Este comienzo de año está siendo bastante movidito para una de las cadenas algo más secundarias en cuanto a la creación de ficción propia: USA Network. Al regreso de ‘White Collar‘ y ‘Royal Pains‘ se ha unido el estreno de la esperada ‘Fairly Legal’ (antes conocida como ‘Facing Kate’), protagonizada por Sarah Shahi (’Life‘, ‘The L Word‘), y tras una intensísima campaña de promoción por parte del canal, con dos episodios emitidos ya sabemos perfectamente cuál será la tónica general de la serie el tiempo que dure en antena.
‘Fairly Legal‘ sigue a Kate Reed, una abogada que, harta de la burocracia y de las injusticias del sistema judicial americano, decide dar un paso atrás y convertirse en mediadora, algo que sus compañeros de profesión (jueces y abogados) verán como una ofensa. El punto de partida de la serie es la muerte del padre de Kate, que también es el presidente de la firma de abogados en la que trabaja, y en cada capítulo nos muestran varios casos en los que Kate deberá mediar para poner un poco de cordura e impedir que las partes vayan a juicio. La serie sigue el estilo medianamente procedimental de otras series de la cadena, aunque con una trama serializada un poco más importante que en otros procedimentales de abogados.
Desde el primer minuto comienzan a definir perfectamente al personaje de Kate, y en apenas dos escenas tenemos ya una imagen casi perfecta de su personalidad. La chica es un poco desastre en cuanto a puntualidad, cumplimiento de las reglas y educación, y aplica sus capacidades mediadoras en todos los aspectos de su vida, excepto en el sentimental. Kate está divorciada y vive en un barco, pero no puede evitar ver a su ex-marido (también abogado) todos los días, y echar una canita al aire de vez en cuando.
La serie se ve perjudicada por un episodio piloto excesivamente largo, de más de una hora de duración, que a pesar de ser entretenido y tener un ritmo rapidísimo, peca de repetitivo y desconcertante. El segundo episodio, ya con cuarenta minutos escasos, continúa la narración acelerada y sigue siendo entretenido, aunque mucho más digestible para el espectador. Y a pesar de que existe una trama a largo plazo (la muerte de su padre, el testamento y los nuevos arreglos en la empresa), la verdadera chicha se encuentra en los casos semanales, que son bastante interesantes y divertidos.
Sarah Shahi lleva todo el peso de la serie, es la protagonista indiscutible y todo gira en torno a ella; y aun a pesar de que existen varios actores secundarios (su ex-marido, su madrastra, su hermano y su asistente personal), la serie seguiría siendo la misma si todos ellos fuesen eliminados de un plumazo. Ninguno de ellos despierta interés, y rara vez aparecen si no es interactuando con Kate; esto sería muy malo para la serie si la protagonista principal no llevara tan bien todo el peso de la trama.
En definitiva, un nuevo drama legal que no se desarrolla en los juzgados ni con abogados de por medio, y con mucha más vocación de comedia que de drama, lo que le da un puntito diferente y atractivo. Kate siempre se excederá en su papel de mediadora, se involucrará sentimentalmente en los casos de sus clientes, y no dudará en saltarse las reglas a la torera si cree que con ello está haciendo una buena obra. A los amantes del procedimental le encantará; y a los que no, que le den una oportunidad, que Kate Reed se lo merece.
En ¡Vaya Tele! | ‘Fairly Legal’, trailer del nuevo drama legal de USA Network