A principios de verano había ciertos rumores de que uno de los dramas más exitosos del momento terminaría de forma repentina á la ‘Penny Dreadful’. En su momento me apresuré a vaticinar que quizá sería este aclamado drama de USA Network el que finalizase tras su segunda temporada. Es algo que aún tomaba más cuerpo en mi cabeza viendo cómo se está desarrollando una segunda temporada que confirma que lo que más interesa a Esmail es el conflicto mental de su protagonista.
Esta teoría empezó a flaquear cuando ‘Mr. Robot’ estrenó su lista de nominaciones a los Emmy con seis categorías, incluyendo mejor drama y actor, pero se reforzaba al mirar los datos de audiencia, que han sido bastante decepcionantes. La segunda temporada está atrayendo, de media, a unos 800.000 espectadores y 0,3 puntos de rating en demos en el día de emisión.
Son datos pobres incluso teniendo en cuenta que estos números se doblan al incorporar el visionado en diferido. Y por eso es una renovación aún más satisfactoria; se ha valorado la calidad, el impacto cultural y la conversación social sobre las desventuras psicológicas e informáticas de Elliot y ‘Mr. Robot’ tendrá una tercera temporada que se emitirá en 2017.
No podríamos estar más orgullosos de ‘Mr. Robot’, una serie que ha roto barreras, capturado el zeitgeist cultural y ha sido honrada como uno de los mejores dramas televisivos. A mitad de su segunda temporada, ‘Mr. Robot’ sigue abriendo camino y ha abierto nuevas oportunidades a la cadena. No podemos esperar a ver dónde nos llevan Sam Esmail y el brillante equipo tras la serie.
En ¡Vaya Tele! | ‘Mr. Robot’ se recrea (demasiado) en los traumas psicológicos de Elliot en el comienzo de la segunda temporada
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