Pese a contar con un reparto bastante llamativo, no tenía apenas esperanzas en que 'Fargo' pudiera convertirse en una buena serie. De hecho, hasta me costaba entender quién podría considerar que era una buena idea adaptar una de las mejores películas de los hermanos Coen y ni siquiera la crítica favorable de los primeros episodios de mi compañera MDiaz logró que me animase a verla, ya que hay ocasiones en las que los prejuicios son demasiado fuertes y sólo algo excepcional puede hacerte cambiar de idea.
Por suerte para mí, esa cosa excepcional sucedió cuando mi compañero de Blogdecine Juan Luis, el mismo que en su momento escribió un artículo sobre diez películas que consideraba mejores que cualquier serie, la alabó en twitter. Esa mayúscula sorpresa terminó de animarme a verla y no podría estar más contento de haberlo hecho, ya que 'Fargo' ha acabado siendo una de las mejores series del año y nada tiene que envidiar al estupendo original cinematográfico.
'Fargo', una serie muy bien escrita
He perdido la cuenta de ocasiones en las que se ha comparado al cine con las series de televisión, un ejercicio condenado a no resolverse jamás, ya que son obras con cualidades y debilidades muy diferentes. Menos problemas tengo con la idea de decir que ciertas series de televisión son en el fondo películas largas, teniendo bien reciente el caso de 'True Detective' y con 'Fargo' sucede exactamente lo mismo.
Una de las grandes claves para ello es la construcción del guión, ya que necesariamente han de ser historias cerradas y bien atadas por sus creadores, pero lo que realmente acaba importando al espectador es que esto esté bien hecho y en eso no creo que nadie pueda tener pega alguna con 'Fargo'. Para ello ha sido decisivo el trabajo de Noah Hawley, creador de la serie y también responsable de los guiones de los 10 episodios que ha tenido la primera temporada, ya que ha sabido captar a la perfección la esencia de la película de los hermanos Coen y al mismo ha creado un fascinante universo propio en el que nada se dejaba al azar.
Mi principal queja tras ver el primer episodio fue que era demasiado largo, pero a medida que la temporada iba avanzando fui consciente de que simplemente tenían muchas cosas que introducir sin querer traicionar el suave -que no lánguido- pero efectivo ritmo que ha caracterizado a 'Fargo', aunque sin olvidarse de las explosiones dramáticas necesarias para que la historia avance en la dirección deseada, Esto es algo que no tardó en pulirse, ya que al final incluso dejaba con ganas de saber más sobre algunos personajes que quedaron de lado y también con la necesidad vital de saber qué será después de la vida de algunos de sus protagonistas.
Violencia, humor negro y grandes actuaciones
Puede que el acabado técnico de la serie sea menos llamativo que el de 'True Detective', donde todo se cuidaba hasta límites casi obsesivos, pero 'Fargo' también brilla en este apartado, sobre todo en el trabajo de ambientación, algo imprescindible para conseguir el tono necesario para marcar sus vínculos con la cinta de los Coen. Además, hay espacio incluso para ciertos detalles de belleza macabra, aunque sin llegar en ningún momento a las cotas de 'Hannibal' en este apartado'.
Aquí lo que importa no es estilizar la violencia, sino integrarla como elemento distorsionador de la tranquilidad habitual de un pueblo apartado, pero no a costa de que esos momentos brillen en exceso sobre todo lo demás. Es ahí donde el notable talento desplegado por Hawley para crear una rutina atractiva resulta decisiva, pero también su sabia utilización de la comedia negra para hacerlo todo más peculiar -recuerdo como particularmente brillante el momento en la celda que Martin Freeman comparte con otros dos personaes-.
Menos dudas tenía sobre la posibilidad de que los protagonistas de 'Fargo' pudieran justificar su visionado, pero la gran sorpresa es que Billy Bob Thornton, magnífico en un personaje tan temible como magnético, y Martin Freeman, brillante en un rol algo distanciado de su imagen habitual de entrañable pringrado, no son los únicos que brillan con luz propia y eso eleva aún más el ya de por sí alto nivel de la serie.
Lo suyo sería reconocer la eficacia de todos ellos, pero todo el que haya visto la serie tendrá que rendirse a los pies de la desconocida Allison Tolman, quien dota a su personaje de tal entrañable humanidad que uno estaría dispuesto a seguir viendo lo que fuese con tal de que Molly estuviese por allí. Eso sí, no quisiera tampoco quitarle méritos a Colin Hanks, con quien Tolman forma uno de los mejores dúos televisivos que recuerdo.
En resumidas cuentas, 'Fargo' ha sido la sorpresa del año convirtiéndose en una obra imprescindible que va puliendo sus pequeños defectos para acabar alcanzando tal nivel de excelencia que incluso una arriesgada decisión tomada durante los últimos episodios acaba funcionando a las mil maravillas. Buena e interesante historia, mejores guiones y un reparto que realmente justifica el calificarlo como de primera, ¿qué más se puede pedir?
En ¡Vaya Tele! | 'Fargo', un toque personal con el espíritu de los hermanos Coen
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