El mejor episodio de... 'Juego de tronos'

La sexta temporada de 'Juego de tronos' casi está aquí ya. El domingo, la serie regresa a HBO con unos episodios que se van a separar definitivamente de los libros de George R.R. Martin y que están rodeados de un enorme secretismo. Al fin y al cabo, los lectores de 'Canción de Hielo y Fuego' tampoco saben cómo continúa la historia, y los responsables de la serie quieren asegurarse de que eso siga así hasta la emisión de los episodios.

Si no sabemos casi nada de la sexta temporada, sí que podemos, por otro lado, recordar las cinco entregas anteriores y, en concreto, elegir los capítulos favoritos de los editores de ¡Vaya Tele! Podríamos considerarlos también los mejores de la serie, aunque faltaría alguno que, al final, no ha podido entrar. Echemos un vistazo.

'Baelor' (1x09)

El episodio que lo cambió todo. Hasta el momento, habíamos visto que 'Juego de Tronos' era una serie que no escatimaba en poner a los espectadores frente a momentos duros, pero 'Baelor' hizo que todo saltara por los aires y nos enfrentáramos a una verdad que sólo ha ido creciendo por momentos: nadie está a salvo en los Siete Reinos y, menos que nadie, aquellos que apuestan por el honor y la lealtad.

Recuerdo estar viendo la secuencia de la muerte de Eddard y pensar "¿cómo lo harán?, ¿qué pasará para que se salve?". Y mientras yo me imaginaba los clásicos movimientos que la historia del cine y la televisión ha creado para conseguir esa salvación en el último segundo, ¡zasca! La cabeza del Guardián del Norte cae rodando.

Es de esos momentos que generan incredulidad e incluso un fogonazo de luz que nuestro cerebro proyecta para evitarnos un horror que sí está pasando, pero que no queremos asumir. Y, a partir de ahí, la dispersión: Sansa secuestrada en su jaula de oro, Arya aprendiendo a luchar por su vida, la Guerra de los Cinco Reyes... y el recuerdo permanente de un hombre que era demasiado bueno para ese mundo tan salvaje. (Noelius)

'Blackwater' (2x09)

'Juego de Tronos' ya había demostrado en su primera temporada que cualquier cosa podía pasar, incluyendo la muerte de alguno de sus protagonistas, pero le seguía faltando algo: una gran batalla que realmente elevase la sensación de importancia de gobernar los Siete Reinos. Eso llegó con 'Blackwater', un episodio de la segunda entrega que se saltó los habituales cambios de escenarios para centrarse en el ataque de las tropas de Stannis Baratheon a Desembarco del Rey.

No voy a negar que toda la parte de combate es soberbia y que resulta imprescindible para que el episodio vaya más allá, pero es que absolutamente todo raya a un nivel altísimo, desde la presencia tras bastidores de Cersei, quien está dispuesta a cualquier cosa para no sufrir los efectos de la más que probable derrota, hasta un Tyrion que tiene que compensar la cobardía de su sobrino Joffrey para liderar a las tropas y soltar un discurso memorable.

Un episodio que supura épica por los cuatro costados y que no tiene que envidiar nada a cualquier blockbuster con presupuestos mucho más abultados, tanto pasados como los presentes -justo ahora hay en cartelera uno impresionante-, y dudo mucho que llegue algún día uno que realmente haga que 'Blackwater' sepa a poca cosa. (Mikel Zorrilla)

'And now his watch is ended' (3x04)

"Dracarys". El momento en el que Daenerys Targaryen añade a su lista de títulos el de "libertadora de esclavos" está grabado a fuego, nunca mejor dicho, entre las escenas más impactantes de 'Juego de tronos'. Y la serie ha tenido muchas. La liberación de los Inmaculados de Astapor, con su amo quemado vivo por el aliento ardiente de un dragón, y Dany mostrando, casi por primera vez, que puede ser una reina Targaryen realmente poderosa y temible, cierra por todo lo alto un capítulo que se veía casi como un final de temporada en medio de una entrega, la tercera, que está repleta de episodios y de momentos todavía más inolvidables.

Porque en este 'And now his watch is ended' pasan muchas más cosas. Descubrimos cómo son en realidad los Hermanos de la Guardia de la Noche en ese motín que organizan contra Lord Mormont, asustados por su primer contacto con los Caminantes Blancos en el Puño de los Primeros Hombres, y tentados por la posibilidad de quedarse en el Torreón de Craster, aislarse de todo y dedicarse a sobrevivir allí con las mujeres-hijas del propio Craster. Y también conocemos mejor a Varys.

Los cinco últimos minutos triunfales de Daenerys casi hacen olvidar que Varys es uno de los mejores personajes de 'Juego de tronos'. Cómo le cuenta a Tyrion la historia de cómo se convirtió en eunuco, y su venganza de quienes lo forzaron a ser uno, nos permite empezar a ver algo más bajo sus conspiraciones y tejemanejes, y lo sitúan en el camino para estar en la posición que ocupa cuando va a empezar la sexta temporada. Su conversación con Lady Olenna es una de las cosas más estimulantes y divertidas de una entrega sumamente entretenida. Pero quedémonos con una frase de Daenerys justo del episodio anterior: "Todos los hombres deben morir. Pero nosotras no somos hombres". (Marina Such).

