Las desesperadas ya se han ido. Nadie más paseará por Wisteria Lane con una taza de café mientras saluda a sus vecinos, no más partidas de póker en la cocina de Lynette ni margaritas en el porche de Gaby. Se van para siempre pero nos dejan muchísimos momentos para el recuerdo, escenas que han hecho de la serie grande. Uno por desesperada.
Hacer una selección de momentos de una serie con ocho temporadas no es fácil, pero al menos hay que tener en cuenta qué criterios usar. Vale, es imposible que todos estemos de acuerdo en cuáles son los mejores momentos de ‘Mujeres Desesperadas‘, por eso no pretendo ensalzar estas escenas como “lo más”, simplemente poner en la memoria de quien lea el artículo buenos recuerdos. Y lo importante en esta selección es que todos fuesen “momentos desesperados”, fragmentos de las vidas de las chicas de Wisteria Lane en los que se vieron en situaciones díficiles o cometieron verdaderos actos de desesperación. Y todos definen muy bien a sus protagonistas.
Gabrielle
El piloto de ‘Mujeres Desesperadas’ es, sencillamente, brillante. Te puede gustar más o menos la serie pero no podrás decir que su primer episodio no es una demostración magistral de cómo presentar personajes y tramas de forma impecable, y además ser impactante, rompedor y divertido. Y en ese piloto nos mostraron ya las dos caras de Gabrielle Solís, caprichosa, egoísta, grosera, pero ardiendo por ser amada de verdad.
Siempre recordaremos a la más pija de Wisteria embutida en un ceñido vestido de corto sobre unos tacones de vértigo andando a saltitos. No podemos obviar la enorme evolución del personaje motivada en gran parte por su maternidad, ni cómo Eva Longoria ha sido capaz de mostrarnos que se defiende en las escenas dramáticas tan bien como en las cómicas (recordad aquellos momentos con la muñeca de porcelana). Pero si me tengo que quedar con un momento de ella es con éste, cuando enfundada en su vestido de noche se puso a cortar el césped en el piloto.
Susan
La supuesta protagonista de la serie, al menos así intentaban vendérnoslo al principio, era Susan. El personaje interpretado por Teri Hatcher siempre se ha caracterizado por ser el más cómico. Patosa, payasa, ingenua, infantil… Las aventuras de Susan siempre trataban de sacar el lado más simpático de la serie. Por eso no nos decantamos por momentos como el que vivió en la séptima temporada con su madre, sino por este más ligero (y ligero de ropa). ¿Qué mejor forma de hacer el ridículo ante el hombre que te gusta que quedándote desnuda en la calle?
Lynette
Mucha gente considera ‘Bang’ (3×07) como el mejor episodio de la serie. Yo no diría tanto, pero desde luego que se nos quedó a todos en la mente como uno de los más recordados. Un momento de desesperación vivió Carolyn Bigsby asaltando pistola en mano el supermercado de Fairview y tomar a los clientes por rehenes ante un ataque de cuernos. Pero el momentazo fue cuando Lynette se levantó enajenada y plantó cara a Carolyn. Una muestra del coraje que gasta mamá Scavo. Además, todos aprendimos con Nora cómo se puede pasar de odiar profundamente a un personaje a sentir lástima por él. En este mismo episodio encontramos un momento precioso, el sueño repetitivo que Lynette tenía con Mary Alice, y también fueron muy grandes el capítulo del tornado o cuando mata a la comadreja simbolizando su curación del cáncer.
Katherine
Aunque la formación oficial de desesperadas incluye solamente a cuatro (Bree, Gabrielle, Lynette y Susan) otras dos habitantes de Wisteria Lane se ganaron a pulso el título de Desesperadas. Una de ellas fue Katherine Mayfair, quien volvió a la calle para guardar un secreto del que años atrás había huído. Llegó en la cuarta temporada para ser la protagonista de la trama misterio, un buen enigma de temporada aunque tuvo que ser resuelto de forma precipitada por culpa de la huelga de guionistas. Pasado su misterio, Katherine demostró suficiente carisma como para quedarse en la serie y su personaje tuvo tramas propias. Llegó a vivir momentos de auténtica locura cuando Mike la dejó para volver con Susan, y aunque muchos recordarán la boda de estos como su momento álgido, yo sin duda me quedo con éste del video.
Edie
Y luego tenemos a Edie Britt, la Desesperada en discordia. Si las cuatro protagonistas siempre iban a una, a Edie no le importaba ser la nota fuera de tono y decir a la cara todo lo que pensaba, aunque fuese hiriente, sarcástico o malintencionado. Ella, la devora hombres y la mala del lugar también tenía su corazoncito. Y así lo demostró en la tercera temporada cuando le dieron más minutos a sus tramas en compensación de la ausiencia de Bree (Marcia Cross tuvo que dejar un tiempo la serie por su embarazo). En el episodio “Vestirse a lo grande” Edie protagonizó una conmovedora definición visual de desnudar el corazón. Por primera vez, la arpía de Wisteria se mostró vulnerable. Uno de los momentos más bonitos de la serie.
Bree
Y dejamos lo mejor para el final. Bree. La pelirroja ha sido lo mejor de la serie, un regalo de personaje, un modelo del que aprender y la definición propia de Mujer Desesperada. A ella le ha tocado sufrir más que a ninguna y ha vivido una evolución más profunda, viendo cómo todo su sistema de valores y los pilares de su vida caían de golpe, teniendo que recomponerse y mirar hacia delante. Bree es una luchadora nata, una madre coraje y una amiga fiel.
Para mí su mejor momento lo vivimos en la segunda temporada, cuando dejó morir a George el farmacéutico tras enterarse de que éste era el responsable de la muerte de su marido. Se queda muy cerquita cuando deja a Andrew tirado en la cuneta, pero creo que éste lo supera. Un momento desgarrador en el que, como decía Mary Alice en su magnífico discurso final del episodio, demostró que todos somos capaces de cualquier cosa. Me atrevería a decir que no sólo es el mejor momento de Bree, sino también uno de los mejores momentos de la serie. Pura desesperación.
En ¡Vaya Tele! | ‘Mujeres desesperadas’, adiós a Wisteria Lane