Comentaba VuL en una reciente entrada sobre los ritmos cubanos en la banda sonora de Dexter que veía que esta "latinización" estaba siendo algo generalizado en las series norteamericanas en la última época. Y tiene razón, ya que desde luego Dexter no es el único ejemplo.
Que la sociedad actual es diversa en términos culturales es un hecho innegable: no tenemos más que darnos un paseo por la calle. Y si lo llevamos a Estados Unidos, pues más de lo mismo o incluso más acusado todavía, porque ya son décadas las que lleva el país de absorción e integración de distintas culturas. Sin embargo, el mundo del cine y la televisión siempre va uno o dos pasos por detrás a la hora de reflejar estas circunstancias, provocando un cierto desajuste en la percepción.
Así pues, pienso que la inclusión de personajes y tramas que respondan a perfiles culturales "minoritarios" es simplemente un reflejo de la realidad. Reflejo nada inocente, por otra parte. Por un lado, a medida que las series van entrando en argumentos y ambientes distintos de la "familia blanca de clase media", es una cuestión de verosimilitud el que aparezcan esas otras identidades culturales en los argumentos: sin ellos, la serie quedaría absurdamente irreal. Y a medida que esas apariciones superan los clichés prestablecidos y se profundiza más en los matices reales de las distintas comunidades, las series ganan en profundidad al incluir elementos en el argumento que se salen de los patrones con los que los espectadores están familiarizados.
Sin embargo, hay otro tipo de series en los que, sin que sea una necesidad del argumento o de la ambientación, también se incluyen personajes de distintas etnias. Y esta inclusión, en mi opinión, responde a dos impulsos básicos: por un lado, el de la corrección política, y más teniendo en cuenta el peso de los lobbys en Estados Unidos a la hora de presionar para defender sus intereses; ninguna productora se querría arriesgar a que se diga que su serie atenta contra el respeto a las minorías y la diversidad cultural. Y por otro lado el del mero interés comercial: incluir personajes de distintos grupos sociales facilita que esos colectivos se sientan representados en la serie y llegar así a mayores y más diversas bolsas de audiencia.
El caso es que estoy seguro de que seguiremos viendo esta tendencia en las series norteamericanas, y empezaremos a verla poco a poco en la ficción nacional: más latinos, más personajes provenientes de Europa del Este... al principio interpretando clichés, y luego poco a poco integrándose con normalidad en las tramas. Igual que en la realidad.