'Mockingbird' (4x07)

Soy consciente de que a muchos les parecerá una elección extraña, sobre todo tratándose de un capítulo que está entre el juicio de Tyrion y el combate entre Oberyn y la Montaña. Sin embargo, para mí 'Mockingbird' representa lo mejor de juego de tronos; el drama político y familiar donde la acción que resulta más estimulante es la dialéctica. Yo soy más del te voy a matar que del te estoy matando, y en una serie donde constantemente se están moviendo las piezas, un episodio en el que los personajes se descubren ante otros es más que memorable.

Son frecuentes los monólogos que narran las crueles historias pasadas de familia, y aquí escuchamos algunas muy poderosas, desde el Perro relatando la historia de la quemadura de su cara hasta Oberyn contándole a Tyrion sobre su primer encuentro cuando éste era sólo un bebé, y ofreciéndose a ser su campeón. También vemos a Sansa construyendo un Winterfell en la nieve, en homenaje a todo lo que le ha ocurrido a los Stark, para después ser pisoteada.

Hay un gran momento de tensión y satisfacción cuando Meñique tira a Lysa al vacío pero personalmente mi memoria vuelve a virar a las conversaciones, como la conmovedora charla entre hermanos de Jaime y Tyrion. En definitiva, ‘Juego de Tronos’ con frecuencia brilla en sus diálogos, en el subtexto de éstos y en el arte de que no sobre ni falte una sola palabra o gesto, y Mockingbird es un gran ejemplo de ello. (Adriana Izquierdo)

'The Lion and the Rose' (4x02)

Siendo completamente honesta, sin los últimos quince minutos de capítulo no lo habría elegido como "el mejor". Y no es que esas escenas finales desmerezcan el resto del capítulo. En realidad, es otra de esas clases magistrales de cómo jugar al juego de tronos: con un cruce de miradas con las que se podría planear una guerra sin hablar, con frases cargadas de veneno y con veneno mismo. Pero hay más teoría y menos práctica que en otros capítulos. Claro que esa falsa sensación de aparente calma no es tal.

Nada bueno podía presagiar para la alianza Lannister-Tyrell que sonaran los primeros acordes de Las lluvias de Castemere (by Sigur Rós) durante la boda de Joffrey y Margaery. No es que necesitáramos más motivos para odiar a Joffrey. Pero su actitud durante el capítulo, de niño malcriado a déspota y casi psicópata, humillando a Tyrion y a Sansa con la representación burlesca de los reyes enanos, es lo que convierte su muerte en ese momento en un acto de justicia kármica. Es, de hecho, lo menos parecido a una muerte triste en 'Juego de Tronos'.

La tensión va in crescendo hasta ese apoteósico final, pero antes ya nos ha hecho contener la respiración en ciertos momentos. La escena de Hediondo afeitando a Ramsay es una masterclass de cómo crear suspense. Con cada movimiento de la navaja de Hediondo deseamos internamente que Theon vuelva y le corte el cuello a ese bastardo; pero al mismo tiempo rezamos porque no lo haga y no acabe muerto antes de que termine el episodio. También nos tememos lo peor por Brienne cuando Cersei le saca las uñas. No le hacen falta cuchillos para ser peligrosa. (Lorena Papí)

Mención especial: 'The rains of Castamere' (3x09)

¿Pensábais que íbamos a dejarnos fuera la Boda Roja, el momento que cimentó definitivamente la posición de 'Juego de tronos' como fenómeno de la cultura popular? Es el favorito de todos los editores. Aquel noveno episodio de la tercera temporada fue un mazazo brutal para los espectadores que no habían leído los libros y que no sabían que, si en un banquete de bodas se cierran las puertas del salón, los invitados llevan cota de malla debajo de la ropa y los músicos empiezan a tocar 'Las lluvias de Castamere', quiere decir que aquello va a convertirse en un baño de sangre.

En ese episodio pasan más cosas (Daenerys toma Yunkai, por ejemplo), pero la memoria de los fans se queda anclada en esos últimos quince minutos, más o menos, del capítulo. La crueldad añadida de que Arya y el Perro se queden a las puertas de los Gemelos, y que ella tenga que ver la cabeza del lobo huargo de su hermano Robb cosida a su cuerpo sin vida, todavía echa más sal a la herida. La Boda Roja es otro recordatorio más de que en Poniente no se andan con chiquitas y de que, aunque hay gente despreciable y vengativa, pocos están a la altura de Walder Frey.

Este capítulo también descubrió a muchos espectadores los vídeos de reacciones de fans en YouTube, fans que luego descargaron toda su ira contra HBO en las redes sociales. Algunos, hasta amenazaron con cancelar su suscripción. 'Juego de tronos' sabía que era un episodio importante porque es de los pocos que acaba en silencio, sin música en los títulos de crédito finales. El otro en hacerlo es, por ejemplo, 'Hardhome', de la quinta temporada, que también podría haber entrado en esta lista sin problemas.

Y ahora, es vuestro turno. ¿Cuál es vuestro episodio favorito de 'Juego de tronos'? ¿O sois más de momentos que de un capítulo entero?

En ¡Vaya Tele! | 'Juego de tronos', lo que tienes que saber de la sexta temporada

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