‘Finding Carter’ tenía una premisa demasiado llamativa como para ignorarla. “Una chica descubre que su madre en realidad es una secuestradora y la obligan a volver con su verdadera familia, todavía traumatizada por su abducción”. Chapeau. Diría que jamás había asociado la etiqueta de “drama familiar” a una serie de forma tan rápida, automática y casi inequívoca.
El reto, sin embargo, era canalizar este punto de partida potente en algo entretenido y longevo. Puede que MTV emita alguna ficción interesante (‘Awkward’, ‘Teen Wolf’) pero su experiencia se centraba en la comedia y lo sobrenatural, así que costaba visualizarla rasgando en la superficie de los personajes. Pero, ahora que ha terminado temporada, puede decirse que han hecho bastante bien las cosas.
Carter no era precisamente la hija modelo. Lo era para una secuestradora que iba de guay, sí, pero no para unos padres convencionales como los suyos. ¡Su madre directamente era policía! O sea, las noches locas y llegar más tarde de las doce no son atributos que valorasen de forma positiva, y este ha sido el ámbito que más problemas le ha dado a ‘Finding Carter’.
Familia sí, amigos no
Si algo ha resultado poco creíble, ha sido su filosofía ‘Skins’, esa que indica que hay un delincuente drogadicto en todo adolescente. Puede que tenga su dosis de verdad pero las tardes de Carter en ese cobertizo de lujo con unos amigos que iban desde la ligera de cascos al que organizaba apuestas ilegales, no acabó de colar. Todavía tenía menos sentido Crash, más que nada por su perfil de malote de manual, que impidió creer en ningún momento que allí había amor. Sólo había estereotipo.

Esto sí que es una madre.
En este aspecto, Cynthia Watros ha hecho un trabajo estupendo. Sus fisonomía complicada jugó a su favor y cada vez que miraba a Lindon, el nombre con el que bautizó a Carter, transmitía la desazón de haberse perdido su infancia. Los guionistas vendieron bien hasta cierto punto la situación de la protagonista, que estaba atrapada por los buenos recuerdos de su falsa madre y las comparaciones con esta policía cuadriculada eran injustas. Acusar de controladora y desconfiada a una mujer a quien le secuestraron su niña, era a todas luces injusto, pero era su forma de enfrentarse a su difícil realidad.
Carter, difícil de juzgar
La serie, además, prefirió ser un drama familiar a una serie de adolescentes. Los constantes descuidos de Grant, el juego de mentiras de los padres (y parece que David pudo haber estado con Lori) o el vínculo que une a Carter con Taylor han tenido más presencia que los entresijos de niña rebelde de Carter, y esto permite que pueda decir que ‘Finding Carter’ ha tenido una primera temporada correcta.

Cuando aparece la señora de las pelucas, mala señal.
A ratos era un tanto odiosa pero eran las situaciones en las que la metían: Prescott lo hizo lo mejor que pudo con el material y Carter es un personaje que no hay que juzgar de forma rápida, por tentador que sea.
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5 comentarios
marta_t
Me ha sorprendido, aunque opino lo mismo, la parte de Crash y el cobertizo... fue un poco floja.
Jason Stackhouse
Me ha encantado.
tamara.gv.9
A mi me ha gustado esta primera temporada, y como tu bien dices, esta muy bien siendo de la MTV. Los actores me gustan todos menos los amigos, creo que un circulo como el de los amigos de Carter es imposible, y sobran tanto estereotipo junto.
antonio dueñas
A mí me ha gustado bastante,y eso que no soy de dramas familiares...Eso sí,el rollo "rebelde sin causa" de Carter en los primeros episodios era un poco cargante...Y sí,los personajes eran un poco estereotipados (la hermana empollona y buena,los novios malotes...)pero en este tipo de seies es lo que hay...
chisi
Primero me encuentro a Hannah Murray y a Scodelario en los estrenos de la semana y ahora a Prescott... me encanta!!