Como en la televisión, todo ha quedado en hipótesis vacías, la mayoría de ellas equivocadas (me incluyo), pero sobre todo hay que valorar que el fichaje nos ha hecho hablar y pensar sobre el funcionamiento interno de la televisión, más allá de los datos de audiencia, haciéndonos reflexionar sobre cómo se escriben las series en este país y en cómo encajar a dos actores que arrastran televidentes allá donde vayan.
Que los guionistas de La familia Mata se enterasen por la prensa de la incorporación de los personajes es triste, hasta lamentable, y da una imagen muy poco sólida de la industria televisiva. Pero más allá de esto, y en el trabajo diario, el equipo de guionistas ha tenido que trabajar para incorporar a dos actores a un reparto con un perfil que venía determinado por los personajes que encarnaban en Telecinco y antes en La 1, pero sin copiarlo del todo. Como dice el Guionista Hastiado, no podían incluirlos cambiando lo que el espectador esperaba ver, esto es, un matrimonio mal avenido y que no se respeta.
Les salió bien la jugada, visto el incremento de espectadores de la serie. Y si no salieron más en el primer capítulo anunciado fue porque la mayor parte de ese episodio ya estaba escrito y grabado, pero la estrategia ha consolidado la serie.
Queda por saber si este tipo de maniobras va a convertirse en costumbre en la ficción española (ya hace tiempo que las televisiones se roban unas a otras a los presentadores), pero lo que está claro es que se ha sentado un precedente que puede introducir cambios sustanciosos en el desarrollo de la ficción nacional y que puede que conlleve un aumento de la exigencia a las cadenas en el tratamiento de los actores y en el desarrollo de las series. ¿Podría Diego Serrano tener su espacio en Arroyo Pingarrón? ¿Daniel Montero sería bien acogido en la brigada de Desaparecida? ¿Será Ulises el componente que les falta a los Gominolas?
Vía | El Guionista hastiado En ¡Vaya Tele! | La familia Mata renovada, Pepa y Avelino baten récords en La Familia Mata