Nos prometían que la sexta temporada de ‘Dexter‘ iba a ser una vuelta a los inicios (muchas series se dedican a eso cuando se quedan sin recursos), y también una inmersión en la religión y el misticismo desde varios puntos de vista. De lo primero poco hemos tenido de momento, pero de lo segundo vamos ya bien servidos. Por un lado, vemos cómo Dexter se está planteando su futuro como asesino en serie, cuando ya no tenga la fuerza para acabar con los villanos, y también de cara a su hijo Harrison, a quien no quiere ver decepcionado en un futuro.
El proceso de introspección de Dexter se ha ido haciendo cada vez más patente en los tres capítulos que llevamos hasta ahora, pero personalmente no le veo que vaya a tener más trascendencia de la que ha tenido en temporadas anteriores. Aunque con tintes diferentes, parece que ‘Dexter‘ vuelve a repetir la fórmula, con un villano a lo largo de la temporada, un posible aliado en su trabajo (esta vez es el pastor del taller de coches) y unos secundarios que bailan alrededor sin llegar a nada. No será demasiado original, pero oye… sigue entreteniendo.
En cuanto al asesino (asesinos, mejor dicho) en serie de la temporada, parece que esta vez están optando claramente por lo macabro. Nos presentan a esa especia de secta para dos que aún no sé muy bien qué es, dedicada a expiar los pecados de la gente de una forma bastante notoria. Lo de las serpientes en el estómago ya daba bastante grima, pero la macabra escena final del tercer episodio, con dos cadáveres desmembrados y cosidos a lomos de un caballo, plantea definitivamente un nuevo reto para Dexter.
En el terreno de los secundarios, parece que todos se niegan a avanzar ni siquiera un poquito, y lo cierto es que en una serie con un protagonista tan central como Dexter Morgan, ni falta que hace. La mala lengua de Debra sigue siendo de lo más destacable, y contrasta muchísimo cómo al inicio de la serie ni siquiera podía llegar a Detective y ahora es la Teniente. No le pega nada, pero ahí está, comportándose de la misma forma que cuando era detective. Y lo mismo en su vida personal, incapaz de dar el paso definitivo con Quinn.
El resto a su bola; Batista con su “quiero y no puedo”, Laguerta de nuevo en “Modo Repelente” y Masuka haciendo alarde de sus “encantos” con la alumna que él mismo se ha encasquetado. ¿Será esta chica la encargada de devolver a ‘Dexter’ a la primera temporada? Su interés por el caso del asesino del camión frigorífico, que no era otro que el hermano de Dexter, y las ganas que tiene por llegar al fondo del asunto pueden ser definitivas para Dexter. ¿Será éste el año en que se descubra el secreto del personaje principal? Me da a mí que no caerá esa breva.
En ¡Vaya Tele! | ‘Dexter’, la comodidad de la fórmula