre todo si o ponemos en contraste con su némesis: el Frank Wild de Stanley Tucci, un aventurero que recorre el mundo saqueando patrimonios las profundidades del mar, más rudo de lo habitual en el actor pero creíble, competente y solvente como siempre. Además acompañado por la mágica T'Nia Miller, capaz de crear un aura de glamour en cualquiera de sus apariciones. Junto a Clarke Peters como Jonas Pierce, un abogado norteamericano brillante, muestra un acierto para el reparto internacional.
Rastros del Spielberg más reciente
Ventura hace equipo con Lucía, una funcionaria de armas tomar, interpretada con convicción por Ana Polvorosa, con la que se crea una relación de contrastes interesante, en donde Amenábar vuelca sus puntos de vista sobre los prejuicios, la autoimagen ideológica y otros temas que se exploran durante la serie, a modo de versión moderna de los estudiantes de 'Tesis', una pareja improbable unidos por un objetivo común que retratan muy bien los perspectivos estereotipos que representan.
Además, los dos bien rodeado de actores de la talla de Karra Elejalde, que vuelve a clavar su papel con Amenábar, como ministro de cultura español, Manolo Solo tremendo ex-legionario que no parece la misma persona que hace de Cardenal en '30 monedas', una inquietante Blanca Portillo o Pedro Casablanc. Amenábar se apoya en ellos para desplegar un clasicismo en busca de la naturalidad, sin filtros en una fotografía luminosa que se acompaña de una música que confunde la sencillez con lo anacrónico, con un Roque Baños algo empalagoso que no encaja del todo (o quizá demasiado) con las intenciones académicas del director de recrear los recientes thrillers de Spielberg como 'El puente de los espías', 'Lincoln' o 'Los archivos del Pentágono'.
En los dos primeros episodios aún no se adentra en la prometida aventura marina, aunque la secuencia inicial recuerde a la de 'Titanic' (1997); y el segundo episodio comience con una gran escena de acción de época en 1804, cuando la fragata de la Armada Española Nuestra Señora de las Mercedes se hundió frente al Algarve tras un ataque inesperado de la Marina Real británica. El inicio de 'La fortuna' es variado, un acertado thriller de despachos con los mejores logros en su retrato de una España gris, de ñapa y pintura frente al glamour cool de los piratas americanos, un contraste que desafía los clichés con una mirada algo anticuada, pero no menos aguda, al exponer las miserias de unos y otros.
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