Las pistas estaban allí. desde que se filtró a finales de verano la premiere de la cuarta temporada de ‘Dexter‘, todo parecía presagiar que esta temporada no solo sería buena sino que también iba a tener dimensiones completamente épicas. Este pasado domingo concluyó la cuarta temporada de la serie de una forma sencillamente magistral.
La verdad es que no sé ni por donde empezar a redactar este análisis de la temporada, más que nada porque todavía estoy sufriendo las secuelas de su visionado pero lo que sí puedo decir es que, en cuanto me sobrepuse del shock inicial aplaudí. A partir de aquí, y como está avisado en la imagen que encabeza la entrada, hay spoilers de la cuarta temporada.
Esta cuarta temporada ha sido sencillamente brillante, acallando todas las dudas que tuvimos con ‘Dexter’ causadas por su irregular y floja tercera temporada. Michael C. Hall vuelve a estar sembrado, al igual que el resto de secundarios. La temporada comenzó apuntando alto y no ha flojeado (salvo algún par de episodios), regalándonos doce episodios sencillamente geniales. Creo que sobra el que hable de la realización, el guión, la actuación… ya que todo ello es excelente, en la línea de lo habitual. Incluso creo que este año se han superado.
Al contrario que con otras temporadas esta ha empezado de una forma soberbia y, aunque perdió fuelle a mitad de temporada ha logrado mantener al espectador completamente atento a las vicisitudes de la Miami Metro y de la familia Morgan. Aunque, sin embargo, ha habido cosas que no me han terminado de convencer como, por ejemplo, la relación de Laguerta y Angel. Hacen buena pareja, sí, eso se lo concedo, pero creo que aquí los guionistas no sabían qué hacer. Sinceramente me parece demasiado artificial siendo, junto con “el pavo” de Astor, lo único que ha chirriado en una temporada en el que los engranajes han funcionado perfectamente.
Trinity
El asesino de la temporada, Trinity, Arthur Mitchell, interpretado por un colosal John Lithgow, se ha convertido en el mejor asesino de la historia de la serie, y uno de los mejores de la televisión. Todo un acierto el hecho de que lo conozcamos desde el primer episodio ya que eso ha permitido conocer completamente e incluso empatizar con él.
Porque si en anteriores temporadas jugábamos con la dualidad del psicópata, centrándonos, mayoritariamente en Dexter (reconozcámoslo, el “asesino de la temporada” siempre nos ha dado un poco igual) en esta ocasión nos empapamos hasta el fondo del encanto de Trinity, vemos cómo prepara sus asesinatos, vemos como los ejecuta… y, además, a través de la óptica de Dexter conocemos toda su vida.
Desde que Dexter se da cuenta de que ese cruel asesino es como él, un monstruo pero con familia la máxima era intentar conocerle, ver cómo conlleva una vida aparentemente perfecta con el oscuro pasajero. Es en este diálogo que se ve episodio por episodio en el que se nos va planteando un ensayo sobre el asesino en serie integrado en la sociedad. Ensayo cuyo acto final se establece con el consabido ritual de Dexter. Los dos son iguales, la diferencia, según Dexter, es que su familia le quiere.
Llevando a Dexter hacia un nuevo nivel, otra vez
Si hay algo que caracterice a ‘Dexter’ es que de temporada a temporada existe una evolución notable en los personajes, y es en el protagonista en el que esta evolución se muestra más acusada. Hemos visto a Dexter soltero, introvertido… a un Dexter más “comprometido” con su entorno, al Dexter casado y padre. Y tras el final de la temporada, nos encontramos a Dexter viudo, padre soltero.
La última jugada, el canto de cisne de Arthur Mitchell, se ha ejecutado de forma magistral. El último episodio estaba centrado en la esencia del asesino. Desde que en el final del penúltimo episodio contemplamos, atónitos, el cara a cara entre los dos en la comisaría, sabemos que algo terrible va a pasar, y pasa. La imagen de Rita en la bañera y Harrison empapado en sangre, en el suelo del cuarto de baño habla por sí misma. Dexter Morgan vuelve a ir hacia una nueva dimensión. Por cierto, que es interesante el hecho de que Trinity se haya saltado el patrón (no en cuanto al orden, sino en cuanto a la vícticma) para hacer una excepción con Rita.
¿Qué pasará ahora con el oscuro pasajero? Si Dexter se escudaba en una familia que le quiere, y él a ellos, ¿qué pasará ahora que uno de los pilares de su vida ha desaparecido? La venganza ya no es posible, ya que fue “anticipada”, pero esta situación puede devolver de un plumazo al Dexter primigenio. Los guionistas nos han dejado con los ojos como platos deseando como agua que comience la quinta temporada, para contemplar a un nuevo Dexter. Y para ello tenemos que esperar hasta el próximo otoño.
En ¡Vaya Tele! | Buenas vibraciones con la cuarta temporada de Dexter