El final de Sin tetas no hay paraíso estuvo marcado por el éxito debido gracias al personaje de El Duque (Miguel Ángel Silvestre). Él es el que ha hecho mover a millones de espectadores frente a esta serie con tintes de telenovela más que la protagonista femenina, Cata. Las duquesitas ansiosas de verle cada miércoles deberán esperar hasta septiembre. En algún medio que otro ha comenzado a correr la noticia de la marcha del actor para evitar encasillarse. De momento, firmará una temporada más de la serie. Es normal que quiere “huir” de la pantalla pequeña, ya que es uno de los actores revelación del cine español con varios proyectos en marcha y alguna película importante.
Fue un final que confirma que la serie que nos venden no es la habitual del prime time. Más bien quedaría emplazada a la franja de sobremesa si no fuera porque los personajes tienen bastante tirón. Pero el capítulo se podría dividir perfectamente en varios episodios. A veces, parece inverosímil ver tantos giros dentro del mismo capítulo semanal. Mejor una serie diaria, como estaba pensada que esto donde las situaciones se suceden sin parar como si hubiera sido un pega y pega de varios fragmentos de veinte minutos.
La segunda temporada viene marcada por un duro enfrentamiento entre Cata y El Duque. Al más puro estilo de culebrón venezolano, el amor se convierte en un odio profundo entre familias, negocios oscuros y triángulos amorosos. Sin duda el lujo y la belleza será de nuevo el motor, después de que el titulo perdiera su sentido literal. El melodrama salpicará las serie de narcotraficantes y meretrices de lujo lider de audiencia. Ayer nada menos que el 28% de audiencia y 4.795.000 espectadores. ¿Sabrá Telecinco buscarle un digno sustituto hasta su vuelta?
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