En el Reino Unido, la quinta temporada de ‘Doctor Who’ está a punto de entrar en su tramo medio, y lo va a hacer adentrándose un poco más en el misterio que vertebra todos los capítulos vistos hasta ahora: la fractura que recorre todo el Universo (en toda su línea temporal) y la falta de recuerdos de Amy Pond de cosas como el “robo” de la Tierra a cargo de los Daleks al final de la cuarta temporada. Los dos últimos capítulos emitidos hasta ahora, escritos por Steven Moffat, y en los que regresaban tanto los Ángeles Llorosos como River Song, han impulsado muchísimas especulaciones sobre el arco continuado de la temporada y, sobre todo, sobre esa frase del Doctor casi al final: “El tiempo puede reescribirse”.
En el blog Crisei, Rafa Marín repasaba hace poco las líneas maestras del puzzle que Moffat está armando en la primera temporada en la que es productor ejecutivo de la serie. Es muy pronto para aventurar qué quiere decir todo y hacia dónde se encamina, pero es cierto que los cinco primeros episodios están sembrados de tantas pistas, detalles, y cosas que, en teoría, podrían ser errores, que han dado pie a tantas especulaciones como el final de ‘Perdidos’.
Para empezar, tenemos el misterio de quién es River Song, alguien muy unido al Doctor pero que siempre se lo encuentra en el orden temporal incorrecto, para él al menos. De algún modo, es su futuro, guardado escrito en ese libro azul del que ella no se separa y en el que hay spoilers que el Doctor no debería saber con antelación. Ha matado al “mejor” de los hombres, su relación con el Doctor ha llevado a pensar que puede ser su esposa, su madre, su hija o incluso otra Señora del Tiempo. El misterio a su alrededor la convierte en uno de los personajes más interesantes de la serie. Además, su nombre (“río”) presenta un curioso juego de palabras con el apellido de Amy Pond (“estanque”), y esas alusiones al agua no creo que sean fortuitas.
En Crisei indicaban que, de un capítulo a otro, la pajarita del Doctor ha adquirido tonalidades diferentes entre el rojo y el azul, si no recuerdo mal, y en ‘Flesh and stone’, el episodio de la semana pasada, tenemos lo que parece un fallo de raccord mientras Amy está sola en el bosque, con los ojos cerrados y rodeada de Ángeles. El Doctor, que va sin chaqueta, acaba de marcharse pero, de repente, lo vemos aparecer de nuevo, esta vez con la chaqueta, y diciéndole a Amy que recuerde lo que le dijo cuando ella tenía siete años. ¿Estamos asistiendo a dos líneas temporales que están solapándose? ¿Está el Doctor a punto de vivir una de esas paradojas temporales contra las que Doc advertía a Marty McFly en ‘Regreso al futuro’?
Sí parece claro que Amy encierra la clave de toda la temporada. ¿Por qué no recuerda a los Daleks? ¿Por qué esa fractura en el Universo que aparece por todas partes estaba en su cuarto cuando era niña? ¿De quién era ese ojo que la observaba a través de ella, y que volvió a aparecer en una de las pantallas del Tardis mientras River lo manejaba? ¿Estaremos asistiendo a una especie de realidades paralelas? La fecha que el Doctor ve en la que, en teoría, se produce esa explosión que provoca esa grieta es el 26 de junio de 2010, fecha del final de temporada en el Reino Unido. ¿Habremos conseguido completar el puzzle para entonces?
En ¡Vaya Tele! | Especial Doctor Who, The Eleventh Hour