La noche del domingo, La Sexta estrenó su propio reality, llamado El Show de Cándido. Tras un visionado del primer programa no sé si me gusta mucho o si es una tomadura de pelo. Lo que no se puede negar es que el planteamiento es original, respecto al resto de realities. Es el primero de ellos en el que sólo concursa (o no) una persona. Han encerrado a un pintor de brocha gorda junto a nueve personas más. Lo que Juanma (si no me equivoco), el concursante, no sabe, es que el resto de compañeros que hay en la casa son actores. Una gran inocentada, original, a medio camino entre el reality show y la comedia de situación.
Los otros concursantes tienen una personalidad muy marcada (el gay, la virgen, la ordinaria, la calculadora, el malo, el plasta, la mística, etc), y aunque una vez sabes que son actores puedes encontrarlos sobreactuados, el verdadero protagonista del programa, Juanma, se lo tragó todo. Cada personaje tiene su propia trama que afectará directa o indirectamente al protagonista. Por ejemplo, la primera noche a Juanma le toca dormir en la misma cama que "el plasta", y éste le desvela que sufre de incontinencia urinaria. Efectivamente, a media noche, el actor moja las sábanas, poniendo a Juanma en el primer aprieto. Además, el presentador Julián Weicht, muy conocido en Argentina, adopta también un papel, a veces borde, a veces torpe, pero siempre bastante divertido. Cada día, Juanma acude media hora a lo que en Gran Hermano sería El Confesionario. Durante esa media hora, el director del programa se reúne con los actores y les da las directrices que deben seguir durante esa jornada. Cada semana hay dos nominados y un expulsado, aunque como el resto del programa, es todo una farsa y está totalmente manipulado.
El programa me pareció bastante divertido, si bien una vez has descubierto la farsa, puedes llegar a sentir lástima por Juanma, ya que, inconsciente de que todo es una farsa, hace el ridículo muchas veces. Pero como formato es impecable. 400 días preparándolo, un equipo de actores bastante bueno y unos guionistas bastante imaginativos. El tema de si es ético o no engañar a alguien que está rodeado de cámaras lo dejo al criterio de cada uno.